CERROS PELONES, APARATO QUE LEE LIBROS, BARRIO DE POBREZA, MODULOS PARA HABLAR CON AUTORES
CERROS PELONES, APARATO QUE LEE LIBROS, BARRIO DE POBREZA, MODULOS PARA HABLAR CON AUTORES
Mis ojos están en la contemplación casi ritual de estos cerros pelones. Las casas que se edificaron encima de ellos se encuentran a oscuras. Nadie las vive, nadie las mora.
Cuando andaba en los veinte usualmenta pasaba por esos caminos y los veía, verdes de verde, bosques majestuosos , cielos de nitidez, incluso una cascada de espuma de agua en donde solían bañarse los aborígenes. Ahora todo es lunar, desértico, solo las víboras y eso a veces.
Algunos se esconderán bajo el sombrero y me dirán que ya lo olvidaron. que pá qué tanto arguende, si solamente es un sueño.Y en los sueños nada sucede. O todo es mentira.
Esa es precisamente la razón. Si esto pasa en un sueño entonces mira la realidad para ver el desastre valedor. Ninguno de ellos muestra vergüenza, son gente cínica que se han acostumbrado a depredar, son sabios del despojo y la afrenta. Llevan atado a su cinturón una hacha pequeña para cortar todo lo que sea natura.
Como ya estoy cansado y como decía Victor Martínez que no estaba en este mundo para desapendejar a nadie, le digo que la suerte ya está echada. Cuando sientan sed, no habrá agua.
Busco una casa que tal parece conozco su interior. Me dirijo con seguridad a un estante en donde hay un aparato parecido a esas viejas video caseteras Betamax. Este aparato tiene unas cualidades que todavía no se han inventado en el mundo de la verdad. Tú, puedes introducir un libro así como introducías un video. En su interior comienzas a trabajar una infinidad de aplicaciones. Una manita de plástico hojea una a una esta lectura y va leyéndo el libro. Paulatinamente las letras se van transformando en video. De esta manera las gentes no se aburren y los libros no les resultan repulsivos. Buen invento digo yo….
Busco subirme por una escalera que está mojada. Hay una corriente de agua a la que nadie le pone atención.
Marizta va acompañada de un niño. Ella se encuentra precisamente en la azotea. Esta azotea está ubicada en una de las colonias de pobreza extrema. Porque debes de saber si no conoces que la ciudad de México sólo es bonita en los anuncios donde los pendejetes directores y gobernantes lucen sus sonrisas fingidas y bastantes hipócritas.
Maritza me dijo que ella nació en esta ciudad. Que cuando era muchacha se dedicó a estudiar hasta que logró colocación en un trabajo estable. Me pregunta por mi suerte y por mi vida. Ah esa historia es una historia parecida o tal a la de muchos. Ya sabrás , golpes, hambre, carencias.
Maritza se enternece y se le nublan los ojos por la explicación o relato que le doy. Me pide baje la escalera con ella. Es ahí que le digo que los alcanzaré hasta que logre arreglar esa puerta que se está cayendo.
Por último acudo a un local que ahora les llaman stand. Ahí en módulos perfectamente ubicados logró ver a un autor sudamericano que falleció hace más de veinte años. Pasó por los pasillos y logró ver a Alberto Cortez, este me dice que si paso a saludarle o a platicar sobre lo que yo quiera.
Tambien logró ver por allá al sarrapastro de Joaquín Sabina con su somberito ridículo y sus axilas sin recibir agua o desodorante.
Busco al señor Zitarrosa Iribarne. Este se encuentra hablando con Gustavo. Me pide con la mano que le espere.
Cuando llega mi turno, jala la mano y hace que entre. Me dice que le hable de los sueños. Es ahí que me introduzco para decirle que he leído a Freud y que quizá tenga razón. Alfredo se rie y mira divertido. Yo trato de componer la cita pero el se niega a escuchar. Se coloca unos tapones y me dice ya es bastante.
Salgo del local y me encuentro con Alberto Vázquez. El se toma un café y fuma. Me mira y le miro. No decimos nada y me retiro.
Original de Alfredo Arrieta
Para el pueblodetierra.
Nec spe, nec metu.
16 de mayo de 2011.
Estdos Unidos Mexicanos.
Mis ojos están en la contemplación casi ritual de estos cerros pelones. Las casas que se edificaron encima de ellos se encuentran a oscuras. Nadie las vive, nadie las mora.
Cuando andaba en los veinte usualmenta pasaba por esos caminos y los veía, verdes de verde, bosques majestuosos , cielos de nitidez, incluso una cascada de espuma de agua en donde solían bañarse los aborígenes. Ahora todo es lunar, desértico, solo las víboras y eso a veces.
Algunos se esconderán bajo el sombrero y me dirán que ya lo olvidaron. que pá qué tanto arguende, si solamente es un sueño.Y en los sueños nada sucede. O todo es mentira.
Esa es precisamente la razón. Si esto pasa en un sueño entonces mira la realidad para ver el desastre valedor. Ninguno de ellos muestra vergüenza, son gente cínica que se han acostumbrado a depredar, son sabios del despojo y la afrenta. Llevan atado a su cinturón una hacha pequeña para cortar todo lo que sea natura.
Como ya estoy cansado y como decía Victor Martínez que no estaba en este mundo para desapendejar a nadie, le digo que la suerte ya está echada. Cuando sientan sed, no habrá agua.
Busco una casa que tal parece conozco su interior. Me dirijo con seguridad a un estante en donde hay un aparato parecido a esas viejas video caseteras Betamax. Este aparato tiene unas cualidades que todavía no se han inventado en el mundo de la verdad. Tú, puedes introducir un libro así como introducías un video. En su interior comienzas a trabajar una infinidad de aplicaciones. Una manita de plástico hojea una a una esta lectura y va leyéndo el libro. Paulatinamente las letras se van transformando en video. De esta manera las gentes no se aburren y los libros no les resultan repulsivos. Buen invento digo yo….
Busco subirme por una escalera que está mojada. Hay una corriente de agua a la que nadie le pone atención.
Marizta va acompañada de un niño. Ella se encuentra precisamente en la azotea. Esta azotea está ubicada en una de las colonias de pobreza extrema. Porque debes de saber si no conoces que la ciudad de México sólo es bonita en los anuncios donde los pendejetes directores y gobernantes lucen sus sonrisas fingidas y bastantes hipócritas.
Maritza me dijo que ella nació en esta ciudad. Que cuando era muchacha se dedicó a estudiar hasta que logró colocación en un trabajo estable. Me pregunta por mi suerte y por mi vida. Ah esa historia es una historia parecida o tal a la de muchos. Ya sabrás , golpes, hambre, carencias.
Maritza se enternece y se le nublan los ojos por la explicación o relato que le doy. Me pide baje la escalera con ella. Es ahí que le digo que los alcanzaré hasta que logre arreglar esa puerta que se está cayendo.
Por último acudo a un local que ahora les llaman stand. Ahí en módulos perfectamente ubicados logró ver a un autor sudamericano que falleció hace más de veinte años. Pasó por los pasillos y logró ver a Alberto Cortez, este me dice que si paso a saludarle o a platicar sobre lo que yo quiera.
Tambien logró ver por allá al sarrapastro de Joaquín Sabina con su somberito ridículo y sus axilas sin recibir agua o desodorante.
Busco al señor Zitarrosa Iribarne. Este se encuentra hablando con Gustavo. Me pide con la mano que le espere.
Cuando llega mi turno, jala la mano y hace que entre. Me dice que le hable de los sueños. Es ahí que me introduzco para decirle que he leído a Freud y que quizá tenga razón. Alfredo se rie y mira divertido. Yo trato de componer la cita pero el se niega a escuchar. Se coloca unos tapones y me dice ya es bastante.
Salgo del local y me encuentro con Alberto Vázquez. El se toma un café y fuma. Me mira y le miro. No decimos nada y me retiro.
Original de Alfredo Arrieta
Para el pueblodetierra.
Nec spe, nec metu.
16 de mayo de 2011.
Estdos Unidos Mexicanos.
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