Ceremonia , mujeres delgadas que vienen a mí, acta denuncia, árboles en una fuente.
Ceremonia , mujeres delgadas que vienen a mí, acta denuncia, árboles en una fuente.
En este sueño tengo siete años. Es de tarde, casi noche. Escucho unos cantos en un dialecto , nunca lo había oído. Me acerco despacio hacia dónde sale una luz tenue, es una luz amarilla.
Me encuentro con un agujero en la tierra. Este agujero alguien lo cavó, no creo que lo haya hecho la natura. Es un agujero perfecto. Me asomo. En el interior están celebrando una ceremonia. Hay como cuarenta personas, son como indios, creo que son aztecas, aunque tengo mis dudas. Están entre aztecas y otomíes.
Cantan, llevan en su manos hogueras y copas de barro, otro traen flores, muchos girasoles. Parece que están drogados, tienen los rostros pintados. Unos traen en sus espaldas pieles de ocelotes, las mujeres muestran los pechos, algunas tienes los pechos grandes, otras los tienes chicos.
Uno de ellos, el más pintarrajeado me descubre y les dice a los otros. Al verme descubierto corro. Corro por el bosque. Pienso que estos me van a comer. Ellos salen detrás de mí pero mi miedo es más grande y no me alcanzan.
Ahora estoy recargado en el pilar de esta casa grande. Me gusta mucho el estilo y la manera en que construían anteriormente. Con grandes pasillos, enormes patios, sales y puedes ver las plantas, me gusta mucho la bugambilia, me recuerda a mi abuela, las macetas, el aire libre, las jaulas de los pajaros. Que encanto, qué primor. Este sí que es un sueño.
Escucho que suben. Son pasos suaves. Se aproximan. Veo a un un grupo de mujeres delgadas. Unas son rubias, otras son morenas. Todas ellas parecen muñecas. Las miro con gusto. Parece que vienen hacía mí como en racimo. A mi en lo general me gustan más las mujeres blancas, son como rosas rosas.
Se detiene y me saludan. Yo las saludo también. Todas con sonrisa me preguntan que sí me gusta la casa grande.
Sí mucho¡.
Bueno pués sí quiere se puede quedar aquí.
Aquí, como cuántos días?
Los días que usted quiera. Además tenemos caballos, rica comida y lo mejor nos gustan las canciones..
Uh pués siendo así me quedo¡
Las mujeres se alegran, su jubilo es notorio. A cada una de ellas les cantaré una canción personalmente, claro eso será más adelante.
Un hombre con cara de enojado me entrega unos papeles así como una calcomanía. Me dice de mala gana que llene este formulario. Busco una pluma y comienzo a llenarlo. Es una denuncia que estoy haciendo. Motivado por un tipo que tuvo a bien derrumbar con un mazo los portales principales del pueblo de Yanga.
Detrás de mí hay una fila grande. Se nota que muchos cometen delitos. Y muchos también se quedan en la impunidad. Mala cosa digo yo..
La fila no avanza, es bastante lenta. Pasan tres horas.
Cuando eso sucede el mismo hombre ya tiene otro semblante. Guarda unos papeles y me dice desde lejos que ha leído muchas de las historias que escribo.
Ah sí?
Sí me gustan mucho.
Me parece bien le respondo.
Me pide el formulario y la calcomanía. Esta es para pegársela en el pecho al infractor. Y en caso de que el infractor se la quite que sucede?
Lo remitimos de inmediato.
Hizo bien en denunciarlo Alfredo. Este señor deberá pagar el daño que le hizo a la comunidad.
Ahora camino entre las calles de una zona de casas blancas. Son casa chicas. Todas están blancas.
Creo que voy a la casa de uno de mis hermanos. Es extraño pero en la realidad nunca he visitado las casas de mis hermanos. Y como lo voy a hacer sí no me invitan. Gente rara esta que es mi familia¡. A lo mejor es familia de dientes para afuera. Puede ser.
Veo una fuente. Las fuente está seca. Es decir no tiene agua. Me dice una mujer que se está quedando calva debido a que se peina fuerte, se jala los cabellos hacia atrás que ya se está quedando pelona. Me dice que quisieron poner en la fuente una gasolinera. Pero no se les permitió. Y como protesta sembraron árboles. Que te parece la idea?
Miro los árboles. Muy bien¡ Y los riegan de vez en cuando?
Si cada quién sale periódicamente y le echa agua.
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
24 de Enero de 2015.
Nec spe, nec metu
Estados Unidos Mexicanos.
En este sueño tengo siete años. Es de tarde, casi noche. Escucho unos cantos en un dialecto , nunca lo había oído. Me acerco despacio hacia dónde sale una luz tenue, es una luz amarilla.
Me encuentro con un agujero en la tierra. Este agujero alguien lo cavó, no creo que lo haya hecho la natura. Es un agujero perfecto. Me asomo. En el interior están celebrando una ceremonia. Hay como cuarenta personas, son como indios, creo que son aztecas, aunque tengo mis dudas. Están entre aztecas y otomíes.
Cantan, llevan en su manos hogueras y copas de barro, otro traen flores, muchos girasoles. Parece que están drogados, tienen los rostros pintados. Unos traen en sus espaldas pieles de ocelotes, las mujeres muestran los pechos, algunas tienes los pechos grandes, otras los tienes chicos.
Uno de ellos, el más pintarrajeado me descubre y les dice a los otros. Al verme descubierto corro. Corro por el bosque. Pienso que estos me van a comer. Ellos salen detrás de mí pero mi miedo es más grande y no me alcanzan.
Ahora estoy recargado en el pilar de esta casa grande. Me gusta mucho el estilo y la manera en que construían anteriormente. Con grandes pasillos, enormes patios, sales y puedes ver las plantas, me gusta mucho la bugambilia, me recuerda a mi abuela, las macetas, el aire libre, las jaulas de los pajaros. Que encanto, qué primor. Este sí que es un sueño.
Escucho que suben. Son pasos suaves. Se aproximan. Veo a un un grupo de mujeres delgadas. Unas son rubias, otras son morenas. Todas ellas parecen muñecas. Las miro con gusto. Parece que vienen hacía mí como en racimo. A mi en lo general me gustan más las mujeres blancas, son como rosas rosas.
Se detiene y me saludan. Yo las saludo también. Todas con sonrisa me preguntan que sí me gusta la casa grande.
Sí mucho¡.
Bueno pués sí quiere se puede quedar aquí.
Aquí, como cuántos días?
Los días que usted quiera. Además tenemos caballos, rica comida y lo mejor nos gustan las canciones..
Uh pués siendo así me quedo¡
Las mujeres se alegran, su jubilo es notorio. A cada una de ellas les cantaré una canción personalmente, claro eso será más adelante.
Un hombre con cara de enojado me entrega unos papeles así como una calcomanía. Me dice de mala gana que llene este formulario. Busco una pluma y comienzo a llenarlo. Es una denuncia que estoy haciendo. Motivado por un tipo que tuvo a bien derrumbar con un mazo los portales principales del pueblo de Yanga.
Detrás de mí hay una fila grande. Se nota que muchos cometen delitos. Y muchos también se quedan en la impunidad. Mala cosa digo yo..
La fila no avanza, es bastante lenta. Pasan tres horas.
Cuando eso sucede el mismo hombre ya tiene otro semblante. Guarda unos papeles y me dice desde lejos que ha leído muchas de las historias que escribo.
Ah sí?
Sí me gustan mucho.
Me parece bien le respondo.
Me pide el formulario y la calcomanía. Esta es para pegársela en el pecho al infractor. Y en caso de que el infractor se la quite que sucede?
Lo remitimos de inmediato.
Hizo bien en denunciarlo Alfredo. Este señor deberá pagar el daño que le hizo a la comunidad.
Ahora camino entre las calles de una zona de casas blancas. Son casa chicas. Todas están blancas.
Creo que voy a la casa de uno de mis hermanos. Es extraño pero en la realidad nunca he visitado las casas de mis hermanos. Y como lo voy a hacer sí no me invitan. Gente rara esta que es mi familia¡. A lo mejor es familia de dientes para afuera. Puede ser.
Veo una fuente. Las fuente está seca. Es decir no tiene agua. Me dice una mujer que se está quedando calva debido a que se peina fuerte, se jala los cabellos hacia atrás que ya se está quedando pelona. Me dice que quisieron poner en la fuente una gasolinera. Pero no se les permitió. Y como protesta sembraron árboles. Que te parece la idea?
Miro los árboles. Muy bien¡ Y los riegan de vez en cuando?
Si cada quién sale periódicamente y le echa agua.
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
24 de Enero de 2015.
Nec spe, nec metu
Estados Unidos Mexicanos.
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