POR LAS AGUILAS, PALMERA SOL, EXAMEN, PALITOS,PREGUNTA DE
MUJER,CUCHILLO VALDEMAR.
Un hombre pasa a un lado mío como sí fuera a recibir alguna herencia. Va librándo
las coladeras que por mala suerte los
imbéciles de la delegación dejaron encima del pavimento.
La calle no es negra, más bien parece que le pusieron pasto sintético. El carro se
afianza y sube como a noventa kilómetros por hora.
Al dar vuelta veo a una mujer que se asoma por las ventanas
de un edificio. Ella le explica al encargado de este inmueble que las personas
que vivían ahí fueron echadas a la calle. Sin compasión ni miramientos por el
banco. Cosa que es creíble sabiendo
que estos avaros tratan de esas maneras a sus clientes morosos.
En el otro lado de la acera Gustavo Rojas me pide que le
preste una pluma. Me busco en la bolsa
del pantalón y descubro que no traigo ninguna. Le digo que no hay problema escuché
a la mujer decir que por la calle Victoria en el centro de la ciudad están las
oficinas por sí lo quieres comprar.
Una mujer recargada en
una palmera me habla en un idioma
extranjero. A veces me molesta que los humanos tengan tantos lenguajes para
entenderse con un idioma hubiera
bastado. Creo que el español como lengua es más que suficiente. La mujer es
alemana. Es pelirroja y con la cara manchada de pecas cafés. Lleva puesto un sombrero de palma. Me pregunta sí yo soy de por aquí. No quiero
meterme en este tipo de discusiones que al final no dejan nada. Con señas le
digo que soy ciudadano del mundo, que la tierra es mi casa. Ella se ríe como diciendo qué pendejo para eso se
inventaron los países.
Me traslado cuarenta
años atrás. Estoy sentado en los pupitres de la escuela. Es La Emiliano. Entra
un individuo que reconozco, también sé que no es ningún maestro. El nos dice
sin más explicación que nos va a aplicar un exámen sobre la constitución política. Pienso
que por lo menos a mí me la pela. No soy
Juan Camaney pero creo que saldré bien librado. Los demás protestan, seguro que
sí los examinan sobre la recua de jugadores de fut bol se saben sus nombres
completos y hasta a qué horas van a defecar.
El aplicador nos dice que deberíamos aprender a Juan Cortez
que ya terminó de hacer su exámen y ahora puede jugar libremente a las canicas.
Cosa que no me preocupa ya que al rato estoy dispuesto a hacerle chiras pelas.
Una mujer casi enana o
más pequeña que una hemorroide les dice
a un grupo de niños que viven en la
Villa miseria que a falta de juguetes de a deveras ella les enseñará a
jugar el juego del palito. Me quedo sentado sobre una piedra para escuchar la
generosa anciana. Ella les dice que busquen un palo de escoba. Luego se debe de
cortar. Una primera parte de diez
centímetros. La segunda debe de ser más
grande. Como de medio metro.
Una vez cortado el
palo pequeño se le debe de sacar punta de ambos extremos. Este palo nos dará la
apariencia de un bolillo. El palo más largo se debe de quedar tal y como está.
Después haremos un hoyo en la piedra que tenga la forma de un
pan blanco mejor conocidos como bolillos. Cuando hayamos terminado colocaremos
el palito chico atravezado. Luego con el palo más grande lo levantaremos hasta
que salga por los aires. Nosotros en tanto estaremos atentos y correremos a su
encuentro con el propósito de pegárle. Este golpe hará que el palito se aleje más. El niño que le pegue más duro y que logre llevar
el palito más lejos será el ganador.
Después de haber escuchado esto le digo a la mujer que el
juego no se llama palito. Que su nombre por estos lares es el de beli o
bolillo. La mujer se caracajea, me dá unas palmadas en la espalda y me dice
que qué chingados importa el nombre del
juego, lo que interesa es que los niños
jueguen y se entretengan. Eso sí le digo..
Escucho que se caen muchos cuchillos bajo el suelo de mi cama. Así que
sobresaltado me levanto para descubrir
hacia la calle que mi tío Valdemar se propone entrar a la casa de su
mamá. De pronto se detiene un Dodge Dart con raspones y sin pintar. Se asoma un
viejo flaco con bigotes poblados y una cola de caballo. Valdemar tiene los ojos hundidos y cargado de blanco parece un espectro . De
Valdemar ya no queda nada pués se murió hace más de 25 años.
El hombre de la cola de caballo se levanta de su asiento y
sin miramientos alguno le dispara a Valdemar en la cabeza. Valdemar cae de
lado, incluso puedo ver el enorme hoyo que el gil le propinó.
Como ustedes saben yo me encuentro rumbo a ellos por el
pasillo de la casa de mi abuela Camerina. Llega Fernando. Mira como
desconcertado la escena. El gil le dice que también le matará. Y de igual manera le dispara. En eso llego y alcanzo al individuo que intenta escapar.
Lo detengo y le tiro un tajo a su brazo. Puedo ver como le desprendo su mano.
Una mujer que pasa le arroja un vaso con un líquido. El hombre comienza a
desfigurarse en tanto intenta detener la hemorragia que le causé.
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra
Nec spe, nec metu
27 de mayo de 2013.
Estados Unidos Mexicanos..
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