Lavadora, trece colgados
Lavadora, trece colgados
Me encuentro en un patio. Tengo una lavadora nueva. La lavadora lleva una cubierta amarila. Hay un sobre. En el sobre viene un instructivo en coreano, italiano alemán , portugués y español.
Yo soy de esos que nunca leen el instructivo. Me baso simplemente en que la chingadera se debe de conectar. Y luego apretarle un botón.¿ Que ciencia conlleva esto ? Ninguna.
Ahora que estoy escribiendo esto me acuerdo cuando le decía a mi abuela. ¿ Abuelita, abuelita. Que te parece sí me prestas tu radio ?. Ahorita no.. Andale abuela, préstame tu radio..
Mi abuela después de un rato cedia. Iba a su ropero de doble luna , sacaba su manojo de llaves y buscaba. Tomaba el radio. Este radio me gustaba porque tenía una palanquita con onda corta y se podían escuchar todas las estaciones del mundo. Mi abuela me decía te pones a lavar toda la ropa de las camas Y te presto el radio todo el día.
Esta era la única manera que yo podía escuchar la radio.
Jalaba la lavadora hasta el patio trasero. La conectaba. Aún recuerdo. La lavadora era redonda, grande, tenía dos rodillos. Cuando la ropa se enredaba le pegabas a una lámina y los rodillos saltaban para que no se estropeara la ropa.
Sin ver el instructivo enciendo la lavadora de cubierta amarilla, comienza a funcionar pero casi en el acto se detiene. Se le enciende un foco rojo y se detiene.
¿Y ahora que le pasó a esta chingadera ? No sé.
Voy con Germán , ese sujeto de boca ancha con dos granos secos en su cara.
Oyes Germán se paró la lavadora. Ya no quiso seguir. Y la lavadora está nueva..
Germán se rié burlonamente y me dice: Es que hay gente que no sabe usar los aparatos. Nunca se ponen a leer los instructivos. Y se me hace que tú eres de esos.
Tiene razón. Yo no leo los instructivos.
Ya no me dice nada. Comienza a leer y solo dice ujú, ujú..
Desconéctala. Me pide.
Jaló el cable y la desconectó.
Ahora vuélvelo a conectar.
Germán observa detenidamente la pantalla electrónica.
La tarjeta madre tuvo un colapso.
Pero ya va a funcionar…
Me dice Germán ponle unas sábanas de color naranja..
Humm. No tengo.
Sábanas azules?
No, tampoco.
Solo tengo sábanas blancas…
Está bien pónle sábanas blancas..
Ya le echaste jabón.
Sí..
Germán se vuelve a reír.
Sin jabón no se lavan las cosas.
Mira tú que inteligente me saliste.
Germán aprieta un botón y la lavadora comienza a funcionar.
Me siento en un banquito.
A la espera de que la ropa quede pulcra.
Cuanto extraño el radio de mi abuela..
Como no tengo radio me pongo a cantar a capella y por mi cuenta.
Estoy en medio de una reunión.
Las personas hablan. Comentan, especulan.
De pronto puedo ver como del techo pende un hombre de corta estatura y colgado del cogote.
Le pregunto a una mujer que porque se colgó este señor ?
Es una práctica. En abril como hace mucho calor las gentes entran en depresiones y se cuelgan.
Al rato verá usted a otros..
Con una copa de aguardiente me dispongo a esperar a ver sí veo otro colgado.
La reunión sigue su curso.
Me encuentro con la señorita que enseña los senos.
¿Hola como está.?
¿Bien y usted?
Pués aquí pasándola..
La mujer me pregunta:
¿Está usted esperando a ver a otro colgado?
Sí.
Por aquella parte ya se colgó otro..
Venga, acompáñeme. Y nos vamos.
Este es un calvo. Un calvo moreno de brazos delgados y zapatos verdes.
¿ Porque se colgaría?
Quien sabe. Hasta sacó la lengua.
Sí se le puso morada..
Estamos mirándo al hombre cuando se escucha un murmullo de voces.
Ya se colgó otro, ya se colgó otro.
Es una mujer. Tiene una pañoleta amarrada en el cuello. Quiza no quiso que se le viera la marca del lazo. Que discreta. Ella no sacó la lengua. Sólo tiene saliva en los labios..
En esta reunión. En este sueño me puse a contabilizar a los muertos. Fueron en sus totalidad trece. Me parece que es mucha gente fallecida para un solo sueño.
No quiero decir que fue una pesadilla. Porque ni siquiera me inquieté. Pero pienso que con un solo muerto hubiera bastado. ¿ Para que trece?
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
29 de marzo de 2013.
Estados Unidos mexicanos.
Me encuentro en un patio. Tengo una lavadora nueva. La lavadora lleva una cubierta amarila. Hay un sobre. En el sobre viene un instructivo en coreano, italiano alemán , portugués y español.
Yo soy de esos que nunca leen el instructivo. Me baso simplemente en que la chingadera se debe de conectar. Y luego apretarle un botón.¿ Que ciencia conlleva esto ? Ninguna.
Ahora que estoy escribiendo esto me acuerdo cuando le decía a mi abuela. ¿ Abuelita, abuelita. Que te parece sí me prestas tu radio ?. Ahorita no.. Andale abuela, préstame tu radio..
Mi abuela después de un rato cedia. Iba a su ropero de doble luna , sacaba su manojo de llaves y buscaba. Tomaba el radio. Este radio me gustaba porque tenía una palanquita con onda corta y se podían escuchar todas las estaciones del mundo. Mi abuela me decía te pones a lavar toda la ropa de las camas Y te presto el radio todo el día.
Esta era la única manera que yo podía escuchar la radio.
Jalaba la lavadora hasta el patio trasero. La conectaba. Aún recuerdo. La lavadora era redonda, grande, tenía dos rodillos. Cuando la ropa se enredaba le pegabas a una lámina y los rodillos saltaban para que no se estropeara la ropa.
Sin ver el instructivo enciendo la lavadora de cubierta amarilla, comienza a funcionar pero casi en el acto se detiene. Se le enciende un foco rojo y se detiene.
¿Y ahora que le pasó a esta chingadera ? No sé.
Voy con Germán , ese sujeto de boca ancha con dos granos secos en su cara.
Oyes Germán se paró la lavadora. Ya no quiso seguir. Y la lavadora está nueva..
Germán se rié burlonamente y me dice: Es que hay gente que no sabe usar los aparatos. Nunca se ponen a leer los instructivos. Y se me hace que tú eres de esos.
Tiene razón. Yo no leo los instructivos.
Ya no me dice nada. Comienza a leer y solo dice ujú, ujú..
Desconéctala. Me pide.
Jaló el cable y la desconectó.
Ahora vuélvelo a conectar.
Germán observa detenidamente la pantalla electrónica.
La tarjeta madre tuvo un colapso.
Pero ya va a funcionar…
Me dice Germán ponle unas sábanas de color naranja..
Humm. No tengo.
Sábanas azules?
No, tampoco.
Solo tengo sábanas blancas…
Está bien pónle sábanas blancas..
Ya le echaste jabón.
Sí..
Germán se vuelve a reír.
Sin jabón no se lavan las cosas.
Mira tú que inteligente me saliste.
Germán aprieta un botón y la lavadora comienza a funcionar.
Me siento en un banquito.
A la espera de que la ropa quede pulcra.
Cuanto extraño el radio de mi abuela..
Como no tengo radio me pongo a cantar a capella y por mi cuenta.
Estoy en medio de una reunión.
Las personas hablan. Comentan, especulan.
De pronto puedo ver como del techo pende un hombre de corta estatura y colgado del cogote.
Le pregunto a una mujer que porque se colgó este señor ?
Es una práctica. En abril como hace mucho calor las gentes entran en depresiones y se cuelgan.
Al rato verá usted a otros..
Con una copa de aguardiente me dispongo a esperar a ver sí veo otro colgado.
La reunión sigue su curso.
Me encuentro con la señorita que enseña los senos.
¿Hola como está.?
¿Bien y usted?
Pués aquí pasándola..
La mujer me pregunta:
¿Está usted esperando a ver a otro colgado?
Sí.
Por aquella parte ya se colgó otro..
Venga, acompáñeme. Y nos vamos.
Este es un calvo. Un calvo moreno de brazos delgados y zapatos verdes.
¿ Porque se colgaría?
Quien sabe. Hasta sacó la lengua.
Sí se le puso morada..
Estamos mirándo al hombre cuando se escucha un murmullo de voces.
Ya se colgó otro, ya se colgó otro.
Es una mujer. Tiene una pañoleta amarrada en el cuello. Quiza no quiso que se le viera la marca del lazo. Que discreta. Ella no sacó la lengua. Sólo tiene saliva en los labios..
En esta reunión. En este sueño me puse a contabilizar a los muertos. Fueron en sus totalidad trece. Me parece que es mucha gente fallecida para un solo sueño.
No quiero decir que fue una pesadilla. Porque ni siquiera me inquieté. Pero pienso que con un solo muerto hubiera bastado. ¿ Para que trece?
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
29 de marzo de 2013.
Estados Unidos mexicanos.
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