TORTUGAS, MERCADO DEL ABASTO.
TORTUGAS, MERCADO DEL ABASTO.
Ando en medio de calles mojadas, de nada sirve el paraguas. Dicen que la anegación se viene porque las lluvias fuertes no son capaces de ser desalojadas por el drenaje de los años de la chingada.
Por su parte el gobierno de la ciudad solamente se la pasa en la chacota, en festejos quinceañeros, en la adulación a los maricas, la pompa y el boato. Cabe decir que por las madrugas me he encontrado a animales que no personas tirándo la basura a mansalva. Ayer al filo de las cinco con cuarenta y cinco de la mañana. Un naco, arrojó en plena banqueta su basura. Me miró y le pareció normal.
La pregunta es cómo educas a estos changos.? El resultado son coladeras tapadas. Yo como ciudadano tengo que mentarle la madre a alguien nó.
Bueno . Voy con los zapatos que tengo prevenidos para los encharcamientos. Los nuevos, los italianos, de buey me los pongo. No va a venir el pinche gobierno de Supermán a decirme. Mire usté. Por habérseles averiado sus cacles. Ahora yo se los repongo. Si, ya parece.
Me prevengo y llevó mi paraguas azul. El agua arremete y me moja. Regreso hecho un caldo.
No acabo de salir de una cuando ya estoy en el problema de resolver un problema de audio. Les recuerdo que son las nueve de la noche y no he comido. El pollo de Kentucky me cayó de sobrepeso. Quien sabe de que lo hacen.
Resolviendo la situación a medias, ceno apresuradamente. Ni yo mismo sé porque hago todo de prisa . Me entra una ansiedad.
Dan casi las diez con treinta. Huesos está metida en un caso forense. Debo confesar que me enoja que el otro pendejo del FBI no le entre a la huesos. Ella le avienta el calzón aunque por momentos se hace la mustia. Fijénse que en el capítulo de ayer, celebró la fiesta de San Valentín con una sesión de disparos de ametralladora. Que es eso?.
El otro forense sí fue listo. Se vistió de cupido y llevaba hasta su arco. La novia le preguntó si tenía flecha. Ahora la vas a encontrar le dijo……
Afuera sigue lloviendo con una fuerza que no se había visto. Ya pués si nos va a llevar la chingada que sea ahora, pero ya. Para qué darle vueltas al asunto.
No sé ni cuando me quedé dormido…..
Voy caminando por una calle que no está pavimentada. Es un mercado extenso. Se coloca en todo lo largo. Por sus costados pasan cientos de gentes, que se dirigen a quien sabe donde.
En el interior y con la posibilidad de que alguein sea atropellado los carros pasan raudos. Puedo ver como las llantas negras pasan a pocos centímetros de los pies de muchos.
Un señor con aspecto de mestizo maneja como si de un loco se tratara. Me pasa rosando . Yo como buen cabrón uso mi boca y le miento su pinche madre. El muy nalga mete reversa y se regresa. Se para justamente enfrente de mí. Me lanza ojos retadores. Qué te pasa pendejo , le digo. Qué no te fijas… Vas a atropellar a las gentes. Él también me grita y me dice que va rápido porque que quiere y porque tiene hambre. Le mete acelerador y se va. Le vuelvo a mentar su pinche madre……..
Enfrente de mí hay un local. Parecen que venden mariscos.
Penetro. En una mesa hay lechugas largas, frescas. Tomo una y me la comienzo a comer. Camino y descubro unos acuarios en donde nadan unas tortugas gigantes. Se acerca un dependiente y me dice que cual quiero. Yo sigo comiendo lechuga y le señalo con el dedo la que más me agradó.
El hombre la toma con una cuchara enorme y me la entrega junto con un papel.
Una mujer se acerca a mí y me dice que es una suripanta. Yo llevo la tortuga a mis espaldas. Le pregunto a la chica que cuanto cobra. Ella responde que cuatrocientos. No mames le digo. Con cuatrocientos acabo de comprar esta tortuga. Ella me dice que la tortuga no me la va a chupar. Ah caray¡: Tienes razón. Le entregó unos billetes que me habían pagado de una deuda lejana. La mujer se los guarda en medio de sus tetas y me dice que me espera en un cuartucho.
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu.
11 de octubre de 2011.
Estados Unidos mexicanos.
Ando en medio de calles mojadas, de nada sirve el paraguas. Dicen que la anegación se viene porque las lluvias fuertes no son capaces de ser desalojadas por el drenaje de los años de la chingada.
Por su parte el gobierno de la ciudad solamente se la pasa en la chacota, en festejos quinceañeros, en la adulación a los maricas, la pompa y el boato. Cabe decir que por las madrugas me he encontrado a animales que no personas tirándo la basura a mansalva. Ayer al filo de las cinco con cuarenta y cinco de la mañana. Un naco, arrojó en plena banqueta su basura. Me miró y le pareció normal.
La pregunta es cómo educas a estos changos.? El resultado son coladeras tapadas. Yo como ciudadano tengo que mentarle la madre a alguien nó.
Bueno . Voy con los zapatos que tengo prevenidos para los encharcamientos. Los nuevos, los italianos, de buey me los pongo. No va a venir el pinche gobierno de Supermán a decirme. Mire usté. Por habérseles averiado sus cacles. Ahora yo se los repongo. Si, ya parece.
Me prevengo y llevó mi paraguas azul. El agua arremete y me moja. Regreso hecho un caldo.
No acabo de salir de una cuando ya estoy en el problema de resolver un problema de audio. Les recuerdo que son las nueve de la noche y no he comido. El pollo de Kentucky me cayó de sobrepeso. Quien sabe de que lo hacen.
Resolviendo la situación a medias, ceno apresuradamente. Ni yo mismo sé porque hago todo de prisa . Me entra una ansiedad.
Dan casi las diez con treinta. Huesos está metida en un caso forense. Debo confesar que me enoja que el otro pendejo del FBI no le entre a la huesos. Ella le avienta el calzón aunque por momentos se hace la mustia. Fijénse que en el capítulo de ayer, celebró la fiesta de San Valentín con una sesión de disparos de ametralladora. Que es eso?.
El otro forense sí fue listo. Se vistió de cupido y llevaba hasta su arco. La novia le preguntó si tenía flecha. Ahora la vas a encontrar le dijo……
Afuera sigue lloviendo con una fuerza que no se había visto. Ya pués si nos va a llevar la chingada que sea ahora, pero ya. Para qué darle vueltas al asunto.
No sé ni cuando me quedé dormido…..
Voy caminando por una calle que no está pavimentada. Es un mercado extenso. Se coloca en todo lo largo. Por sus costados pasan cientos de gentes, que se dirigen a quien sabe donde.
En el interior y con la posibilidad de que alguein sea atropellado los carros pasan raudos. Puedo ver como las llantas negras pasan a pocos centímetros de los pies de muchos.
Un señor con aspecto de mestizo maneja como si de un loco se tratara. Me pasa rosando . Yo como buen cabrón uso mi boca y le miento su pinche madre. El muy nalga mete reversa y se regresa. Se para justamente enfrente de mí. Me lanza ojos retadores. Qué te pasa pendejo , le digo. Qué no te fijas… Vas a atropellar a las gentes. Él también me grita y me dice que va rápido porque que quiere y porque tiene hambre. Le mete acelerador y se va. Le vuelvo a mentar su pinche madre……..
Enfrente de mí hay un local. Parecen que venden mariscos.
Penetro. En una mesa hay lechugas largas, frescas. Tomo una y me la comienzo a comer. Camino y descubro unos acuarios en donde nadan unas tortugas gigantes. Se acerca un dependiente y me dice que cual quiero. Yo sigo comiendo lechuga y le señalo con el dedo la que más me agradó.
El hombre la toma con una cuchara enorme y me la entrega junto con un papel.
Una mujer se acerca a mí y me dice que es una suripanta. Yo llevo la tortuga a mis espaldas. Le pregunto a la chica que cuanto cobra. Ella responde que cuatrocientos. No mames le digo. Con cuatrocientos acabo de comprar esta tortuga. Ella me dice que la tortuga no me la va a chupar. Ah caray¡: Tienes razón. Le entregó unos billetes que me habían pagado de una deuda lejana. La mujer se los guarda en medio de sus tetas y me dice que me espera en un cuartucho.
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu.
11 de octubre de 2011.
Estados Unidos mexicanos.
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