OFICINA, RETRETE, FIRMA, FLACOS, TEMPLADA , FLORES…
No sé que puede tener de espectacular trabajar en una
oficina. Es una de las actividades más tediosas. Llevar papeles de aquí para allá, tolerar las
caras de cientos de imbéciles conocidos de los que sabes muchas cosas. De tener
que soportar los regaños, las jetas del
jefe. Además de todos esos el fastidios de las horas que pasan lánguidas, muertas
. Es pués una especie de cárcel en donde te consumes y además nadie te lo
agradece.Se te acaban los ojos, la columna se reblandece y como sí no lo
supiera estás esperanzado a la quincena pinchurrieta que nunca te saca de
pobre.
Después cuando te percatas ya te jubilaron. Es decir. Te
jubilas para esperar la calaca. La
norma: trabajar para jubilarte. No pós sí. Que bello.
Ver que perteneces a esos individuos de gris, que perteneces al grupo de los
hombres del salario. Eso no es vida.
Puestos a escoger prefiero vivir en el campo. Aunque sé que
es una chinga de aquellas. Pero al menos ahí respiras. Puedes caminar entre la
tierra, puedes descubrir las tonalidades del verde y gentes no maleadas como
decía mi abuela..
Pasar años encerrado en una oficina. No es cosa de Dios. Quién sabe porqué se inventaron estas cárceles
administrativas.
Y como no hay escape, me encuentro en una de ellas. No sé que
estoy dormido ni en sueño profundo. Estoy en esa irrealidad pero no me percato.
Es un área parecida a dónde estuve enclaustrado por más de veinte años. Tiene
alfombra. Hay un grupo de secre gatas, me miran como al más perfecto extraño. No
saben que tan sociable puedo ser. Sus
miradas son de intriga.
Una de ellas me dice que puedo entra para hablar con el
Licenciado Pepe.
Me señala con la mano y entró.
El tal Pepe me es un rostro
familiar. Un hombre cerdo. Es muy parecido a un actor del que nunca supe
su nombre.
Tiene un bigote ralo, una mancha negra en el brazo. Es más bien cómo un lunar.
Dicen que si no te los tratas, los lunares con el tiempo pueden degenerar
en algún tipo de cáncer maligino. ¿Le digo al Pepe que sí ya se atendió el lunar.?. Agacha las cejas como preguntándose que le importa a este mi lunar.
Saca unos papeles engrapados. Me dice que ahí viene las normas para que yo pueda
trabajar. En este pinche país para todo te ponen obstáculos bastaría con que la
persona tuviera ganas y necesidad. Aquí todo eso sobra.
Pasan tres meses. Parece que están conformes con mi
despempeño. De ellos tampoco espero nada. En la realidad nunca me dieron un
ascenso,. Siempre decían que acudiera
con mi nuevo jefe. Es decir un nuevo pendejo temporal que ni leer sabía.
Incluso tuve una jefa. Que estaba loca. Sacaba su cuchara y
se enchinaba las pestañas. Me preguntaba por los precios del maíz y como cuanto
sería el rendimiento por hectárea. Iba de un tema a otro con facilidad. Ninguna
de sus ideas disparatadas servía.
Después de esa jornada larga de tres meses, decidí sentarme
en un patio de butacas. Es un Teatro enorme, con alfombra roja, paredes
retocadas Art Decó. Buen sitio. Hay
mucha luz. Me pregunto como de cuanto les llegara el recibo. Y si en verdad pagan lo justo o
hay por ahí un arreglo a escondidas para pagar menos.
Una de las secre
gatas se acerca y me dice que ya no
regrese que el tal Pepe dijo que si me
veían que me dijeran que ya no
regresara. Y que sí pensaba demandarlo él tenía un documento que le amparaba.
La vi. Le dije
que me hiciera un favor. Que le dijera
al tal Pepe que se fuera a la mierda.
Sin pesar pero con una revoltura de estómago por el coraje.
Le dije a una acomodadora del Teatro que necesitaba cagar antes de que la
función comenzara. Ella me respondió que no era necesario acudir a los baños
laterales porque los asientos estaban diseñados para convertirse en retretes a
mi deseo. ¿Y en donde le aprieto?. Le pregunte. Ella, buscó un botón lateral que decía baño. Lo
oprimió con su mano blanca y que creen.? Ante mis ojos el asiento o butaca comenzo
a moverse para los lados, sacó otros artefactos y se transformó en un baño. Aquí
puede usted cagar. Me dijo. ¿Pero enfrente de todos?. Ni que fuera la congelada
le respondí. La mujer hizo una cara como diciendo no sé de qué me habla.
Procedí a bajarme los pantalones con la mejor discreción que pude. Tal parece que
a nadie le interesa o es una
manera tan común que se volvió
intrascendente.
Cagué como Dios. Y justo antes de que la función comenzara……
Al salir una mujer que se decía representante de la mayonesa
Mac Cormik me pidió tomara un papel de
tres hojas en dónde me advertían una
serie de cosas. La mire en tanto subía por una escalera. Le dije que no pensaba
recibir a nadie de su empresa. Dígales a esos que no iré nunca. La mujer de tipo japonés abrió sus ojos de
raya.
Dos flacos caminan por
debajo de la banqueta. Uno de ellos me mira con enojo. Tal parece que en
los sueños siempre me topo con un pendeciero. Mi norma es: No me molestas y son
un dulce. Métete conmigo y y aténte.
Estoy tentado a
preguntárle al escuálido que le hice
para que me mire de tal forma pero no puedo hacerlo porque del lado derecho veo
que la templada se mete a un edificio viejo…Decido seguirla..
Ella no sabe que voy detrás. Soy una especie de sombra –sueño.
Sube por una escalera de madera. En este
lugar todo es viejo, enmohecido.
Se detiene en una puerta, mira para los dos lados con el
propósito de ver que nadie vea.
Entra y cierra la puerta lentamente.
Yo como sombra que se precie no necesito llave y cruzo la
pared.
La templada se
desviste. Curiosamente no me había percatado
que encuerada esta preciosa, con su rulos y sus carnes duras. Se acuesta
mostrando el contorno de su espalda, se queda dormida. Tomo una silla y me
siento. Vigilo su sueño. Miro el reloj, son las doce o cerca de las doce.
En el patio de
edificio están haciendo aeróbics. Personas de todas las edades se mueven de aquí
para allá.
Escucho la música pero no quiero despertar. Se abre una
puerta. Entra dos largotones. Me dicen que traen una flores lilas para mi mamá.
Saco la cara y les digo que las dejen en la cama. Son flores de naturaleza muerta.
Original de Alfredo Arrieta
Para elepueblodetierra.
Nec spe, nec metu.
15 de Julio de 2012.
Estados Unidos mexicanos.
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