OSCURIDAD, ROBO DE DINERO, TRAJES NEGROS…
Es el patio de una escuela de esas escuelas que les dicen de
alto nivel. Llega Toño , se sienta al lado mío. Me explica que ahí los
educandos asisten en horarios de noche. Comienzan a las once y se van a las
tres de la mañana. ¿ A dio?. Y porque estudian tan tarde, le digo.
Son de una especie de
secta. Ah¡.
¿Entonces ahí los preparan?. Si les dan filosofía, ciencia
política, economía. Les enseñan los métodos que usarán cuando gobiernen a los
pueblos. Son masones.
Al termina sus clases salen a las calles y se confunden entre
todos. Llevan ya la instrucción del poder. Hummm.
Le doy la mano a Toño, salgo del lugar y me voy a buscar una
aventura….
Camino por una zona popular. Me dice Eduardo que tiene que
entrar en una casa mal hecha. Decido acompañarle. Lo primero que vemos son
pinacates y ratas.
Lalo me señala al
techo. Es un techo de cartón de chapopote acanalado. Son esos cuartos de gente
pobre que los hacen colocando unos palos atravesados y pegan las láminas con
clavos metido dentro de una corcholata. Una de las láminas está arrancada, sí
te asomas se puede ver el cielo y hasta las nubes.
Me dice Eduardo que ya se robaron el dinero que el había
robado.
Extraño sueño el de este treinta.
En la ciudad hay una calle
llamada Prado. Penetro a un edifico en donde priva la vidriería. En su
interior hay un tumulto de gentes . De esas personas que viven únicamente para
las pendejadas frívolas.
Todos ellos van vestidos de negro. Abrigos negros, trajes
negros, chamarras negras al igual que sus almas. Estos individuos aparecen en
los medios de comunicación, Sus caras están en todos los lugares. Desde
anuncios de mayonesas, papeles para el culo, automóviles.
Entro al sitio como les acabo de decir. Todos ellos dicen que
son solidarios con Rogelio Guerra. Por lo del asunto en donde lo pasó a amolar
la televisora chatarra.
Intento cruzar. En un asiento de piel hay una cara que me es
familiar. Me acerco, le saludo. La persona hace un gesto de sorpresa extiende
también su mano y me saluda.
En los problemas de la asfixia que dan estos lugares
evado a todos . Cruzo de nuevo la puerta. Adelante una escalera de ladrillos me espero. Ahora me acompaña
Hugo.
Me pregunta por los resultados de mi vista. Ninguno todos
ellos andan siempre entre los vestidos ,
y las fiesta.
Subimos y al llegar a la Avenida un hombre en cuclillas
me entrega un sobre plástico. Puedo ver que en su interior hay unas tijeras. Le
pregunto sí me va a regalar el paquete. El hombre en cuclillas me lo vuelve a
quitar. Hugo se ríe por mi pregunta. Es que con esos vendedores ya ni sabes.
Una ocasión se subieron al transporte público dos individuos
con aspectos de ex presidiarios. Uno de
ellos comenzó a repartir unos sobres. Le dije que no quería nada. Eso
basto para que comenzara a echarme
indirectas. Dijo a todo grito que algunos se sientes superiores, de raza aria.
No por tener ojos azules nos van a hacer el feo. El cabrón se
me quedaba mirándo como sí quisiera anularme de este mundo. Yo por mi parte
también le mire. Este pendejo era tan malo,
cliente frecuente de las cárceles y no me sostuvo la mirada.
Por principio de cuentas porqué debe uno de comprar todo tipo
de chácharas que te ofrecen. Y lo que es peor ahora sus ventas son a huevo. Si no te insultan y
te dicen ario……
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
31 de mayo de 2012
Estados Unidos Mexicanos.
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