Cucarachas
Cucarachas.
Me encuentro con Patricia. Ella está sentada en la orilla de la cama. Tiene en las manos unos dados cargados. Los arroja sobre un cartón con dibujos, comienza a hablar: uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho y vuelo.
Abro la puerta que es de vidrio por eso la pude ver.
Le digo que sí quiere algo para comer?, Ella sin despegar la mirada de su cartón me dice que sí , vuelve a arrojar los dados y vuelve a hablar lo mismo que escribí líneas arriba.
Salgo y regreso en poco tiempo. En las manos llevo un plato con una ensalada se lo dejo en la cama.
Al salir del cuarto veo que dentro de una de las mangas del abrigo de Patricia salen cucacarchas.
Como a mí me desagradan esos insectos le digo a Patricia que voy a fumigar. Salgo y regreso con un artefacto al cual le coloco un bote. El artefacto tiene un aspersor. Acciono una palanca y sale el insecticida, riego todo el abrigo, Patricia me dice que no mame que me espere a que termine el juego. No tengo tiempo, las cucarachas corren por todas partes, incluso se meten al ropero de caoba , sí el de dos lunas.
Me acercó y también las baño. Las cucarachas intentan salvarse pero no les doy tregua, huyen aturdidas. Al verlas salir puedo notar que estas cucarachas tienen aspecto humano, son cucarachas que no miden más que milímetros. Y no me extraña que las cucarachas tengan aspecto humano, sí son tan parecidas…
Miro a Patricia ella está recostada, noto que sufre de una intoxicación tremenda. Yo no acudo a ayudarla, de hacerlo las cucacarchas se me escapan. No quiero que quede ninguna. Patricia abre los ojos está como adormecida, me vuelve a decir que no mame.
Termino mi genocidio arrojo el bote y salgo. En el interior se queda Patricia con los dados en la mano..
Una mujer me dice que ya está cansada de que cada ocasión que sube a la azotea a tender su ropa pise las cagadas de los perros.
Lo que sucede señora es que no hay educación. Sí es desagradable el pisar una cagada de perro ¿pero que se le va a hacer?
Miro un patio con muchas macetas, es un patio muy florido. Me gustan mucho las flores. Me siento tranquilamente veo las flores. Una abeja se detiene y liba.
A veces la vida es tan simple , tan sencilla. No entiendo como las gentes andan siempre en busca de la sofisticación.
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
21 de marzo de 2014.
Estados Unidos Mexicanos.
Me encuentro con Patricia. Ella está sentada en la orilla de la cama. Tiene en las manos unos dados cargados. Los arroja sobre un cartón con dibujos, comienza a hablar: uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho y vuelo.
Abro la puerta que es de vidrio por eso la pude ver.
Le digo que sí quiere algo para comer?, Ella sin despegar la mirada de su cartón me dice que sí , vuelve a arrojar los dados y vuelve a hablar lo mismo que escribí líneas arriba.
Salgo y regreso en poco tiempo. En las manos llevo un plato con una ensalada se lo dejo en la cama.
Al salir del cuarto veo que dentro de una de las mangas del abrigo de Patricia salen cucacarchas.
Como a mí me desagradan esos insectos le digo a Patricia que voy a fumigar. Salgo y regreso con un artefacto al cual le coloco un bote. El artefacto tiene un aspersor. Acciono una palanca y sale el insecticida, riego todo el abrigo, Patricia me dice que no mame que me espere a que termine el juego. No tengo tiempo, las cucarachas corren por todas partes, incluso se meten al ropero de caoba , sí el de dos lunas.
Me acercó y también las baño. Las cucarachas intentan salvarse pero no les doy tregua, huyen aturdidas. Al verlas salir puedo notar que estas cucarachas tienen aspecto humano, son cucarachas que no miden más que milímetros. Y no me extraña que las cucarachas tengan aspecto humano, sí son tan parecidas…
Miro a Patricia ella está recostada, noto que sufre de una intoxicación tremenda. Yo no acudo a ayudarla, de hacerlo las cucacarchas se me escapan. No quiero que quede ninguna. Patricia abre los ojos está como adormecida, me vuelve a decir que no mame.
Termino mi genocidio arrojo el bote y salgo. En el interior se queda Patricia con los dados en la mano..
Una mujer me dice que ya está cansada de que cada ocasión que sube a la azotea a tender su ropa pise las cagadas de los perros.
Lo que sucede señora es que no hay educación. Sí es desagradable el pisar una cagada de perro ¿pero que se le va a hacer?
Miro un patio con muchas macetas, es un patio muy florido. Me gustan mucho las flores. Me siento tranquilamente veo las flores. Una abeja se detiene y liba.
A veces la vida es tan simple , tan sencilla. No entiendo como las gentes andan siempre en busca de la sofisticación.
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
21 de marzo de 2014.
Estados Unidos Mexicanos.
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