LA VIUDA MILLONARIA
LA VIUDA MILLONARIA.
Venezuela y su folklor
Reynaldo Armas
Estando yo jovencito me di la mano con la viuda de una hacienda , ella tenía más o menos setenta años pero cuando se arreglaba quedaba como una reina .
La cosa empezó una tarde cuando mi madre conversó un rato con ella yo si noté que ese otro día en la mañana mi mamá me compró ropa y una bicicleta nueva.
El cuarto día por la tarde llegó la viuda a mi casa en una yegua y le dijo a mi mamá : “ oiga señora la laguna dónde queda para que mi yegua coma y un poco de agua que beba y si no queda tan lejos porque su hijo no me lleva.
La acompañé con cariño y en el camino me dijo en forma sincera escúcheme hijo soy la viuda millonaria y ando buscando un muchacho que me quiera que conozca bien de llano y que sea de familia buena y que para andar conmigo de gancho no le de pena .
yo le dije eso es conmigo pero primero es preciso que comprenda yo necesito que usted me ponga a mi nombre unas cuatrocientas reses con cuatro leguas de tierra .
Me dijo no se preocupe si nos casamos tendrá todo lo que quiera y andará para arriba y para abajo conmigo siempre a su lado porque soy su compañera .
La tarde del casamiento cuando llegué a la iglesia con la vieja cuatro muchachas que estaban cerca de la puerta cuando nos vieron formaron una rochela diciendo que cosa rara la novia nada que llega pero el novio llegó adelante abrazado con la suegra .
Realizado el casamiento nos esperaba en la calle una rachera para llevarnos hasta la fiesta de gala donde esa noche había gente como de piedra .
Mis amigos me decían : te felicito panela pero dónde está tu esposa que has llegado con tu abuela .
Como yo era muy muchacho y tenía que hacer todo lo que ella dijera , un día me dijo vamos un momento al pueblo yo voy manejando el carro o si no de pasajera .
Como yo estaba aprendiendo llegando al pueblo me monté por una acera pero no ví a un musiú que estaba en ese momento en la puerta de una tienda.
Ella arregló todo aquello con abogado con palanca y con moneda , y al dirigirnos donde ella tenía una quinta una muchacha estaba esperando afuera y le dijo mamaíta yo me vine de Inglaterra porque hace veinticuatro allá se prendió la guerra .
La muchacha muy curiosa le preguntó que de que parte yo era y la viejita le respondió con malicia este es un niño que yo tengo allá en la hacienda pá que revise el ganado y a las gallinas atienda le eché comida a los gatos a un cochino y a una perra .
Yo recordé claramente lo que un primo me dijo una noche buena esa viejita con la que tú te casaste se le han muerto cuatro esposos porque ella los envenena .
La muchacha y su mamá aquella tarde preparaban una cena y yo también un tubo de mata ratas se lo vacié completico en una taza de avena.
Yo me escondí entre el solar y entre la quinta se prendió la san pablera , cuando la joven vió el estuche de veneno a su mamá le dijo en forma altanera no te cases con criaturas que solo aspiran moneda , además tú estás viejita y te la pasas enferma .
La viejita le contesta muerta de rabia muchacha no seas grosera , no tengo canas y arrugas sobre mi cara y ahora es cuando yo me considero tierna con viejos no quiero nada porque eso me desconsuela que hago con caja y sin fósforo con cigarro y sin candela.
Reynaldo Armas , compositor venezolano.
Archivo Alfredo Arrieta Ortega.
Gatodelperro2000@yahoo.com.mx
alfredoarrieta@terra.com.mx
visita también mis páginas :
http://elpueblodetierra.blogspot.com/
http://gatodelperro.blogspot.com
México.
Reynaldo Armas
Estando yo jovencito me di la mano con la viuda de una hacienda , ella tenía más o menos setenta años pero cuando se arreglaba quedaba como una reina .
La cosa empezó una tarde cuando mi madre conversó un rato con ella yo si noté que ese otro día en la mañana mi mamá me compró ropa y una bicicleta nueva.
El cuarto día por la tarde llegó la viuda a mi casa en una yegua y le dijo a mi mamá : “ oiga señora la laguna dónde queda para que mi yegua coma y un poco de agua que beba y si no queda tan lejos porque su hijo no me lleva.
La acompañé con cariño y en el camino me dijo en forma sincera escúcheme hijo soy la viuda millonaria y ando buscando un muchacho que me quiera que conozca bien de llano y que sea de familia buena y que para andar conmigo de gancho no le de pena .
yo le dije eso es conmigo pero primero es preciso que comprenda yo necesito que usted me ponga a mi nombre unas cuatrocientas reses con cuatro leguas de tierra .
Me dijo no se preocupe si nos casamos tendrá todo lo que quiera y andará para arriba y para abajo conmigo siempre a su lado porque soy su compañera .
La tarde del casamiento cuando llegué a la iglesia con la vieja cuatro muchachas que estaban cerca de la puerta cuando nos vieron formaron una rochela diciendo que cosa rara la novia nada que llega pero el novio llegó adelante abrazado con la suegra .
Realizado el casamiento nos esperaba en la calle una rachera para llevarnos hasta la fiesta de gala donde esa noche había gente como de piedra .
Mis amigos me decían : te felicito panela pero dónde está tu esposa que has llegado con tu abuela .
Como yo era muy muchacho y tenía que hacer todo lo que ella dijera , un día me dijo vamos un momento al pueblo yo voy manejando el carro o si no de pasajera .
Como yo estaba aprendiendo llegando al pueblo me monté por una acera pero no ví a un musiú que estaba en ese momento en la puerta de una tienda.
Ella arregló todo aquello con abogado con palanca y con moneda , y al dirigirnos donde ella tenía una quinta una muchacha estaba esperando afuera y le dijo mamaíta yo me vine de Inglaterra porque hace veinticuatro allá se prendió la guerra .
La muchacha muy curiosa le preguntó que de que parte yo era y la viejita le respondió con malicia este es un niño que yo tengo allá en la hacienda pá que revise el ganado y a las gallinas atienda le eché comida a los gatos a un cochino y a una perra .
Yo recordé claramente lo que un primo me dijo una noche buena esa viejita con la que tú te casaste se le han muerto cuatro esposos porque ella los envenena .
La muchacha y su mamá aquella tarde preparaban una cena y yo también un tubo de mata ratas se lo vacié completico en una taza de avena.
Yo me escondí entre el solar y entre la quinta se prendió la san pablera , cuando la joven vió el estuche de veneno a su mamá le dijo en forma altanera no te cases con criaturas que solo aspiran moneda , además tú estás viejita y te la pasas enferma .
La viejita le contesta muerta de rabia muchacha no seas grosera , no tengo canas y arrugas sobre mi cara y ahora es cuando yo me considero tierna con viejos no quiero nada porque eso me desconsuela que hago con caja y sin fósforo con cigarro y sin candela.
Reynaldo Armas , compositor venezolano.
Archivo Alfredo Arrieta Ortega.
Gatodelperro2000@yahoo.com.mx
alfredoarrieta@terra.com.mx
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México.
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