Camioneta Ford, banqueta con montes de tierra, mujer con caperuza, caballos con patas rotas y otros al galope, mujer panadera, diarrea, guantes de Ludwig van Beethoven , conferencia en donde debo hablar , gente que ya murió pasa junto a usted.
Camioneta Ford, banqueta con montes de tierra, mujer con caperuza, caballos con patas rotas y otros al galope, mujer panadera, diarrea, guantes de Ludwig van Beethoven , conferencia en donde debo hablar , gente que ya murió pasa junto a usted.
Usted le dice a quién maneja que va muy rápido. Ella no le obedece y mete más el acelerador¡
Que te pares con un carajo¡
Nos vamos a estrellar¡
A su grito la mujer quita el pie, la camioneta Ford pierde velocidad hasta que se detiene.
Usted deja la ira y le dice que en esa alberca gustaba de nadar. Sí pero eso fue hace tiempo. Lo que me sigue interesando es como pueden conservar el agua tan limpia tantos y tantos años?
Pués porque la cambian seguido.
Tú crees eso?
Sí estoy segura.
Debe de pasar por la calle de Bajio. Y tiene que cruzar necesariamente el Viaducto Piedad. El problema es que los carros pasan continuamente, habrá que esperar.
Pasa un Mustang de aquellos años con los faros encendidos. Apenas pasa usted cruza de boleto, se encarama hacia arriba. Hay mucha tierra. Los trabajadores hicieron montañas de tierra. Tal parece que construirán una banqueta. Ojalá que la hagan derecha y no como las acostumbran. Espera a que un hombre pase. Nunca le ha gustado que nadie camine detrás no sea que le quieran agarrar y hacerle la llave china. Prefiere esperar un momento.
Una vez que puede hacerlo llega hasta la Avenida de los Constituyentes. Por la acera va una mujer con caperuza roja,ella lleva zapatos rojos,tiene el pelo corto y negro. Al verle cruzan las miradas pero continúa su paso. Usted la sigue. Esa mirada es de las que no se olvidan.
Hay una puerta, ella entra, usted lo hace pocos minutos después. Todo es oscuridad. Intenta verle, espera que sus ojos se acostumbren pero no puede ni hacerlo, la mujer lo toma por un brazo y comienza a besarle. Usted hace lo mismo. De pie, y sin mediar palabras le baja los calzones y copulan con pasión intensa.
Al terminar usted le dice que la verá en otro sueño, ella le dice que sí y se despide de usted tomándole momentáneamente la mano.
Ahora mira que vienen muchos caballos. Unos vienen al galope y otros los rezagados más despacio. Un caballo gris viene cojeando de la pata delantera. Eso no le agrada y piensa que debe de buscar ayuda. Un veterinario por lo menos.
Pasan más caballos, usted se quita. Los caballos pueden lastimarlo.
Pasan otros caballos con las patas rotas. Unos caen al suelo.
Una mujer en el interior de la panadería y metida en el mostrador le dice que qué tanto le mira a los caballos?
Es que vienen muchos heridos.
Sí los caballos se golpean entre sí y esas son las consecuencias.
Usted le pregunta que sí conoce a un veterinario que los pueda curar?
Ella le dice que no conoce a ninguno pero que no debe usted preocuparse los caballos ya están condenados a desaparecer.
Pero debo de hacer siquiera el intento de salvarlos?
No los caballos en un rato se esfumarán.
Mejor venga usted para acá.
Se deja llevar. Detrás en la trastienda la mujer le lleva. Levanta una cortina de tela. En el lugar hay un camastro. La mujer se coloca en su pecho y comienza frotarse como gata caliente, se baja los calzones. Pero esta lo hace despacio. Usted la toca, y ella se deja querer….
Se meten al camastro. Ella le dice que se la meta pero ya¡
Ella siente que usted no está en forma y se quita. Le mete dos o tres chupadas y entonces sí.
En eso entra tres muchachos. Le piden pan de dulce. Ella en movimientos placenteros les dice que lo tomen con las tenazas que más tarde les cobra.
Los muchachos miran azorados como se la mete. Aunque intenta cubrirse con las cobijas para que no sepan quién es usted. Ellos lo saben. Después irán soltándo el chisme para que todos sepan que de ahora en adelante el pan le saldrá gratis.
Usted se encuentra en el baño. En el baño hay dos retretes uno enfrente de otro. Usted se sienta en uno, en el otro está un conocido. Le platica el inicio del sueño. Todo lo de la camioneta, las montañas de tierra, la mujer de caperuza.
El hombre le escucha con interés y le dice que a él le gustaría tener ese tipo de sueños.
Lo que sucede es que la cabeza, el cerebro se deben de entrenar. No todos soñamos con tal nitidez ni veracidad.
Eso sí.
Bueno te dejo le dice el conocido.
Está bien yo me espero un poco más tengo diarrea.
Y sale.
Un hombre de abrigo negro le entrega una caja. Le dice que es un regalo para un melómano.
Y ese melómano soy yo le pregunta?
Sí Alfredo eres tú¡
Acto seguido procede a quitarle el papel y el moño a la caja.
Que maravilla¡ es una caja de color café. Es de piel. Usted la abre y en el interior descubre 41 pares de guantes negros.
Y estos guantes?
Son uno para por cada sinfonía que compuso el maestro Ludwig van Beethoven .
Y estás seguro que fueron 41 sinfonías?
Bueno en este sueño eso me dijeron cuando los fui a comprar.
Y ahora que debo de hacer con los guantes?
Debes de ponerte uno para cada día y escuchar una a una las sinfonías. Los guantes serán el toque de elegancia.. Que bien. Usted se queda complacido….
Entonces usted debe de hablar en público. Ellos no esperan que hable.
Le sugiero que use las palabras más duras. Que los hagan mierda ¡
Sí está bien.
Usare el lenguaje que los aniquile¡ Le dice al hombre con el que camina rumbo a una sala de conferencias.
En eso se le pierden las personas porque pasan muchas más.
Por una escalera de madera suben muchos de los que se han ido. Ahora son de color gris y transparentes. Son muertos o son fantasmas. Ellos suben. Uno de ellos Manuel Avila Camacho vestido de traje negro formal le mira y le agradece su gesto de detenerse para que él pueda pasar.
Al terminar este desfile de muertos usted busca a los otros. Mira una sala y se mete. En esta no es porque la conferencia es sobre medios de comunicación. Luego se dirige a otra y ve a unos negros del Brasil que hablan sobre el río Amazonas. Ellos andan casi desnudo y llevan flechas y arcos. Ojalá y no le disparen….
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra
Nec spe, nec metu
18 de Enero de 2018.
Estados Unidos Mexicanos.
Usted le dice a quién maneja que va muy rápido. Ella no le obedece y mete más el acelerador¡
Que te pares con un carajo¡
Nos vamos a estrellar¡
A su grito la mujer quita el pie, la camioneta Ford pierde velocidad hasta que se detiene.
Usted deja la ira y le dice que en esa alberca gustaba de nadar. Sí pero eso fue hace tiempo. Lo que me sigue interesando es como pueden conservar el agua tan limpia tantos y tantos años?
Pués porque la cambian seguido.
Tú crees eso?
Sí estoy segura.
Debe de pasar por la calle de Bajio. Y tiene que cruzar necesariamente el Viaducto Piedad. El problema es que los carros pasan continuamente, habrá que esperar.
Pasa un Mustang de aquellos años con los faros encendidos. Apenas pasa usted cruza de boleto, se encarama hacia arriba. Hay mucha tierra. Los trabajadores hicieron montañas de tierra. Tal parece que construirán una banqueta. Ojalá que la hagan derecha y no como las acostumbran. Espera a que un hombre pase. Nunca le ha gustado que nadie camine detrás no sea que le quieran agarrar y hacerle la llave china. Prefiere esperar un momento.
Una vez que puede hacerlo llega hasta la Avenida de los Constituyentes. Por la acera va una mujer con caperuza roja,ella lleva zapatos rojos,tiene el pelo corto y negro. Al verle cruzan las miradas pero continúa su paso. Usted la sigue. Esa mirada es de las que no se olvidan.
Hay una puerta, ella entra, usted lo hace pocos minutos después. Todo es oscuridad. Intenta verle, espera que sus ojos se acostumbren pero no puede ni hacerlo, la mujer lo toma por un brazo y comienza a besarle. Usted hace lo mismo. De pie, y sin mediar palabras le baja los calzones y copulan con pasión intensa.
Al terminar usted le dice que la verá en otro sueño, ella le dice que sí y se despide de usted tomándole momentáneamente la mano.
Ahora mira que vienen muchos caballos. Unos vienen al galope y otros los rezagados más despacio. Un caballo gris viene cojeando de la pata delantera. Eso no le agrada y piensa que debe de buscar ayuda. Un veterinario por lo menos.
Pasan más caballos, usted se quita. Los caballos pueden lastimarlo.
Pasan otros caballos con las patas rotas. Unos caen al suelo.
Una mujer en el interior de la panadería y metida en el mostrador le dice que qué tanto le mira a los caballos?
Es que vienen muchos heridos.
Sí los caballos se golpean entre sí y esas son las consecuencias.
Usted le pregunta que sí conoce a un veterinario que los pueda curar?
Ella le dice que no conoce a ninguno pero que no debe usted preocuparse los caballos ya están condenados a desaparecer.
Pero debo de hacer siquiera el intento de salvarlos?
No los caballos en un rato se esfumarán.
Mejor venga usted para acá.
Se deja llevar. Detrás en la trastienda la mujer le lleva. Levanta una cortina de tela. En el lugar hay un camastro. La mujer se coloca en su pecho y comienza frotarse como gata caliente, se baja los calzones. Pero esta lo hace despacio. Usted la toca, y ella se deja querer….
Se meten al camastro. Ella le dice que se la meta pero ya¡
Ella siente que usted no está en forma y se quita. Le mete dos o tres chupadas y entonces sí.
En eso entra tres muchachos. Le piden pan de dulce. Ella en movimientos placenteros les dice que lo tomen con las tenazas que más tarde les cobra.
Los muchachos miran azorados como se la mete. Aunque intenta cubrirse con las cobijas para que no sepan quién es usted. Ellos lo saben. Después irán soltándo el chisme para que todos sepan que de ahora en adelante el pan le saldrá gratis.
Usted se encuentra en el baño. En el baño hay dos retretes uno enfrente de otro. Usted se sienta en uno, en el otro está un conocido. Le platica el inicio del sueño. Todo lo de la camioneta, las montañas de tierra, la mujer de caperuza.
El hombre le escucha con interés y le dice que a él le gustaría tener ese tipo de sueños.
Lo que sucede es que la cabeza, el cerebro se deben de entrenar. No todos soñamos con tal nitidez ni veracidad.
Eso sí.
Bueno te dejo le dice el conocido.
Está bien yo me espero un poco más tengo diarrea.
Y sale.
Un hombre de abrigo negro le entrega una caja. Le dice que es un regalo para un melómano.
Y ese melómano soy yo le pregunta?
Sí Alfredo eres tú¡
Acto seguido procede a quitarle el papel y el moño a la caja.
Que maravilla¡ es una caja de color café. Es de piel. Usted la abre y en el interior descubre 41 pares de guantes negros.
Y estos guantes?
Son uno para por cada sinfonía que compuso el maestro Ludwig van Beethoven .
Y estás seguro que fueron 41 sinfonías?
Bueno en este sueño eso me dijeron cuando los fui a comprar.
Y ahora que debo de hacer con los guantes?
Debes de ponerte uno para cada día y escuchar una a una las sinfonías. Los guantes serán el toque de elegancia.. Que bien. Usted se queda complacido….
Entonces usted debe de hablar en público. Ellos no esperan que hable.
Le sugiero que use las palabras más duras. Que los hagan mierda ¡
Sí está bien.
Usare el lenguaje que los aniquile¡ Le dice al hombre con el que camina rumbo a una sala de conferencias.
En eso se le pierden las personas porque pasan muchas más.
Por una escalera de madera suben muchos de los que se han ido. Ahora son de color gris y transparentes. Son muertos o son fantasmas. Ellos suben. Uno de ellos Manuel Avila Camacho vestido de traje negro formal le mira y le agradece su gesto de detenerse para que él pueda pasar.
Al terminar este desfile de muertos usted busca a los otros. Mira una sala y se mete. En esta no es porque la conferencia es sobre medios de comunicación. Luego se dirige a otra y ve a unos negros del Brasil que hablan sobre el río Amazonas. Ellos andan casi desnudo y llevan flechas y arcos. Ojalá y no le disparen….
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra
Nec spe, nec metu
18 de Enero de 2018.
Estados Unidos Mexicanos.
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