IMÁGENES BELLAS, ROBO A CASA.
IMÁGENES BELLAS, ROBO A CASA.
Usted se posiciona en una alfombra que se levanta a medio metro del suelo. Sin que nadie le diga nada se trepa, debo de aclarar que no es una alfombra persa o que sus hilos fueron tejidos en algún lugar del oriente nó. Es una alfombra que usaba en los 70 y que su abuela le mandaba teñir cada vez que presentaba algún desperfecto.
Al treparse y sin que se le dieran órdenes la alfombra comenzó a tomar posición rumbo a donde sale el sol, es decir por aquél lado.
Va con una velocidad natural que le permite no caer. Recorre tales distancias que puede ir de un sitio a otro sin contra tiempos. Por fuera se pueden ver tonalidades azules y una cara de alguna persona que muestra una ternura que no había visto nunca. También hay múltiples edificaciones de platino, estas brillan cuando los rayos del sol le caen a plomo y pasan palomas y parvadas de otras aves. Va en su alfombra y puede ver paisajes verdes que le invitan a la paz, una paz que en verdad sea.
Luego de ese placer instantáneo usted entra por la parte trasera del pasillo, se encuentra que en la sala no hay nada, algún pillo se llevó sus pertenencias. Lo extraño es que no escuchó ruido alguno, es probable que el sueño lo haya vencido o qué le hayan dado algún narcótico para dormirlo a profundidad. Sale por un pasillo exterior que es una antigua vecindad, hay macetas en ese sitio, y tendidos de ropa. Son las tres de la mañana. Una mujer le dice que por allá va una sombra. Corre detrás de esta y se viene a percatar que es una niña de siete años. La toma del brazo y le pregunta que es lo que hace a esas horas deambulando por el pasillo. Ella le dice que su tío la llevó para robar en la casa de allá. Le dice que sus sillas , librero y demás se los llevó su consanguíneo a San Luis Potosí. Después de pensar tiene que tomar la decisión de llevar a la infante con el ministerio público para que haga su declaración y este de las pautas a seguir. No puede ser que en estos tiempos y hasta en los sueños se tenga que recurrir a los pequeños para enseñárles a delinquir. Que poca madre…
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu.
6 de mayo de 2011.
Estados Unidos Mexicanos.
Usted se posiciona en una alfombra que se levanta a medio metro del suelo. Sin que nadie le diga nada se trepa, debo de aclarar que no es una alfombra persa o que sus hilos fueron tejidos en algún lugar del oriente nó. Es una alfombra que usaba en los 70 y que su abuela le mandaba teñir cada vez que presentaba algún desperfecto.
Al treparse y sin que se le dieran órdenes la alfombra comenzó a tomar posición rumbo a donde sale el sol, es decir por aquél lado.
Va con una velocidad natural que le permite no caer. Recorre tales distancias que puede ir de un sitio a otro sin contra tiempos. Por fuera se pueden ver tonalidades azules y una cara de alguna persona que muestra una ternura que no había visto nunca. También hay múltiples edificaciones de platino, estas brillan cuando los rayos del sol le caen a plomo y pasan palomas y parvadas de otras aves. Va en su alfombra y puede ver paisajes verdes que le invitan a la paz, una paz que en verdad sea.
Luego de ese placer instantáneo usted entra por la parte trasera del pasillo, se encuentra que en la sala no hay nada, algún pillo se llevó sus pertenencias. Lo extraño es que no escuchó ruido alguno, es probable que el sueño lo haya vencido o qué le hayan dado algún narcótico para dormirlo a profundidad. Sale por un pasillo exterior que es una antigua vecindad, hay macetas en ese sitio, y tendidos de ropa. Son las tres de la mañana. Una mujer le dice que por allá va una sombra. Corre detrás de esta y se viene a percatar que es una niña de siete años. La toma del brazo y le pregunta que es lo que hace a esas horas deambulando por el pasillo. Ella le dice que su tío la llevó para robar en la casa de allá. Le dice que sus sillas , librero y demás se los llevó su consanguíneo a San Luis Potosí. Después de pensar tiene que tomar la decisión de llevar a la infante con el ministerio público para que haga su declaración y este de las pautas a seguir. No puede ser que en estos tiempos y hasta en los sueños se tenga que recurrir a los pequeños para enseñárles a delinquir. Que poca madre…
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu.
6 de mayo de 2011.
Estados Unidos Mexicanos.
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