CORTINA, SUJETOS, INSECTOS.
En unos de los patios de esa
vieja escuela un hombre le pregunta sí
puede ayudarle a colocar un cortinero.
Le sigue y llegan al extremo opuesto. Arriba dos mujeres intentan meter el hilo safado le jalan por aquí y le jalan por allá. Usted
encaramado desde una escalera, le dice que necesitan unas herramientas, de lo
contrario no lograrán su cometido. La mujer semi agachada no responde solo asoma sus ojos entre los cabellos.
Ya en el techo busca la manera de
solucionar las cosas y recurre a sus manos. Toma con fuerza los fierros y los
mete hasta que ajustan. Después hace una inspección ocular y comprueba que
quedó más o menos resuelto. Les dice que ahora necesitarán acomodarlo en su
sitio. Así lo hace. Toma el lazo y lo
corre. Quedó mejor que nuevo. Las mujeres agradecen su ayuda.
Al bajar una señora le pregunta
que si no sabe de alguna persona que le pueda ayudar a cocinar. A menos que le
llame a Doña Concepción. Ella vive en
Santiago del Estero. Le entrega unos datos y les dice adiós.
Al salir hay un carro negro, de
esos vehículos que miden cómo doce
metros. En su interior viajan cuatro sujetos pedantes. De ese tipo de
individuos que sienten que son los perfectos, los elegidos del sistema porque huelen a lociones y tienen retocadas
las uñas y depiladas las piernas. Putos son lo que son.
El que conduce decidió
estacionarse en la banqueta logrando con esto que los peatones tengan que
caminar en el suelo raso. El individuo le avienta el carro pero usted ya le
vió, le arroja una de sus miradas de enojo al mismo tiempo que le reta. El
hombre hace como que lo ignora, baja la banqueta y se marcha.
En la calle un actor quer anuncia papas fritas
le pregunta que fue lo que pasó. Le responde que hay un cierto tipo de idiotas que sientes que
son dueños de todo y de todos. Pero de eso a que sea cierto hay mucho trecho.
El sujeto se sube a un camión público y
se va.
Una camión que remolca a
otros transportes va persiguiendo a un
carrito Renault. En su interior viaja un
hombre metro jotón. El va pensando que
no se detendrá. El que va adetrás de él acelera y de pronto saca un gancho de
acero que se agarra de la defensa del Renault. El carro se amarra , chillan las
llantas y se detiene a huevo.
Baja de la grúa William Dafoe.
Que hombre tan feo Por Dios. Le dice que se llevará el carro porque infringió
no sé que normas. Esas putas normas nos traen a todos jodidos. Tanta Norma que nadie
respeta.
Ahora llegó a un poblado en el norte de la Argentina. Una mujer de
trenzas con amabilidad absoluta le pide
que vaya a su casa. Ahí le darán alimento y resguardo. Decide acompañarla . le
señala la fachada. Usted mira hasta el
color que le pusieron y le dice que ya recuerda ..
Dicen los diarios que usted vive aquí desde
los años sesenta. La mujer se sonríe como diciendo que es verdad. Al entrar
salen a toda velocidad miles de insectos. Algunos se le pegan en los brazos y
otros en el pelo. Intenta sacárselos. Son insectos que chupan y que les gustan
las escamas humanas.
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
Estados Unidos Meicanos.
23 de Junio de 2012.
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