Árbol , catana, pistola de risa.
Árbol , catana, pistola de risa.
Voy con un grupo de personas. No veo sus rostros pero van conmigo. Nos dirigimos a un monte.
Son las cinco de la tarde. Adelante podemos divisar el árbol. Vamos….
El árbol tiene ramas de más. Comienzo a revisar sus raíces y también su hojas. Los demás están en contemplación. Orale ¡ ayúdenme ¡ ¡No se queden parados ¡. Hay mucha gente inútil por todas partes.
Cuando termino de revisar el árbol me recuesto a su lado. Con una sábana blanca me cubro. Los que van me preguntan que sí me voy a dormir. Claro es una buena tarde, sopla el viento caliente y es Otoño..
Entro en sueño profundo…..
Pasa un largo rato.
Me despiertan para decirme que la negra noche ya está aquí. Me quito la sábana. Efectivamente es de noche. Pues váyanse..
Las personas me dicen que no saben como regresar.
¿ se les acabó el mundo?.
No tenemos lámparas y el camino de regreso es abrupto.
Toco mi cara. Pienso. En verdad estos son unos inútiles..
Me levanto después de quitarme las hojas secas.
Les muestro mis manos. Miren miren. Fíjense el poder que tengo.
De mis manos brota una luz intensa. Quizá más intensa que la luz de la luna.
Les pido que extiendan sus manos.
Así lo hacen.
Paso mis manos suavemente por las manos de todos y sus propias manos adquieren mi luz..
Ahora vayan. Bajen por la vereda. No hay problema. Nada más culebras . Según me han dicho hay muchas…
Escucho muchas voces alteradas. Así que voy a ver que sucede.
Un grupo numeroso tiene rodeado y detenido a un sujeto. Le pregunto a una anciana . Ella me responde que lo agarraron robando en una casa. Dentro de la casa estaba robando? Sí es ya de todos conocido. Lleva así varios años y ya estamos cansados. Además no se conforma con lo que roba.
¿ No?.
Este maldito viola a la mujer que se encuentre.
Me meto entre todas estas personas.
Le pregunto al hombre atrapado:
¿Usted roba?
Sí señor….
¿Y porque roba?
¿Por necesidad?
¿Y qué necesita?
¿Todo señor….
¿Me dicen que también viola?
Sí señor….
¿Y porqué viola?
Porque me gusta señor…
Hmm…
Hago justicia.
Me alejo tres pasos. Saco mi catana , doy varios giros al aire y ¡zaz¡
Limpiamente le cortó las dos orejas..
Veo como la sangre le brota. El hombre ladrón-violador no se inmuta.
También te cortaré las manos.
Sí señor. Esta bien.
Hago lo mismo, tres giros al aire y zaz ¡ De nuevo.
Las manos del infeliz caen al suelo..
Me guardo la catana…
A mis espaldas escucho:
¿Señor señor?
Usted me cortó las orejas y las manos. Pero no es suficiente.
¿No te parece suficiente?
¿Porque razón?
Porque yo seguiré violando…
Hmm…
Haré justicia.
Me regreso. Sacó de nuevo mi catana. Dos y tres giros en el aire y zaz¡
Le corto los huevos.
Poco antes de despertar entro a una lonchería. Un hombrecillo sabe quién soy y se oculta.
La encargada del negocio me dice que este señor la acaba de robar. Que sí puedo hacer algo.
Si claro…
No traigo la catana.
¿ Dónde la dejé?
No importa. Traigo una pistola.
Me acerco buscando al individuo.
Le apunto y disparo.
Sale una bala gorda como sí se asomara. Cae al suelo y escucho un pluf.
Esta pistola es de risa.
El hombrecillo se burla.
Le digo que yo no me ando con chiquitas. Voy y vengo.
Llegó a una casa. Parece que es la casa mía.
Una mujer alta guera me recibe.
¿ Y ora tú?
Vengo por mi catana..
Comienzo a buscar en los cajones. No hay nada..
La mujer me dice que sí no encuentro la catana que me lleve el machete pal caso es lo mismo…
Regreso a la fonda. Le pregunto a la mujer por el hombrecillo. No sé. Salió apresurado…
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra
Nec spe, nec metu
10 de febrero de 2014.
Estados Unidos Mexicanos.
Voy con un grupo de personas. No veo sus rostros pero van conmigo. Nos dirigimos a un monte.
Son las cinco de la tarde. Adelante podemos divisar el árbol. Vamos….
El árbol tiene ramas de más. Comienzo a revisar sus raíces y también su hojas. Los demás están en contemplación. Orale ¡ ayúdenme ¡ ¡No se queden parados ¡. Hay mucha gente inútil por todas partes.
Cuando termino de revisar el árbol me recuesto a su lado. Con una sábana blanca me cubro. Los que van me preguntan que sí me voy a dormir. Claro es una buena tarde, sopla el viento caliente y es Otoño..
Entro en sueño profundo…..
Pasa un largo rato.
Me despiertan para decirme que la negra noche ya está aquí. Me quito la sábana. Efectivamente es de noche. Pues váyanse..
Las personas me dicen que no saben como regresar.
¿ se les acabó el mundo?.
No tenemos lámparas y el camino de regreso es abrupto.
Toco mi cara. Pienso. En verdad estos son unos inútiles..
Me levanto después de quitarme las hojas secas.
Les muestro mis manos. Miren miren. Fíjense el poder que tengo.
De mis manos brota una luz intensa. Quizá más intensa que la luz de la luna.
Les pido que extiendan sus manos.
Así lo hacen.
Paso mis manos suavemente por las manos de todos y sus propias manos adquieren mi luz..
Ahora vayan. Bajen por la vereda. No hay problema. Nada más culebras . Según me han dicho hay muchas…
Escucho muchas voces alteradas. Así que voy a ver que sucede.
Un grupo numeroso tiene rodeado y detenido a un sujeto. Le pregunto a una anciana . Ella me responde que lo agarraron robando en una casa. Dentro de la casa estaba robando? Sí es ya de todos conocido. Lleva así varios años y ya estamos cansados. Además no se conforma con lo que roba.
¿ No?.
Este maldito viola a la mujer que se encuentre.
Me meto entre todas estas personas.
Le pregunto al hombre atrapado:
¿Usted roba?
Sí señor….
¿Y porque roba?
¿Por necesidad?
¿Y qué necesita?
¿Todo señor….
¿Me dicen que también viola?
Sí señor….
¿Y porqué viola?
Porque me gusta señor…
Hmm…
Hago justicia.
Me alejo tres pasos. Saco mi catana , doy varios giros al aire y ¡zaz¡
Limpiamente le cortó las dos orejas..
Veo como la sangre le brota. El hombre ladrón-violador no se inmuta.
También te cortaré las manos.
Sí señor. Esta bien.
Hago lo mismo, tres giros al aire y zaz ¡ De nuevo.
Las manos del infeliz caen al suelo..
Me guardo la catana…
A mis espaldas escucho:
¿Señor señor?
Usted me cortó las orejas y las manos. Pero no es suficiente.
¿No te parece suficiente?
¿Porque razón?
Porque yo seguiré violando…
Hmm…
Haré justicia.
Me regreso. Sacó de nuevo mi catana. Dos y tres giros en el aire y zaz¡
Le corto los huevos.
Poco antes de despertar entro a una lonchería. Un hombrecillo sabe quién soy y se oculta.
La encargada del negocio me dice que este señor la acaba de robar. Que sí puedo hacer algo.
Si claro…
No traigo la catana.
¿ Dónde la dejé?
No importa. Traigo una pistola.
Me acerco buscando al individuo.
Le apunto y disparo.
Sale una bala gorda como sí se asomara. Cae al suelo y escucho un pluf.
Esta pistola es de risa.
El hombrecillo se burla.
Le digo que yo no me ando con chiquitas. Voy y vengo.
Llegó a una casa. Parece que es la casa mía.
Una mujer alta guera me recibe.
¿ Y ora tú?
Vengo por mi catana..
Comienzo a buscar en los cajones. No hay nada..
La mujer me dice que sí no encuentro la catana que me lleve el machete pal caso es lo mismo…
Regreso a la fonda. Le pregunto a la mujer por el hombrecillo. No sé. Salió apresurado…
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra
Nec spe, nec metu
10 de febrero de 2014.
Estados Unidos Mexicanos.
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