Personas que viven en un volks wagen, pared, acera con figuras de mujeres desnudas, abuela,hotel, gente en un bar, mujeres en dos filas, mujer vestida de rojo.
Personas que viven en un volks wagen, pared, acera con figuras de mujeres desnudas, abuela,hotel, gente en un bar, mujeres en dos filas, mujer vestida de rojo.
En este solar descubro un volks wagen. Me dirijo a él. Veo que en su interior están varias personas con el tipo de gente de barrio. Rostros vulgares miradas hostiles. Adelante dos personas intentan entrar para cruzar. Los vulgares los miran con sonrisas burlonas como diciendo estos no saben ni a dónde quieren entrar. Les gritan para decirles que la única manera de que puedan cruzar y salir es meterse por la guantera. Hasta ese momento les debo de decir a ustedes que el volks wagen es tan grande que las personas vulgares caben todas de pie. Pues bien Los dos se introducen en la guantera. Claramente veo que hasta les sobra espacio. Yo les sigo para encontrarme con que hay alambre de púas. Como lagartija intento evadir las púas. Unas me raspan y me cortan otras no.
Logramos salir.
Adelante unos albañiles construyen una barda. La barda no está firme en el suelo. La barda está suspendida como unos cuarenta centímetros aproximadamente.
Logramos salir. Los dos me dicen hasta luego. Yo comienzo a caminar por la acera. Veo que en el suelo hay miles de figurillas en ónix. Las figuras son figuras de mujeres desnudas. Al pasar me agarran los tobillos y me rozan lo que pueden.
Me detengo en una casa. Entro. Veo un álbúm de fotografías. Lo levanto y comienzo a pasar sus hojas.
Una mujer anciana apaga las velas de un pastel La anciana lleva un suéter rosa y un corte de pelo parecida al que usaba Jaqueline. Me fijo con interés. Es mi abuela pero con otro peinado distinto. Ella no solía cambiar de peinado. Siempre usaba el mismo..
Se acerca mi tío Lalo. Me dice entre manoteos que intentan vender su casa. Yo le digo que no puedo hacer nada. Pero tienes un recurso tío le dije: Tú ya estás muerto pués vé y asustalos.. Sí eso haré.
Ahora estoy en la sala principal de un hotel. Un hombre vestido de traje azul saco con botones dorados les muestra a un grupo los sitios en dónde estuvo tal cosa. ¿Le pregunto intrigado como sabe él exactamente en donde estuvieron hasta los muebles? Me responde que aquí estuvo el hotel Majestic que se derrumbó con el terremoto. ¿ Que no fue el Hotel Regis? No me dice fue el Majestic. Estoy seguro que fue el hotel Regis.
Intento salir. Entro a un bar. Hay muchas personas tomándo vino tinto. Debo salir. Se forman dos filas una de ida y otra de regreso. Debo decir que todas las personas que vienen y van son mujeres. Se hace un tumulto , las tipas comienzan a aventarse unas con otras. Incluso una de ellas se hace para atrás y siento perfectamente sus nalgas y su espalda sobre mí. Una mujer vestida de rojo y zapatos de charol del mismo color me dice que esas mujeres no saben comportarse en público. Deben estar calientes me dice. Le respondo que eso debe ser. Yo también estoy caliente y no me ando arrojándo como ellas. Al saber su respuesta le digo que subámos al cine. Me hace caso. Buscamos dónde sentarnos.
Ella se topa con fichas en el suelo, las hace a un lado con su pie. Encuentra un lugar que le place. Me pide que me siente , le hago caso la mujer se sienta sobre mí y comienza a moverse. No puedo evitarlo , se me para el chile. Le digo que espere a que apaguen la luz. Ella me responde que no le importa. Se acerca una joven nos ofrece chocolates. Le compro dos e intentamos comérnoslos.
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra
Nec spe, nec metu
15 de febrero de 2014.
Estados Unidos mexicanos.
En este solar descubro un volks wagen. Me dirijo a él. Veo que en su interior están varias personas con el tipo de gente de barrio. Rostros vulgares miradas hostiles. Adelante dos personas intentan entrar para cruzar. Los vulgares los miran con sonrisas burlonas como diciendo estos no saben ni a dónde quieren entrar. Les gritan para decirles que la única manera de que puedan cruzar y salir es meterse por la guantera. Hasta ese momento les debo de decir a ustedes que el volks wagen es tan grande que las personas vulgares caben todas de pie. Pues bien Los dos se introducen en la guantera. Claramente veo que hasta les sobra espacio. Yo les sigo para encontrarme con que hay alambre de púas. Como lagartija intento evadir las púas. Unas me raspan y me cortan otras no.
Logramos salir.
Adelante unos albañiles construyen una barda. La barda no está firme en el suelo. La barda está suspendida como unos cuarenta centímetros aproximadamente.
Logramos salir. Los dos me dicen hasta luego. Yo comienzo a caminar por la acera. Veo que en el suelo hay miles de figurillas en ónix. Las figuras son figuras de mujeres desnudas. Al pasar me agarran los tobillos y me rozan lo que pueden.
Me detengo en una casa. Entro. Veo un álbúm de fotografías. Lo levanto y comienzo a pasar sus hojas.
Una mujer anciana apaga las velas de un pastel La anciana lleva un suéter rosa y un corte de pelo parecida al que usaba Jaqueline. Me fijo con interés. Es mi abuela pero con otro peinado distinto. Ella no solía cambiar de peinado. Siempre usaba el mismo..
Se acerca mi tío Lalo. Me dice entre manoteos que intentan vender su casa. Yo le digo que no puedo hacer nada. Pero tienes un recurso tío le dije: Tú ya estás muerto pués vé y asustalos.. Sí eso haré.
Ahora estoy en la sala principal de un hotel. Un hombre vestido de traje azul saco con botones dorados les muestra a un grupo los sitios en dónde estuvo tal cosa. ¿Le pregunto intrigado como sabe él exactamente en donde estuvieron hasta los muebles? Me responde que aquí estuvo el hotel Majestic que se derrumbó con el terremoto. ¿ Que no fue el Hotel Regis? No me dice fue el Majestic. Estoy seguro que fue el hotel Regis.
Intento salir. Entro a un bar. Hay muchas personas tomándo vino tinto. Debo salir. Se forman dos filas una de ida y otra de regreso. Debo decir que todas las personas que vienen y van son mujeres. Se hace un tumulto , las tipas comienzan a aventarse unas con otras. Incluso una de ellas se hace para atrás y siento perfectamente sus nalgas y su espalda sobre mí. Una mujer vestida de rojo y zapatos de charol del mismo color me dice que esas mujeres no saben comportarse en público. Deben estar calientes me dice. Le respondo que eso debe ser. Yo también estoy caliente y no me ando arrojándo como ellas. Al saber su respuesta le digo que subámos al cine. Me hace caso. Buscamos dónde sentarnos.
Ella se topa con fichas en el suelo, las hace a un lado con su pie. Encuentra un lugar que le place. Me pide que me siente , le hago caso la mujer se sienta sobre mí y comienza a moverse. No puedo evitarlo , se me para el chile. Le digo que espere a que apaguen la luz. Ella me responde que no le importa. Se acerca una joven nos ofrece chocolates. Le compro dos e intentamos comérnoslos.
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra
Nec spe, nec metu
15 de febrero de 2014.
Estados Unidos mexicanos.
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