ANTES DE QUE SE ME OLVIDE, MAQUINA Y ARTEFACTO, BAÑO EN MIXCOAC.
ANTES DE QUE SE ME OLVIDE, MAQUINA Y ARTEFACTO, BAÑO EN MIXCOAC.
Antes de que otra cosa suceda, te voy a decir que al filo de la madrugada el gato Pony no me dejó dormir. Este recabrón se pasó encima de la gata madre todo el tiempo aulle que aulle. Y lo que me temo es que ella acaba de parir no hace menos de un mes, por cierto de los cuatro gatitos que tuvo se robaron tres o los tiraron a la basura como es lo usual. El otro por fortuna tuvo el acomodo de un hogar y esto gracias a Juliana.
Ahora como están las cosas en pocos meses estaremos en la brega de colocar otros animalitos. Lo que sucede es que para agarrar a la gata madre es muy difícil. Ella se pone al pedo y saca sus garras y lucha y sí alguno quiere tener en su piel arañazos pués allá el. Yo no me expongo.
Pero en esos lapsos en donde sí pude conciliar el sueño tuve esto:
Una persona de la que nunca pude ver su cara me decía que él traía atados con masking tape unos sobres grandes de Nescafé. Y que los usaría sólo en caso extremos de nerviosismo o cuando de plano le comenzaran a temblar las manos. Yo le dije que nó. Que esos sobres me los mandó vía Estafeta un compadre que vive en Veracruz.
El hombre se fue y yo me quedé algo molesto. Porque solo vino a que se me hiciera agua la boca y no pude echarme mi cafecito. Bueno eso ya no importa.
Ahora me estoy dedicando a usar un arfefacto que parece como esas máquinas que tenían un chingo de botones. Tú los oprimías y luego jalabas una palaquita para abajo. Eran como unas máquinas sumadoras.
Luego en un ladito una rueda como esas que tenían los teléfonos antiguos con los números del cero al nueve . Siempre tuve la sensación de que les faltaba el número diez.
Luego tenía una bocina en donde podía escuchar a una pendeja insolente como esas del departamento de atención o de agresión al cliente de la Cía Hermanos Vázquez.
Le metía números , hablaba , giraba la ruedita. Este aparte debía entregarme al útimo medio kilo de huevos blancos . Si requería del los rojos habia que seguir otro procedimiento.
Luego pensé para que tanto brete mejor me voy a comprar una gallina ponedora y ya está.
Llego Lalo solo que ahora ya no lo soñé como cuando tenia diez años. Estaba largotón. Como de veinte años por lo menos.
Lalo me dijo que con sus habilidades, haría que el pinche aparato le diera huevos blancos y rojos. Yo le veía a la distancia y lo veia como hacía anotaciones como si de un matemático se tratara.
Lo dejé metido en resolver el problema y decidí darme un duchazo.
Entre al baño que tenía mi abuela en Mixcoac. Recuerdo que uno de los vidrios de la puerta sufrió una pedrada y se le hizo un agujerito. Me metí y extrañamente había mucho vapor. Intenté cerrar la puerta pero me encontré con que la cerradura estaba averiada. Intenté empujarla con mi pie desnudo y solo logré darme un golpe que a la larga me causó un hematoma.
Al darme vuelta vi a la fría que también se bañaba. Me miró sugestivamente. Y con esos ojos me pidió que le diera pá sus tunas. Yo que soy reconocedor del terreno supuse que no habría inconveniente de que alguien nos viera. Busqué un cepillo y lo metí entre el cerrojo y el agujero de la puerta. Esta quedó trabada. Cuando me ví con la fría que le comienzo a atorar, entre el sudor y el humo del vapor comencé a menearme dentro de ella hasta que no me pude contener y eyaculé.
Al despertar, me dirigí al baño, lo primero que reconocí fue que mis miados eran de color té intenso, como del color del vino tinto. Sepa Dios si estoy enfermo de un riñon o ya nos estoy como antes…
Original de Alfredo Arrieta Ortega
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu.
08 de mayo de 2011.
Estados Unidos Mexicanos.
Antes de que otra cosa suceda, te voy a decir que al filo de la madrugada el gato Pony no me dejó dormir. Este recabrón se pasó encima de la gata madre todo el tiempo aulle que aulle. Y lo que me temo es que ella acaba de parir no hace menos de un mes, por cierto de los cuatro gatitos que tuvo se robaron tres o los tiraron a la basura como es lo usual. El otro por fortuna tuvo el acomodo de un hogar y esto gracias a Juliana.
Ahora como están las cosas en pocos meses estaremos en la brega de colocar otros animalitos. Lo que sucede es que para agarrar a la gata madre es muy difícil. Ella se pone al pedo y saca sus garras y lucha y sí alguno quiere tener en su piel arañazos pués allá el. Yo no me expongo.
Pero en esos lapsos en donde sí pude conciliar el sueño tuve esto:
Una persona de la que nunca pude ver su cara me decía que él traía atados con masking tape unos sobres grandes de Nescafé. Y que los usaría sólo en caso extremos de nerviosismo o cuando de plano le comenzaran a temblar las manos. Yo le dije que nó. Que esos sobres me los mandó vía Estafeta un compadre que vive en Veracruz.
El hombre se fue y yo me quedé algo molesto. Porque solo vino a que se me hiciera agua la boca y no pude echarme mi cafecito. Bueno eso ya no importa.
Ahora me estoy dedicando a usar un arfefacto que parece como esas máquinas que tenían un chingo de botones. Tú los oprimías y luego jalabas una palaquita para abajo. Eran como unas máquinas sumadoras.
Luego en un ladito una rueda como esas que tenían los teléfonos antiguos con los números del cero al nueve . Siempre tuve la sensación de que les faltaba el número diez.
Luego tenía una bocina en donde podía escuchar a una pendeja insolente como esas del departamento de atención o de agresión al cliente de la Cía Hermanos Vázquez.
Le metía números , hablaba , giraba la ruedita. Este aparte debía entregarme al útimo medio kilo de huevos blancos . Si requería del los rojos habia que seguir otro procedimiento.
Luego pensé para que tanto brete mejor me voy a comprar una gallina ponedora y ya está.
Llego Lalo solo que ahora ya no lo soñé como cuando tenia diez años. Estaba largotón. Como de veinte años por lo menos.
Lalo me dijo que con sus habilidades, haría que el pinche aparato le diera huevos blancos y rojos. Yo le veía a la distancia y lo veia como hacía anotaciones como si de un matemático se tratara.
Lo dejé metido en resolver el problema y decidí darme un duchazo.
Entre al baño que tenía mi abuela en Mixcoac. Recuerdo que uno de los vidrios de la puerta sufrió una pedrada y se le hizo un agujerito. Me metí y extrañamente había mucho vapor. Intenté cerrar la puerta pero me encontré con que la cerradura estaba averiada. Intenté empujarla con mi pie desnudo y solo logré darme un golpe que a la larga me causó un hematoma.
Al darme vuelta vi a la fría que también se bañaba. Me miró sugestivamente. Y con esos ojos me pidió que le diera pá sus tunas. Yo que soy reconocedor del terreno supuse que no habría inconveniente de que alguien nos viera. Busqué un cepillo y lo metí entre el cerrojo y el agujero de la puerta. Esta quedó trabada. Cuando me ví con la fría que le comienzo a atorar, entre el sudor y el humo del vapor comencé a menearme dentro de ella hasta que no me pude contener y eyaculé.
Al despertar, me dirigí al baño, lo primero que reconocí fue que mis miados eran de color té intenso, como del color del vino tinto. Sepa Dios si estoy enfermo de un riñon o ya nos estoy como antes…
Original de Alfredo Arrieta Ortega
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu.
08 de mayo de 2011.
Estados Unidos Mexicanos.
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