Edificio rosa, policía al que acompaño, el cáncer de Sara.
Edificio rosa, policía al que acompaño, el cáncer de Sara.
Doblo por la calle de Medellín. Es una calle estrecha. Apenas pasan las personas, los carros estacionados apenas permiten el paso.
En la esquina hay un edifico antiguo. Lo acaban de remodelar, les quedó perfecto.
Por el segundo piso veo las ventanas abiertas, un joven muchacho sale, se agarra de los pilares y de una ventana se mete a otra. Tiene el peligro de caer pero parece que no aprecia su vida.
Entro. Una mujer vestida de negro, de pelo negro y muy parecida a Ofelia Guilmáin me da la bienvenida. Me dice que me mostrará los departamentos. Todos están acondicionados. El edificio tiene cien años, se le cambió todo, las instalaciones eléctricas, se cambió toda la plomería. Es decir quedó cómodo y funcional me dice.
Con la mano me pide acompañarle. Entramos a un departamento. Es espacioso, parece que viviré a gusto aquí. Luego de verlo por completo le pregunto por el costo?
Ella saca unos papeles y me da los datos oportunos, precisos.
Le doy las gracias y salgo.
Una vez en la calle pienso que el departamento es muy agradable pero la cantidad enorme que me piden por él nunca la lograría. Ni en sueños…
Me dice un policía robusto que sí yo ví a otro policía arremeter a golpes a un anciano paralítico?
Sí yo estaba aquí parado porque subí a ver un departamento. Al salir ví que un policía se acerco a un señor en silla de ruedas y con su garrote comenzó a darle duro¡.
Y usted porque no hizo nada me pregunto?
Porque cuando reaccioné el policía se subió a su patrulla, le metió la pata y se fue a toda velocidad.
Y usted me podría a acompañar a la demarcación para que diera esta declaración?
Sí claro.
Nos vamos caminando.
El policía me dice que el señor golpeado está en el hospital, se encuentra grave. La golpiza que le metieron es de cuidado.
Y porque le pegaría?
No lo sé bien a bien, lo que sí sé es que el policía golpeador es hijo del paralítico.
El hijo golpeando al padre?
Sí ya sabe usted que todo es frío en la actualidad me dijo.
Una mujer recibe una llamada.
Responde y pasa el teléfono a otra. La otra lee o intenta leer un mensaje.
El mensaje es escrito con una letra de doctor, no le entiende nada.
La segunda mujer me pasa el recado. Comienzo a leerlo. Y sí puedo entenderlo perfectamente.
Les digo que les voy a enseñar un periódico. Lo saco, lo extiendo, y les voy diciendo los pies de las fotografías.
Se trata de Sara. Ella es escritora, hace películas, toma fotografías, es una artista completa.
El caso es que ahora al leer el mensaje descifro que Sara tiene cáncer. Cáncer en los dos senos.
A sara le pasó lo mismo que a mi abuela. Se los van a extirpar. Y que le quiten los senos a una mujer de 35 años como que no va. Pero es la realidad.
Las dos mujeres se conpungen, lloran . Y me preguntan que sí no hay remedio?
No no lo hay.
Se abre una puerta, entra Sra. Ella viene alegre, es una luz de maravilla.
Las mujeres me miran como diciendo tú le dices Alfredo. Como no tengo de otra me armo de valor y le digo:
Sara , te tengo malas noticias..
Sara me mira desconcertada.
Le digo: Sara nos acaba de llegar una llamada y un mensaje.
Sí y?
Lo leímos, nos informan que tienes cáncer.
Cáncer?
Sí.
Y qué más?
Que te van a extirpar los dos senos.
Sara comienza a llorar, sale rápidamente y corre por la calle.
Yo salgo detrás de ella. Le grito: Sara, Sara. Ella no se detiene, corre y corre. Sara se resbala, cae y se desmaya.
Yo me acerco, me pongo de rodillas, la tomo con suavidad. Llega una patrulla, se abre la puerta, se asoma el policía, me pregunta que qué le pasó a la mujer?
Esta desahuciada.
El policía no se inmuta.
Me dice: Todos lo estamos….
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
25 de enero de 2015.
Estados Unidos Mexicanos.
Doblo por la calle de Medellín. Es una calle estrecha. Apenas pasan las personas, los carros estacionados apenas permiten el paso.
En la esquina hay un edifico antiguo. Lo acaban de remodelar, les quedó perfecto.
Por el segundo piso veo las ventanas abiertas, un joven muchacho sale, se agarra de los pilares y de una ventana se mete a otra. Tiene el peligro de caer pero parece que no aprecia su vida.
Entro. Una mujer vestida de negro, de pelo negro y muy parecida a Ofelia Guilmáin me da la bienvenida. Me dice que me mostrará los departamentos. Todos están acondicionados. El edificio tiene cien años, se le cambió todo, las instalaciones eléctricas, se cambió toda la plomería. Es decir quedó cómodo y funcional me dice.
Con la mano me pide acompañarle. Entramos a un departamento. Es espacioso, parece que viviré a gusto aquí. Luego de verlo por completo le pregunto por el costo?
Ella saca unos papeles y me da los datos oportunos, precisos.
Le doy las gracias y salgo.
Una vez en la calle pienso que el departamento es muy agradable pero la cantidad enorme que me piden por él nunca la lograría. Ni en sueños…
Me dice un policía robusto que sí yo ví a otro policía arremeter a golpes a un anciano paralítico?
Sí yo estaba aquí parado porque subí a ver un departamento. Al salir ví que un policía se acerco a un señor en silla de ruedas y con su garrote comenzó a darle duro¡.
Y usted porque no hizo nada me pregunto?
Porque cuando reaccioné el policía se subió a su patrulla, le metió la pata y se fue a toda velocidad.
Y usted me podría a acompañar a la demarcación para que diera esta declaración?
Sí claro.
Nos vamos caminando.
El policía me dice que el señor golpeado está en el hospital, se encuentra grave. La golpiza que le metieron es de cuidado.
Y porque le pegaría?
No lo sé bien a bien, lo que sí sé es que el policía golpeador es hijo del paralítico.
El hijo golpeando al padre?
Sí ya sabe usted que todo es frío en la actualidad me dijo.
Una mujer recibe una llamada.
Responde y pasa el teléfono a otra. La otra lee o intenta leer un mensaje.
El mensaje es escrito con una letra de doctor, no le entiende nada.
La segunda mujer me pasa el recado. Comienzo a leerlo. Y sí puedo entenderlo perfectamente.
Les digo que les voy a enseñar un periódico. Lo saco, lo extiendo, y les voy diciendo los pies de las fotografías.
Se trata de Sara. Ella es escritora, hace películas, toma fotografías, es una artista completa.
El caso es que ahora al leer el mensaje descifro que Sara tiene cáncer. Cáncer en los dos senos.
A sara le pasó lo mismo que a mi abuela. Se los van a extirpar. Y que le quiten los senos a una mujer de 35 años como que no va. Pero es la realidad.
Las dos mujeres se conpungen, lloran . Y me preguntan que sí no hay remedio?
No no lo hay.
Se abre una puerta, entra Sra. Ella viene alegre, es una luz de maravilla.
Las mujeres me miran como diciendo tú le dices Alfredo. Como no tengo de otra me armo de valor y le digo:
Sara , te tengo malas noticias..
Sara me mira desconcertada.
Le digo: Sara nos acaba de llegar una llamada y un mensaje.
Sí y?
Lo leímos, nos informan que tienes cáncer.
Cáncer?
Sí.
Y qué más?
Que te van a extirpar los dos senos.
Sara comienza a llorar, sale rápidamente y corre por la calle.
Yo salgo detrás de ella. Le grito: Sara, Sara. Ella no se detiene, corre y corre. Sara se resbala, cae y se desmaya.
Yo me acerco, me pongo de rodillas, la tomo con suavidad. Llega una patrulla, se abre la puerta, se asoma el policía, me pregunta que qué le pasó a la mujer?
Esta desahuciada.
El policía no se inmuta.
Me dice: Todos lo estamos….
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
25 de enero de 2015.
Estados Unidos Mexicanos.
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