LA TEMPLADA.
Le hizo caso ese viernes por el medio día, le pidió que
fuéran al campo. Fue entonces que recordó sus tiempos y le dijo que compráran
carne, carbón y una botella de tinto.
Tomáron la carretera para perderse. Pero no importó .Estaban en aquellos
momentos que el aire penetra
potente, directo en la nariz, y lo inhalas y sientes que estás vivo….
Buscáron un sitio
aparte, y lo encontraron, siempre
encuentras un sitio.
La vista es de impacto: árboles de color intenso, follajes.
Aves migratorias, sol.
Ella sentada de medio
lado le dijo que nadaría en ese río:
Yo recuerdo aquel día
que se fueron a bañar
aquel agua tan fría
y su forma de nadar.
Usted secaba sus manos
ella miraba una flor
sus cuerpos mojados
bajo los rayos del sol.
que se fueron a bañar
aquel agua tan fría
y su forma de nadar.
Usted secaba sus manos
ella miraba una flor
sus cuerpos mojados
bajo los rayos del sol.
Comenzó a desnudarse y como si fuera experta se arrojó. Así
fue que la vió .El agua estaba mansa,cristalina. Se levantó para asomarse. Se
desplazaba con tal habilidad que parecía un pecesito dorado, abría las piernas,
se impulsaba, giraba de medio torso. El ver a una mujer por detrás y en el agua
es cosa de asombro..No lo dudes…
Le hubiera gustado
tenerla en una pecera y a manera de sirena se deslizara. Que pegara su
cara en el cristal y que con una mano le dijera ven…
Quiso llamarla la pescadito pero las cosas le llevaron a más.
Al filo de las cuatro el cielo comenzó a tronar y antes
de que pudieran hacer algo el chaparrón les
atrapó.
Sus instintos les pedían buscar refugio pero no lo hicieron.
Se quedaron en medio de ese campo, y los rayos cayeron. Y el agua magnificó
todo……
Tardes después……
Lleva ya varios días diciéndole que le traiga un ungüento de chocolate. ¿Ah
Dios?. A poco hay unguetos de
chocolate?. Dice que sí…..
Primero le habló de su gato. Le decía que lo tenía siempre
echado a sus pies. Y usted como tiene una
imaginación que podríamos decir es impecable pús la imaginó:
Y ahí estaba dormida, sugerente. Era distina a la fría con
su pijama de estambre y su gorro de Mickey.
No la templada era otra cosa. Y es que sí la conocieras
huyyy noo. No sabes….
Ella llego ayer en la
madrugada. No sabe ni cómo se
metió. Debió haber vigilado sus pasos y le siguió luego espero dentro de un carro a que usted
llegara. ¿Y usted ? Ni enterado.
El caso fue que entró
por la cocina. A pesar de que tiene buen
oído nunca se percató..
Se metió fugaz y
luego se fue acurrucando hasta abrazarle. ¿Usted ?. Usted andaba en la problemática de resolver que a unos
forajidos les dieran balas de plata. Dizque debían de ir a matar a un oso.
La templada le fue proporcionando calor que de por sí ya
traía. Sintió sus piernas que le
atrapaban.
Le dijo al encargado del almacén que por favor también
abasteciera de harinas, cafés y todos los implementos suficientes para que los forajidos no tuvieran excusa de que no
pudieron a atrapar al plantígrado..
Que le puedo decir. También sintió su calor. Era un calor suave. La templada
estaba desnuda, era una mujer impresionante. Sus senos calientes rozaban su espalda,
sus muslos perfectos le atenazaban.
Una de las cosas que tampoco deben olvidar les dijo es que lleven linimentos para ponerles en las
patas a los cuacos. No vaya a ser que se les doble una y en el campo abierto.
¿Y porque no le dice pescadito?.
Es que ella cuando llegó y se metió a mi cama me dijo que no
era pescado. ¡Soy la templada ¡. Me dijo en la oreja. ¿Te gusta como me
dicen?...
Acercó su cara a su nuca , comenzó a darle besos de tal
húmedad que primero pensó eran los
calores que se dan en el
norte de la ciudad o quizá por el
calentamiento global pero nó. El calor
emanaba de sus labios carnosos, sí como los de la foto borrosa. Se antojan..
Entre abrió un ojo y que la vé. Soy la templada le dijo
suavecito. Se giró y que le vuelve a besar. Desde entonces la amó. Que mujer.
Se subió encima de usted y comenzó a moverse, con ritmo suave, delicado pero suave. Decidió
que era hora de tocarla. Así que deslizó una de sus manos hasta llegar a su sonrosada alcancía. Que suave su espalda, sus nalgas qué duras.
La noche era la noche cómplice.
La templada se levantó en esa negrura para regresar con un postre de chocolate.
Comenzó a untarle de esa cosa por todo el cuerpo parecía usted un negro azul. Sólamente le
faltaba que le dijera güero bembón.Nada más sus ojos claros sobresalían.
La dejó hacer. Ese era su deseo y usted no es nadie para no complacer los requerimientos de la
mujer.
Casi se termina el frasco . luego se trepó encima de
su persona y cómo dice la canción comenzó a quitarle los excesos dulces.
Lamía y besaba, besaba y lamía.
¿Usted ?. También.
Cabe decir que los dos acabáron con las lenguas negras…..
Fue empezando a
comprender los alcances de esta femenina . De ojos negros, de boca borrosa, de
labios de almíbar.
Por el amanecer comenzó a vestirse, vió de nuevo sus senos duros, sus senos cerezas. Le dijó que antes de que se fuera le
dejara libarlos una vez más . No se hizo del rogar y se los entregó. Bebió y bebió.
Acto seguido buscó su cepillo y se lo pasó por sus cabellos, le miró con una
mirada fina, plagada de ternura, y se fue.
A filo de las nueve
con veintidós, le despertó el asistente del
mercader. Le dijo que había ocurrido una
tragedia. ¿Pús que pasó le pregunto?.
El oso se los comió….
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
7 de Julio de 2012.
Estados Unidos Mexicanos.
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