MONSI EL FUFUY SUS OJITOS CERRO.

MONSI EL FUFUY SUS OJITOS CERRO.



Tendría pelos de sus gatos en los pulmones, pero no tenía pelos en la lengua, y menos en su pluma.

Ana Evigano.





A sus deudos , los verdaderos deudos :


Recóndita Armonía, Monja Beligerante, Rosa Luz Emburgo, Ansia de Militancia, Eva Sión, Fetiche de Peluche, Fray Gatolomé de las Bardas, Chocorrol, Miau Tse Tung, La Monja Desmecatada, Carmelita Romero Rubio de Díaz, Miss Oginia, Miss Antropía, Catástrofe, Pio Nonoalco, Nana Nina Ricci, Posmoderna, Mito Genial, Caso Omiso, Zulema Maraima, Voto de Castidad (Votito), Catzinger, Peligro para México, Copelas o Maullas.



Como se tratara de una canción de Chava Flores, nos encontramos con que el sábado pasado que nos ocupa entregó el equipo junto con sus tenis Carlos Monsiváis .
No sabes qué ironía hubiera comentado el tal Monsi sobre su propia muerte o cual hubiera sido la expresión de su cara. Porque ante la tilica no hay pero ni súplica que valga.


Los restos, o los huesos de este robusto hombre los fueron paseando por las calles de la Mecánica Nacional . Fue llevado algunos lugares de la capital mexicana . Primero lo llevaron al museo del estanquillo, donde le presentaron sus respetos, posteriormente, cuando pasaste al filo de las doce del día domingo, siempre tienes la costumbre de mirar a la entrada del Palacio de Bellas Artes. Y ahí, justamente en frente de las escalinatas, unos hombres fúnebres de trajes de cuervo , se daban a la tarea de meter el ataúd al salón del propio Palacio . Una vez depositado con todo y sus lentes de pasta negra, comenzó la canción de Chava.


Se pudo ver, desde títeres con la cara hosca de este señor, otros que de igual forma, intentaban salir en la noticia, en el comentario del periódico, o en alguna nota de video . Se vio desfilar a muchos piojos de la izquierda perfumada . La llorosa Helena , a un gey que toca la flauta , movía sus deditos conmovido, mientras sacaba al aire notas musicales de Bach. Se pudo, ver a nefastos negros del arroz de la política rastrera que quisieron embarrarse de Monsiváis, mostrarse compungidos, derramar sus lagrimitas, cuando se cerró la cajita .


Ayer mismo en el trayecto del trolebús, hiciste una encuesta . A cinco personas les preguntaste si sabían quien era Monsiváis. Los cinco movieron su cabeza para los lados ; es decir que nó.


Los rostros de la oportunidad estaban presentes . Desde los mariachis que entonaban El Rey, hasta el hombre del cilindro. Luego, quien sabe quién le colocó sobre el féretro la bandera de México. La Jesusa, la señor que se pone máscaras de Salinas de Gortari, la voz de otro que intentó lucirse al despedir para su casa al Secretario de Educación, le hizo un ademán de que no era bien recibido, en un recinto público. También hizo presencia la senadora de la tarea , la sopitas de fideos, el Chaplin político de Pablo Gómez, el rostro sin expresión de un tal Camacho. El lagartón de Tabasco, y hasta la señorita despeinada de CONACULTA.


Para terminar el acto, el grupo de dolidos, entonó El Himno Nacional Mexicano , luego se dijo que se instituirá una medalla, que se otorgará a quién hable bien de ellos. ¿ Que va a ser de nosotros sin ti Monsi?, dijo la Poni. Ya no habrán voces criticas.

Poni en México hay más de 110 millones de bocas… Que también hablan.
Estamos en la orfandad de las palabras.


Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Para elpueblodeletras.
21 de junio de 2010.
Nec spe, nec metu.
Estados Unidos Mexicanos.