Puente peatonal en Periférico y Anton van Dyck,edificio por colapsarse.
Puente peatonal en Periférico y Anton van Dyck,edificio por colapsarse.
Está cayendo la tarde. Camino con el interés de buscar una dirección. Espero que pasen los raudos automóviles. Después del tercero me animo y cruzo. Comienzo a subir los setenta y dos escalones. Situado en la plataforma larga la observo, ojalá que este puente no se mueva como muchos que existen en la ciudad.
En el otro extremo hay un hombre con el tipo de padrote de la Delegación Cuauthémoc,lleva gabardina y lentes oscuros para que nadie puede detectar la turbiedad de su mirada.
Sigo en mi camino.
El hombre me descubre y camina hacia mí, me dice que son veinte pesos y me entrega y me entrega un boleto.
Le pregunto que sí los veinte pesos son para poder pasar?
No ¡
que no la quieres ver?
A quién?
Pus a quíen va a ser?
A la fría?
Ya la conozco le respondo.
Pero no así como yo se la voy a presentar.
Está bien señor. Saco los veinte pesos y se los entrego.
El hombre se hace a un lado dando un salto.
La fría se encuentra en cuatro patas, tiene el cabello largo y el rostro pintarrajeado.
Me mira como sí no me conociera y me pregunta:
Quieres meterme los dedos?
Los dedos?
Así tan de repente?
En donde fría?
Pués ya sabes !
Que ya no me reconoces?
Sí pero ahora estoy en trance.
Abre y cierra los ojos...
Por veinte pesos te puedo meter los dedos?
Sí hoy estoy de oferta y los sábados es al dos por uno..
Dicho esto me inclino. La fría solo me dice ay ay ligeramente.
Me vuelve a ver y me dice:
Ahora chupatelos!
Tanto así fría?
No se que hacer.
Si no lo haces me voy a enojar.
Su rostro me dice todo, no quiero que se moleste, total hago de cuenta que me estoy chupándo un pirulí.
Bajo los escalones, saco un papel en donde escribí el número 671. Busco una casa. Camino hacia el norte y descubro que la numeración viene bajando. Creo que ya la regué. Me giro, ahora voy rumbo al sur.
Llego al número.
Aquí todavía es Mixcoac. Toco y espero. Sale una mujer obrera, parece que aquí fabrican cigarros. Huele mucho a tabaco. Le pregunto que sí ahí es el número 671. Ella me dice que sí. Le doy las gracias y me voy.
Camino por el viejo Polanco. Veo un enorme edificio que está por caerse. Cálculo que este edificio caerá en dirección a Mariano Escobedo.
Un señor que tiene una mesita de tres patas vende unos panecillos. Me acerco y le pregunto que sí no tiene miedo de que el edificio se caiga y lo lastime? .
No Este edificio caerá del lado de la fuente, no de Mariano Escobedo.
Y como sabe usted eso le pregunte?
Porque yo tengo estudios avanzados en vitivinícolas.
Apenas ha dicho esto la edificación se derrumba en el mismo sitio.
Ya ve, ni usted ni yo..
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
22 de Noviembre de 2014.
Estados Unidos Mexicanos.
Está cayendo la tarde. Camino con el interés de buscar una dirección. Espero que pasen los raudos automóviles. Después del tercero me animo y cruzo. Comienzo a subir los setenta y dos escalones. Situado en la plataforma larga la observo, ojalá que este puente no se mueva como muchos que existen en la ciudad.
En el otro extremo hay un hombre con el tipo de padrote de la Delegación Cuauthémoc,lleva gabardina y lentes oscuros para que nadie puede detectar la turbiedad de su mirada.
Sigo en mi camino.
El hombre me descubre y camina hacia mí, me dice que son veinte pesos y me entrega y me entrega un boleto.
Le pregunto que sí los veinte pesos son para poder pasar?
No ¡
que no la quieres ver?
A quién?
Pus a quíen va a ser?
A la fría?
Ya la conozco le respondo.
Pero no así como yo se la voy a presentar.
Está bien señor. Saco los veinte pesos y se los entrego.
El hombre se hace a un lado dando un salto.
La fría se encuentra en cuatro patas, tiene el cabello largo y el rostro pintarrajeado.
Me mira como sí no me conociera y me pregunta:
Quieres meterme los dedos?
Los dedos?
Así tan de repente?
En donde fría?
Pués ya sabes !
Que ya no me reconoces?
Sí pero ahora estoy en trance.
Abre y cierra los ojos...
Por veinte pesos te puedo meter los dedos?
Sí hoy estoy de oferta y los sábados es al dos por uno..
Dicho esto me inclino. La fría solo me dice ay ay ligeramente.
Me vuelve a ver y me dice:
Ahora chupatelos!
Tanto así fría?
No se que hacer.
Si no lo haces me voy a enojar.
Su rostro me dice todo, no quiero que se moleste, total hago de cuenta que me estoy chupándo un pirulí.
Bajo los escalones, saco un papel en donde escribí el número 671. Busco una casa. Camino hacia el norte y descubro que la numeración viene bajando. Creo que ya la regué. Me giro, ahora voy rumbo al sur.
Llego al número.
Aquí todavía es Mixcoac. Toco y espero. Sale una mujer obrera, parece que aquí fabrican cigarros. Huele mucho a tabaco. Le pregunto que sí ahí es el número 671. Ella me dice que sí. Le doy las gracias y me voy.
Camino por el viejo Polanco. Veo un enorme edificio que está por caerse. Cálculo que este edificio caerá en dirección a Mariano Escobedo.
Un señor que tiene una mesita de tres patas vende unos panecillos. Me acerco y le pregunto que sí no tiene miedo de que el edificio se caiga y lo lastime? .
No Este edificio caerá del lado de la fuente, no de Mariano Escobedo.
Y como sabe usted eso le pregunte?
Porque yo tengo estudios avanzados en vitivinícolas.
Apenas ha dicho esto la edificación se derrumba en el mismo sitio.
Ya ve, ni usted ni yo..
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
22 de Noviembre de 2014.
Estados Unidos Mexicanos.
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