Hombre que sale de una brecha, tumulto, vehículo, uno con máscara, el indio Fernández es acusado, reclamos,una mujer lava un baño y con unas pinzas quita la taza,ojos redondos, últimos momentos.

Deben de ser como las cuatro de la tarde y me encuentro en Alabama.


Un hombre desaliñado sale de una brecha. Va en una camioneta que se cae de óxido y pedazos. El hombre lleva una barba de varias semanas, el pelo chino graso y una mirada negra.Pienso que este cuate algo trae. Sale a la carretera principal y acelera. No parece deseperado más bien calculador. Se acerca y le pega por detrás a un carro en donde viajan una pareja de ancianos. Los ancianos salen del camino, el hombre se detiene, se baja camina rápido se acerca al carro de los viejos les mete tres balazos, incendia el carro y se vuelve a subir.
Vuele a tomar carretera a su paso saca la mano y apunta a todos y a todos los mata. Los carros chocan al perder el control los conductores, chocan y se estrellan, se incendian.
Uan patrulla negra viene detrás le piden que se detenga pero el hombre los ignora. Incluso espera a que se acerquen y también les dispara. Los policías hacen lo mismo nadie cede. El hombre recibe un balazo en el pecho. La bala cruzo el cristal y le dió en el mero corazón. El carro hace zig -zag sale del camino y se detiene en medio del polvaderal.


Parece que ando en una fiesta de esas que organizan en los ranchos en San Luis Potosí. Creo que se llama la topada. Los hombre con sombreros y enchamarrados abrazan a sus prietas mujeres y ejecutan unos pasos de baile, a leguas se nota que ninguno es bailarín pero hacen el intento. En el fondo hay un escenario improvisado. Unos músicos tocan guitarras, violines y guitarrones. Hacen verso con los problemas de la localidad y con los ajenos también.



Una muchacha levanta un auricular y pregunta a los mil quinientos que estamos en esa fiesta ¿que quién es Alfredo Arrieta?. Levanto la mano y le digo que yo. Tiene una llamada.
Intento cruzar por ese mar de gente. La muchacha me entrega la bocina y hablo. Es una mujer llamada La Maga que al reconocer mi voz me mienta la madre y me dice que me puedo ir a la chingada. Ni modos así es esto. Le entrego la bocina a la señorita que pone una cara de pobre pendejo ya le dijeron algo.


Veo otra camioneta. El que maneja trae puesta una máscara de hombre lobo. Pienso que todos traen su máscara integrada, unos de trapo y otros de piel. Me subo la camioneta paso entre todos los asistentes. En uno de los asientos laterales viene el Tony. Tony tiene en este sueño 16 años. Me dice que tiene muchas ganas de triunfar. Y con lo guey que eres le respondo. Tony me da un golpe de cariño y los dos nos reímos…

Ahora me encuentro en uno de los patios del Palacio Nacional. Una mujer oaxaqueña llora a moco tendido. Nos dice a los presentes que alguien debe de ponerle un alto a este hombre machista que desprecia a las mujeres, las insulta y las engaña. Un soldado la consuela y le dice que eso no puede ser porque el Indio Fernández es amigo del presidente. Y los amigos del presidente son intocables.
Uh que la chingada me digo yo ¡. Así que insto a otros a que le mentemos la madre al Indio.

El indo se encuentra sentado frente al presidente. Los dos toman un aperitivo. El indio lleva pistola.
El indio escucha las mentadas de madre. Se encabrita y sale. Arrastrando los pies en el suelo y haciendo ruido con las espuelas nos pregunta con su voz de macho. ¿Quien de ustedes me mienta la madre?
Todos Emilio le respondo. Emilio me mira como diciendo que hijo de la chingada este güero.
¿Y porque me mienta usted la madre?

Porque esta señora de Oaxaca dice que usted se lo merece…

¿Y solo porque yo me lo merezca usted me debe de mentar la madre?
Así es Don Indio….

El hombre comienza a reír me pone el brazo en el cuello y me dice venga le invito un trago.
Es usted un cabroncito..

La mujer de Oaxaca se queda llorando…



Entro a un baño. Una mujer talla los azulejos. Que limpo está quedando le digo. Ella no contesta y sigue lavándo.
Es tan hacendosa que hasta quitó la taza para lavar los alrededores en donde se les forma sarro.
La mujer levanta la vista y me dice que tengo los ojos redondos. Me acerco al espejo y sí ya no tengo los ojos delineados son completamente verdes y redondos. Me siento cansado, mal del cuerpo le digo que por la mañana leí que De lucía sintió de pronto un frío intenso en la garganta ese fue el principio de su muerte. ¿Y usted tiene frío en la garganta? No pero nunca se me habían puesto los ojos redondos.



Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra
Nec spe, nec metu
3 de marzo de 2014
Estados Unidos Mexicanos.