Soldados muertos, avioncito negro, sofá que vuela.
Soldados muertos, avioncito negro, sofá que vuela.
Lo primero que escuchan mis oídos y cuando todavía ni que quito las chinguñas es…
Intento abrir los ojos pero ando hasta trastabillando escucho pero me falta energía.
Voy por un puente en la zona de Tlatilco. Dicen los enterados que por aquí encontraron un mamut. Quien sabe. Yo no.. ¿Ni al mamut he visto entonces como puedo asegúrate tal cosa?.
Bueno. Voy por el puente en un camión casi tan inútil como el de ayer. Al bajar descubro a un soldado muerto. El soldado tiene un agujero en la barba que seguramente le propinó su rival o su contrario.
Su cara muestra los estragos de la descomposición.
Pero eso no es todo. Conforme voy pasando voy descubriendo más y más cadáveres. Estos están esparcido por todas partes. Le digo al conductor del desvencijado que se detenga porque me voy a bajar. El hombre mete el freno y se escucha un ruido de fierros contra fierros. Pienso yo que este tipo de transporte son un peligro para cualquiera.
Camino. Voy mirándo los cuerpos y los rostros de estas personas. Son soldados. Son soldados o eran soldados. Los cuerpos están desnudos. Todos con un tiro en la cabeza. Es posible que los trajeron por acá sus enemigos. Y como aquí es tierra de nadie. Pués se les hace fácil. Los cuerpos están desnudo con el claro propósito de humillarlos. ¿ Pero cómo se puede humillar a un muerto?
En este sueño que vendría siendo el sueño número dos me encuentro en la azotea de un edificio monumental.
Están haciendo una pruebas .
Las pruebas consisten en que en un avioncito negro se introducen cuatro personas. Las personas han sido reducidas a su mínima expresión. Son casi del tamaño de mi dedo meñique.
Veo como suben por la escalerilla de avión diminuto. Veo como se sientan y veo como uno al que le dicen piloto enciende la nave. Veo como despega y se aleja. El avioncito toma carrera y se eleva.
Comienza a girar. Pienso que puede chocar porque una golondrina pasa a su lado Y ya sabes tú que las golondrinas no hacen verano.
El que le dicen piloto pierde el control . Algo se le rompió al manubrio o volante. El avión gira en espiral parece que va a caer. Puedo ver las caras de los pasajeros. Saben que ya se los cargo el chamuco.
Entonces en ese punto de peligro es cuando entro yo.
Tengo un sofá que vuela. Este sofá ya ha aparecido en otros sueños. Corro hasta los hangares que están en esta azotea. Me siento en el sofá y voy tras el avión.
Con un apararato de comunicación le digo al piloto que no se asuste que sí bien están en un situación de mucho peligro haré todo lo posible por salvarlos.
El hombre pone cara de quiera Dios.
Sobre vuelo alrededor del avioncito. Busco el momento oportuno y lo atrapo con mi mano.
Deposito el avioncito a un lado y regreso al hangar.
Todos están contentos. Volvieron a nacer.
Uno de los sobrevivientes me dice: Pide lo que quieras yo te lo daré.
Lo digo que se me antoja un vaso de agua de Jamaica.
Me voy volándo en el sofá.
Sobre vuelo en un patio y me meto de lleno a la sala de una casa. Están en una reunión , las gentes hablan toma y fuman. Sentada veo a Alejandra Danell que me reconoce. Levanta su copa y me saluda. Me acerco girando girando y le digo quibas y luego me voy..
Tomo el espacio abierto. Es grato esto de volar. Ah los sueños siderales..
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
30 de marzo de 2014.
Estados Unidos Mexicanos.
Lo primero que escuchan mis oídos y cuando todavía ni que quito las chinguñas es…
Intento abrir los ojos pero ando hasta trastabillando escucho pero me falta energía.
Voy por un puente en la zona de Tlatilco. Dicen los enterados que por aquí encontraron un mamut. Quien sabe. Yo no.. ¿Ni al mamut he visto entonces como puedo asegúrate tal cosa?.
Bueno. Voy por el puente en un camión casi tan inútil como el de ayer. Al bajar descubro a un soldado muerto. El soldado tiene un agujero en la barba que seguramente le propinó su rival o su contrario.
Su cara muestra los estragos de la descomposición.
Pero eso no es todo. Conforme voy pasando voy descubriendo más y más cadáveres. Estos están esparcido por todas partes. Le digo al conductor del desvencijado que se detenga porque me voy a bajar. El hombre mete el freno y se escucha un ruido de fierros contra fierros. Pienso yo que este tipo de transporte son un peligro para cualquiera.
Camino. Voy mirándo los cuerpos y los rostros de estas personas. Son soldados. Son soldados o eran soldados. Los cuerpos están desnudos. Todos con un tiro en la cabeza. Es posible que los trajeron por acá sus enemigos. Y como aquí es tierra de nadie. Pués se les hace fácil. Los cuerpos están desnudo con el claro propósito de humillarlos. ¿ Pero cómo se puede humillar a un muerto?
En este sueño que vendría siendo el sueño número dos me encuentro en la azotea de un edificio monumental.
Están haciendo una pruebas .
Las pruebas consisten en que en un avioncito negro se introducen cuatro personas. Las personas han sido reducidas a su mínima expresión. Son casi del tamaño de mi dedo meñique.
Veo como suben por la escalerilla de avión diminuto. Veo como se sientan y veo como uno al que le dicen piloto enciende la nave. Veo como despega y se aleja. El avioncito toma carrera y se eleva.
Comienza a girar. Pienso que puede chocar porque una golondrina pasa a su lado Y ya sabes tú que las golondrinas no hacen verano.
El que le dicen piloto pierde el control . Algo se le rompió al manubrio o volante. El avión gira en espiral parece que va a caer. Puedo ver las caras de los pasajeros. Saben que ya se los cargo el chamuco.
Entonces en ese punto de peligro es cuando entro yo.
Tengo un sofá que vuela. Este sofá ya ha aparecido en otros sueños. Corro hasta los hangares que están en esta azotea. Me siento en el sofá y voy tras el avión.
Con un apararato de comunicación le digo al piloto que no se asuste que sí bien están en un situación de mucho peligro haré todo lo posible por salvarlos.
El hombre pone cara de quiera Dios.
Sobre vuelo alrededor del avioncito. Busco el momento oportuno y lo atrapo con mi mano.
Deposito el avioncito a un lado y regreso al hangar.
Todos están contentos. Volvieron a nacer.
Uno de los sobrevivientes me dice: Pide lo que quieras yo te lo daré.
Lo digo que se me antoja un vaso de agua de Jamaica.
Me voy volándo en el sofá.
Sobre vuelo en un patio y me meto de lleno a la sala de una casa. Están en una reunión , las gentes hablan toma y fuman. Sentada veo a Alejandra Danell que me reconoce. Levanta su copa y me saluda. Me acerco girando girando y le digo quibas y luego me voy..
Tomo el espacio abierto. Es grato esto de volar. Ah los sueños siderales..
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
30 de marzo de 2014.
Estados Unidos Mexicanos.
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