ROBO COLECTIVO, REUNIÓN…
Era una tarde de primavera de los tiempos actuales. Voy por
una Avenida en compañía de la fría. Nos detenemos en la estación del tren
subterráneo . Le hago el comentario de
que sí entramos podremos ahorrar más ,
llegaremos rápido y saldremos
fortalecidos en nuestra economía. Porque sí consideramos cuanto nos
cobrará un taxi hasta el pueblo de Tacuba ya pués saldremos trasquilados.
La fría dice que entremos y así lo hacemos….
Bajamos por una escalinata,
se puede ver con claridad que cientos de personas van para todas
partes. Uno de los pasillo que
presuminos nos conducirá al tren termina en nada. Sólamente hay una puerta en
donde hay un letrero que dice Prohibido. Le digo que debemos de regresar cuando alcanzamos a escuchar primero
como una especie de romerío, luego murmullos que crecen más y más.
Una mujer senil
llamada Helena nos dice que están robando..
La miro y le respondo que no es novedad para mí. Aquí todos roban. Y esto debe de ser porque
su mamá no les amarró las mano de chiquitos.
No joven; es verdad.
Están robando. Me señala a un grupo de
hombres o muchachos que usan gorras de beis bol de tonos rojos. Ellos son . La
fría comienza a ponerse nerviosa y me dice que Acaba de cobrar su quincena que traducidos a términos específicos es el
producto de 15 días de chinga y jode aplastadota en el Grupo Financiero.
Le digo que me entregue el dinero . Abre rápidamente su
bolso y veo que son billetes der quinientos. Son siete u ocho. Los hago rollito
y los introduzco en una ranura.
En eso llegan los ladrones y
de forma amable le van pidiendo a los usuarios que vayan entregando sus
pertenencias. Pueden ser teléfonos, carteras, aretes, pulseras, dinero. Las
personas entran en un estado de shock y obedecen sin chistar. Parecen ese tipo
de seres que en la vida real se les nombra
Pejes Zombies . Individuos que hacen sin pensar y siguen el mandato de
un señor que tiene el tipo de padrote
religioso de Puruarán Michoacán.
Le señalo a uno de los rateros que yo solamente llevó mi
reloj. El hombre le mira y sin
inmutarse desprecia mi artefacto.
Incluso intento seguirlo para decirle que mi reloj es bueno , que lo compre en
Sears y que todavía tiene garantía. El hombre ni siquiera voltea o escucha.
Todos quedan como les
digo en estado zombie. Bien pudieron
ordenarles a todos ellos que se bajaran los calzones, se pusieran en cuatro patas
para ser fornicados y hubieran aceptado. Son corderos a veces balan, otra solo piden pasto…
Continuo:
La fría se soltó de mi mano . Ella también quedó poseída y
se arroja a las vías del tren. Los demás al verla hace lo mismo. Es entonces que tengo que tomar una decisión
rápida y oportuna. Así que me arrojo al vacío.
Cabe decir que yo soy el único conciente y cuerdo de toda esa multitud.
Ya con los pies en
los durmientes le hago una señal al conductor del tren para que se detenga. Es
probable que con mi poder de telépata le llegara mi ordenamiento al hombre. El
conductor que no está ciego toma su palanquita y hace un movimiento y detiene
el convoy. Tomo a la fría de su mano y comenzamos subir por unos escaloncitos que siempre están el la parte última den andén.
Nos detenemos para mirar como los demás son rescatados.
Luego, le digo que tenemos que regresar por el rollo de dinero que metí en la
ranura. No la suelto de la mano. Esta anda tan pendeja que es capaz de aventarse
al paso de una manada de toros bravos.
Llegamos al lugar. Me
asomo por el agujero y ahí estaban los billetes, en la espera de que fuera por
ellos. Pienso que sí no los hubiera metido en ese lugar los ratas se lo
hubieran llevado y quien sabe qué cosas comprarían.
Me detuve entre la multitud para decirles a todos que fuerámos en grupo a
denunciar este hurto. Porque de no
hacerlo la impunidad seguiría y nos volverían a robar. Ninguno quiso hacerlo. Unos alegaban falta de
tiempo. Otros que tenía que acudir a lamerle
los huevos a su Santo político y así por el estilo.
Nueve minutos después nos encontramos en el interior del
tren. La fría se sienta en el único lugar. Yo por supuesto quedo de pie
pero enfrente. Al ver que hay una mujer
sola, un hombre rubio con tipo de vago,
intenta hacerle la plática. Le pregunta
por su nombre, qué cuántos años tiene y toda esa sarta de mamadas que
uno pregunta cuando mira a una mujer de no malos bigotes. Por su parte la fría
responde con monosílabos.
El varón se puede apreciar está interesado en ella. Así que
decido cortar esa situación. Le digo en voz alta que la deje de estar molestando.
Ella anda en sock. Y no te va a responder nada. Así que por favor, toma tu
mochila sí no quieres entrar en problemas. No sé que cara me vio pero se
levantó de volón pin pon. Yo tratando de
ser complaciente solo alcance a decir entre dientes; Pinche putón ¡….
Comprendiendo que todo estaba perdido y que era imposible
alfabetizar a una sub especie humana llamados chacas a decir de Frida Gómez decidí salir del lugar para dirigirme a la situación
siguiente:
Una vez repuestos del susto. Bueno el susto para la fría. Yo
ni me inmuté. Nos encontramos en una
casa o departamento en dónde se celebra una reunión. Hay grupos de parejas. Debido a la disposición de
los sillones yo quedó separado de la fría. Ella se sienta al lado de un hombre
de traje y con una calva brillosa. De
esos tipos que están totalmente pelones de arriba y con algo de pelo alrededor.
Alguien me ofrece una bebida. Parece que es un jugo de
naranja con vodka. Comienzo a beberla poco a poco.
Para esto debo decirle que la fría todavía anda como
extraviada. Le miro. Ella lleva el trajecito gris y su tupe del 79. Hace un
movimiento, se levanta para acudir al
tocador. La sigo con la mirada. Que lindo culo tiene la fría.
Cuando llevo la bebida a
más del cincuenta por ciento,
ella regresa. Se sienta en el mismo lugar. Yo como no conozco a nadie más. Solo
veo.
Al filo de las once de la noche, el sujeto sin pelo
lentamente corre su brazo alrededor del cuello de ella. Y ya encarrerado por
los humos del alcohol le planta un beso en plena boca. Debo confesarles que no soy un hombre calmado.
Así que me levanté y como sí fuera gánster de Nueva Jersey, busqué un plato
extendido. En la mesa había muchos. Tomé el primero y me acerqué al pelon.
Luego con gran amabilidad se lo estrellé en la jeta. Acto seguido el hombre
se tocó la boca, ya le había tumbado los dientes de enfrente.
Tal y como se van sucediendo las cosas creo necesario que es
tiempo de considerar un tercer escenario. Si, porque verás; en la vida real
tienes que andar defendiéndote de todos. Todos chingan a la menor provocación. .
En el mundo de los sueños, es lo mismo sólo con la salvedad de que hay escenas
extrañas que no sabes ni porqué.
¿ Entonces sí
planteáramos un lugar digamos neutro en
donde las personas no tuvieran que andar a la greña por quítame estas pajas ?.
Original de Alfredo
Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
Estados Unidos Mexicanos.
25 de Junio de 2012.
Para elpueblodetierra.
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