HOMICIDIO , MANZANAS, ASALTO CON NAVAJA.
En tanto
usted se encuentra recostado en el sillón
del dentista y tiene en la boca
introducido un tubo por el que sale un chorros de agua que por momentos le
inunda el gañote y una luz intensa sobre su cara como si se intentara que usted
confesara , escucha que el doctor habla con sus compañeros y les dice
que fue bastante desagradable saber que
el sábado pasado en ese mismo edificio ubicado en una zona llamada Tlatelolco
que hace esquina precisamente con el Eje de Guerrero y Ricardo Flores Magón.
Ahí ocurrió lo siguiente:
Son las seis
de la mañana, de pronto se escucha un grito.
Es una
persona que solicita ayuda a otro que se encuentra dormido. Como los llamados son
intensos, el dormido abre los ojos y reconoce la voz del gritón. Se asoma por
la ventana y le dicen que baje que necesita que baje. El joven se viste
apresuradamente, Su madre también despierta y le dice que no salga que espere a
que se ilumine el día. No le hace caso y sale .
En el preciso momento que abre la puerta del
edificio se le acerca un malandrín y sin más ni más le mete un balazo en la
cabeza, el hombre joven cae muerto. Llega otro y con una saña inusual le mete
varias cuchilladas, como pá que se muera dos veces o se muera bien muerto.
La mamá observa
como matan a su hijo. Cabe destacar que a menos de cien metros hay una estación
de policía. Nadie se percató del homicidio.
En una
ciudad donde el ciudadano no está seguro
solo queda decir que la autoridad es un fracaso, que valen pito pués.. Y
cómo no va a serlo si los responsables desde que tomaron posesión se han
dedicado a realizar espectáculos,charangas
y batucadas. Fiestas , y sobre todo a hacer chapuzas, engañar a los que dicen
gobernar. Hacer como que hacen pero no hacen.
Los programas que se debieran implementar para
beneficio del habitante son dejados de
lado.
La muerte de
un ciudadano puede no significar nada para el responsable de la ciudad. Cabría
preguntar a la mamá y a los demás sí consideran
que andar matando, ejecutando personas es tan natural en el Distrito
Federal ¿como cuando la uñas crecen?....
Usted lleva en el regazo ocho o diez manzanas.
Intenta que no se le caiga ninguna. Son manzanas grandes, rojas . Camina en
medio de un tumulto y muchos murmullos. Algunos voltean como preguntando ¿y este porque no consigue
una bolsa?.
Estas manzanas
usted mismo la cosechó. Tiene unas tierritas allá en Chihuahua. Sembró los
manzanos y espero y esperó con paciencia de santo que los árboles dieran su
frutos.
Se trepó con
una escalerita y con sus propias manos
cortó los ricos frutos. Luego sin empacar los llevó al abasto con la intención
de que alguno se los comprara. Se instaló en el suelo, colocó un plástico, colocó una a una las manzanas.
Todos
pasaban, atropellándose, metidos cada cual en
cavilaciones de todo tipo. Su pregón no llegaba a nadie a pesar de que
el precio por unidad era adecuado. Se
quitó el sombrero, se levantó y con la amabilidad que lo caracteriza ofreció el
fruto de su esfuerzo. Nadie se detuvo.
Pasaron las
horas, posteriormente los días, las manzanas se fueron arrugando, perdieron su lozanía como las muchachas
cuando se van marchitando. A aquella de allá ya le salió un gusano que come y
come. Todas las manzanas se fueron secándo.
Después del
fracaso de su negocio decide acudir dónde su tía. Ella ya falleció pero no importa ella siempre está. Se dirige
a San Pedro de los Pinos, se detiene en
la esquina. Hay una casa que mira
para las dos calles. En una ventana larga su tía. Se asoma entre el vidrio y le
dice que pase.
Saluda a
Efigenia, que hace una reverencia. Efigenia siempre con sus trenzas largas. A
las trenzas les añade unos listones. Ella es originaria de Zimapán.
Su tía le
dice que se siente, así lo hace. Luego comienza a preguntárle por su vida. Que
ha hecho en estos largos años. Ella murió en los años setenta. Le dice que ha caminado por
muchos lugares, y que lleva ya varios pares de zapatos gastados.
Incluso le muestra los que lleva puestos y sí,
están bien gastados. Su tía le dice: Amárrate los zapatos, ¡abróchate las
agujetas ¡.
Luego le
llama a Efigenia que trae en un platón
una crema de brócoli. Le sirven y como lobo hambriento se come todo lo que le dan.
Lo que más le gustó fue la pieza de pollo tierno.
Su tía le
pregunta sí quiere más?: No. Es su respuesta. Ya me llené le dice. ¿ No se dice ya me llené que eres un tanque? Se
dice no gracias, ya estoy satisfecho. Sí. - Se hace un silencio…
Se despide
de la hermana de su papá y sale. Su tío
José el que siempre que se marchaba abría su cartera y le daba cinco pesos no
se levantó. El también murió hace más de cuarenta años.
Son como las
diez de la noche. La ciudad de México se ha vuelto bien peligrosa. Está plagada
de delincuentes que pululan por las esquinas, atizabando , buscándo a quién
robar…...
Lleva en los
hombros a su hijo mayor. En este caso el niño tiene cuatro años. El niño va
agarrado de su cabello. Camina.
Un sujeto
vestido de negro cruza la calle , se
acerca con paso rápido. Le dice alguna frase hecha como : ¡Ya valió madres ¡
Ah¡. Y eso a mí qué le responde. Cáete
con todo le vuelve a decir.
Le pide que
le espere. Se quita al niño de la cabeza. El niño los mira. Luego o
posteriormente se mete la mano a la
americana blanca. Sin que el hampón lo intuya saca su navaja. Oprime un botón. La navaja
hace click. Son bien buenas las navajas.... Te matan sin hacer ruido...
El delincuente no se raja. Cabe decir que en
México además de habladores y rateros la gente no se raja.
No sabe porque hasta
en las peleas y en el demostrar que se
es valiente se tiene que hablar con
connotaciones sexuales. Porque rajarse es abrirse. Sí, como se abren las viejas de patas.
Bueno. Como dos
gallos bravos, comienzan a dar vueltas. Son las diez con diez. El sujeto intenta
darle un cortón. Pero usted más rápido le mete un navajazo en el rostro. Este
men quedará como Agustín Lara. Piensa.
El hombre al
ver su sangre se enoja. Se le va
encima. No lo hubiera hecho. Usted lo recibe
con un tajo seco, directo. El hombre ladrón se agarra el estómago, hace
una expresión como diciendo; me ganaste valedor . Usted se mira la mano, tiene sangre del
sujeto. Saca un pañuelo, se limpia la mano, luego limpia la navaja. Le molesta
tener que limpiarla a cada rato…
Toma a
su hijo de la mano y le dice vámonos… Y los dos se van…..
Original de
Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec
metu
7 de Junio
de 2012.
Estados
Unidos Mexicanos.
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