ESTANQUE, OPERA, LEON DESTRIPADO.
A todos ustedes les recomiendo que
nunca compren una mascota y menos si no saben las dimensiones que tomará.
Luigui es una tortuga macho que ha
crecido a lo bestia. Tanto así que no tengo más opción que hacerle un estanque.
Primero elaboro un proyecto. Dibujo, aunque siempre fui un papanatas en esos de
los dibujos. Nunca pude ni delinear una
manzana.
¿Pero quién no puede hacer un rectángulo?.
Lo que deben de considerar también son los gastos financieros. No es tan fácil. A
mí me resultó bastante oneroso. Y eso
que no conté con la mano de obra. Yo mismo y con mis propias manos la construí.
Esperándo que por lo menos no se le vaya asalir el agua..
Cuando la terminé decidí que era
hora de la prueba final.
Procedí a colocar una gruesa
manguera. El agua salía a chorros.
Cuando consideré que el resultado había sido perfecto fui por Luigui. A la tortuga tengo que levantárla
patas pá arriba. De no hacerlo es capaz que me arranca un cacho. ¿De que tamaño
es Luigui?. Imagínatela que pesa ciento veinte kilos.
La llevo como
los panaderos cuando van con su canasto.
Luego en un acto rápido la arrojo al
agua.
La tortuga se desplaza con rapidez
hasta el otro extremo. También me introduzco. Al verme desde lejos incia su desplazamiento
con tal rapidez que tengo que salir abruptamente de un salto. Casi me muerde.
¡
Pinche animal. Soy tu amo ¡. El que te dá de comer y me muerdes. No sé porque
los animales no agradecen…. Tanto que gasté….
2.-
Estoy mirándo unos muebles. En uno
de ellos descansa un aparato. Hay imágenes de
María Callas. Dos mujeres jóvenes se acercan y me preguntan ¿que quién
es?. ¿Qué quién es quién?.¿ Yo?.
No-
La que canta..
Ah¡ la que canta es Mária.
Ellas me dicen que están aquí porque les
dijeron que vendían muebles antiguos. Comienzan a ver. Yo les muestro. La más graciosa dice que este mueble que está acá no
lo compraría. No le digo que es el mismo que tengo en mi casa.
Le quitan con el dedo el polvo
acumulado. Les digo que ese no es problema. Polvo somos y polvo seremos….
Les digo que me digan cual mueble
quieren porque tengo que asistir a jugar con unas pelotas de colores.
Ellas dicen que me acompañan.
Vámos a un centro deportivo. Hay una
gran cancha de pasto. En medio del lugar un hombre vestido como beisbolista
arroja una pelotas de color verde. Son
de un verde nítido. Cuando las pelotas van el el aire se detiene suspendidas,
luego comienzan a girar y a hacer todo
tipo de suertes.
Un hombre me dice que le gusta el
acto que está contemplando. Luego como
que me agarra confianza y me dice que le acompañe a ver a su hija. Su hija me
va platicando construyó un castillo con muchas piezas.. Le puso hasta puentes
colgantes.
Abre una puerta que apenas se
descubre. El caso es que está pintada
del mismo color que la pared.
Efectivamente veo un castillo. Hasta
luces tiene. Se ve que la hija de este
señor se empeñó. Es probable que con el tiempo se convierta en arquitecta.
Quién lo sabe.
Después me dice que le espere porque
tiene que darle de comer a un león.
Sube por una
escalera colgada. Llega a la cueva. Sale un león de los meros bravos. Ruge tan fuerte. El
hombre a pesar de que le da de comer diariamente su carne de caballo se aterra.
Nunca había visto al rey tan enojado. El hombre saca un cuchillo y lo raja por
la panza.
El león no muere, de un zarpazo le
arranca el pantalón, el hombre queda con
los huevos al aire. El león le lanza una
mordida pero no lo pepena. Por poco los pierde.
Como yo no soy héroe espero que la
situación se calme. Que el hombre muera, que el león muera. Cosa que no sucede.
Los dos terminan por agotarse. El león
se duerme. El hombre se levanta con la ropa desgarrada. Me dice que estuvo
cerca.
Si fuera contable diría que son más de cien
arañazos….
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
19 de Julio de 2012.
Estados Unidos.
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