EL QUINCE UÑAS




EL QUINCE UÑAS.









Me parece estar anclado en los años 70. Yo que siempre he andado de acá para allá. No sé que es lo que pasa pero me encuentro en un edificio que conocí cuando apenas contaba con 16 años y cantaba por las calles, por el amor de una mujer…



En este edificio vivía un pendejo de Martinez de la Torre. Era una edificación que debe de haber sido construido por los tiempos de Don Porfirio. Ahora lo puedo ver ahí, majestuoso, imponente. Cubre solamente en su fachada más de 200 metros, luego se decidió por hacerlo viviendas, o fueron viviendas desde el inicio.


Lo puedo ver, se encuentra pintado de color crema subido. Las puertas y ventanas que dan al exterior les pusieron tonos cafés para que contrastara con la claridad de la propia luz.


Luego despierto y me encuentro con la verdadera pesadilla. Porque uno que pasa me reconoce al punto que me grita: ¡Quiubo pinche quince uñas ¡. Me reconoció y para que no se hiciera arguende lo tome de un brazo para decirle casi en secreto. No me dijera quince uñas. No ves que ahora soy el licenciado. Todos me reconocen porque soy el más decente de todos.


El hombre se me quedó mirando casi serio y me preguntó ¿Porque te decían así ?. Es que siempre me destaqué por ser un hijo de la chingada. Una vez supe que así le decían al dictador Antonio López de Santa Anna. Aquél desalmado que vendió a los pinches gringos la mitad de México. Y es que él era aficionado al dinero.



Ahora debemos mostrarnos con perfil bajo para que no hablen mucho. El pueblo siempre está menso, nada sabe. Nosotros, nuestra ralea , los chingamos poco a poco, y hasta gusto les da. A mí me fascina mentir todos los días, sé de todo lo que me preguntan y estoy de acuerdo en todo.


Las cosas ya no son iguales, apenas hace unos días supe de asesinos y traidores que confabulados mataron al alcalde de Nuevo León, luego aparecieron colgados en un puente en Cuernavaca cuatro muchachos, y el sábado pasado matan de tres tiros a otro empresario en las calles de la colonia Roma .


Se anuncia un colapso en el pago de pensiones del Seguro Social, y encuentran más narco minas por los lares del Estado de Hidalgo, y escuché que por lo pronto ya no harán un monumento para conmemorar las fiestas patrias Tu crees que quien organizan esta magna pachanga son australanos?. Si, que se echarán millones a la bolsas por hacer desfilar botargas. A nosotros ya nos llevó la chingada. Ya lo ves. No hay piedad para nadie. Dice el rector que sí que son siete millones de muchachos que no hacen ni madre.


Luego quiero decirte que un oficial de la policía me habló explayadamente sobre la difícil situación que viven al interior de la policía del Distrito Federal .Que quieren quitar 4 mil plazas para ahorrase el dinero que luego se utilizará para la campaña del que quiere ser presidente.


Hundido como el que más , decido buscar refugio en la casa de mi abuela. Sé que ya no está, pero no importa. Y me voy a su casa, que tantas y tantas veces pude pintar.


Va Raúl Castro, abre una manija y penetra, él es joven, con su ojos meticulosos. Lleva bajo el brazo un pizarrón portátil. Lo coloca sobre un piano y escribe unas fórmulas. Según dice son la clave para que la gente sea feliz. Le digo que eso es imposible ya pués no se vive de ninguna alegría, si no tienes ni para mazapanes.


Le digo que mejor vayamos a un sitio sórdido, ubicado en las afueras de cualquier ciudad de Latinoamérica. Me hace caso y vamos. Al momento nos encontramos subiendo una escalinata, descubro una mujer cholita y sé de inmediato que estamos en Perú. Al entrar por una puerta de hierro antiguo y ferroso, intentan detenerme algunos pandilleros locales para ver que me roban. Uno de ellos can cara de malo, introduce su mano en la bolsa de mi pantalón trasera. Al darme cuenta, sacó mi navaja y sin más se la clavo en el brazo. El puto cae y es entonces que me sube el coraje y le meto varias patadas. Raúl es conocido porque en sus tiempos en la otra existencia fue jefe de pandillas. Los demás se hacen de lado y subimos.


Avanzamos por un pasillo que presenta suciedad en sus pasamanos y paredes. Hay locales uno enseguida de otro. En sus interiores hombres de distintas edades bailan con esos sonidos corrientes que le llaman La changa. Raúl que es experto en esos lupanares, me dice que entremos.


Cuando estamos decididos a hacerlo, descubro que Gael Garcia Bernal, echa una lagrimitas. Le digo que fue lo que le sucedió. Se levanta su chamarra de cuero y me muestra un agujero en el costado que mana sangre y que un cholo drogadicto le acaba de propinar.


Ante todo me emputece que se le hagan maldades a un connacional. Le pido a García que se siente y se ponga su pañuelo. Corro detrás del violento , le meto un pie y sin que medien palabras comienzo a golpearlo hasta cansarme. El hombre intenta defenderse pero es imposible. Mi ira no es controlable. Que agradezca el hijo de puta que no llevo por ahora una pistola si no se la vació toda.

Estos bueyes no saben lo que es el honor. Nadie debe de picar a un mexicano…..


Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
24 de agosto de 2010.
Estados Unidos Mexicanos.

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