buela con ojos chuecos, análisis del chicharrón con salsa, dentista y vacunas, calle de Ámsterdam de noche.
Abuela con ojos chuecos, análisis del chicharrón con salsa, dentista y vacunas, calle de Ámsterdam de noche.
Veo a mi abuela. Ella se acerca medio desnuda, va en harapos blancos,tiene los ojos morados y no son circulares. Más bien sus ojos están caídos.
Me dice sin fuerza en su voz que ya se tiene que ir.
Ya es tiempo le pregunto?
Sí Alfredo, es la hora…
Me dice: Házte pá allá¡ deja que me siente en este sofá que ocupas.
Me levanto. Mi abuela se deja caer de golpe.
Mi abuela tiene la piel blanca y los párpados caídos.
Ahora camino por el interior de esta casa.
Pasa mi papá y me pide lo acompañe.
En este sitio hay un escritorio. Tomamos asiento. Del lado como en sentadito de joto veo a Benedicto. Este revisa un papel.
Mi padre examina otro.
Luego me lo entrega.
Le explico que tengo grasa en los dedos.
No importa.
El contenido de este papel habla de los usos del chicharrón y como prepararlo.
Busco una pluma y escribo sobre el tema:
El chicharrón es la piel del cerdo. Hablo de todo el proceso hasta que se convierte en un guiso o botana.
Una vez que terminé con el escrito se lo entrego a mi padre. Lo lee cuidadosamente. Después levanta la vista y me dice:
Veo que aprovechaste tu tiempo en Industria y Comercio.
Parece que sí.
Por este pasillo camina o pasa un señor robusto. Es de raza afro. Al verme se regresa y me pregunta que sí me falta alguna vacuna?
Sólo que sea la de la rubeóla?
No sé dime tú?
Acompañame.
Y voy con él.
Me siento en el sillón de las torturas.
Este doctor saca una jeringa. La encaja en un frasco, luego extrae una sustancia.
Después me inyecta en el hombro.
Ahora esperemos a que prenda me dice.
Como andas de las muelas?
No tiene alguna picada?
Sí la del juicio.
Hum. Eso es un problema.
Requiere cirugía.
Déjame ver.
El afro me pide que abra la boca y diga ah¡
Es de noche. Estoy en la calle de Ámsterdam , la fría viene hacia mí. Me apura.
Llega y me dice que le avisaron que mi abuela se acaba de morir.
Sí eso me dijo hace un rato. Que ya era hora.
Sí.
Y como murió?
Se quedó quieta en el sofá..
Sí ese sofá le gustaba para leer el diario por las tardes..
Original de Alfredo Arrieta
Nec spe, nec metu
Para el pueblodetierra.
Estados Unidos Mexicanos.
18 de Agosto de 2015.
Veo a mi abuela. Ella se acerca medio desnuda, va en harapos blancos,tiene los ojos morados y no son circulares. Más bien sus ojos están caídos.
Me dice sin fuerza en su voz que ya se tiene que ir.
Ya es tiempo le pregunto?
Sí Alfredo, es la hora…
Me dice: Házte pá allá¡ deja que me siente en este sofá que ocupas.
Me levanto. Mi abuela se deja caer de golpe.
Mi abuela tiene la piel blanca y los párpados caídos.
Ahora camino por el interior de esta casa.
Pasa mi papá y me pide lo acompañe.
En este sitio hay un escritorio. Tomamos asiento. Del lado como en sentadito de joto veo a Benedicto. Este revisa un papel.
Mi padre examina otro.
Luego me lo entrega.
Le explico que tengo grasa en los dedos.
No importa.
El contenido de este papel habla de los usos del chicharrón y como prepararlo.
Busco una pluma y escribo sobre el tema:
El chicharrón es la piel del cerdo. Hablo de todo el proceso hasta que se convierte en un guiso o botana.
Una vez que terminé con el escrito se lo entrego a mi padre. Lo lee cuidadosamente. Después levanta la vista y me dice:
Veo que aprovechaste tu tiempo en Industria y Comercio.
Parece que sí.
Por este pasillo camina o pasa un señor robusto. Es de raza afro. Al verme se regresa y me pregunta que sí me falta alguna vacuna?
Sólo que sea la de la rubeóla?
No sé dime tú?
Acompañame.
Y voy con él.
Me siento en el sillón de las torturas.
Este doctor saca una jeringa. La encaja en un frasco, luego extrae una sustancia.
Después me inyecta en el hombro.
Ahora esperemos a que prenda me dice.
Como andas de las muelas?
No tiene alguna picada?
Sí la del juicio.
Hum. Eso es un problema.
Requiere cirugía.
Déjame ver.
El afro me pide que abra la boca y diga ah¡
Es de noche. Estoy en la calle de Ámsterdam , la fría viene hacia mí. Me apura.
Llega y me dice que le avisaron que mi abuela se acaba de morir.
Sí eso me dijo hace un rato. Que ya era hora.
Sí.
Y como murió?
Se quedó quieta en el sofá..
Sí ese sofá le gustaba para leer el diario por las tardes..
Original de Alfredo Arrieta
Nec spe, nec metu
Para el pueblodetierra.
Estados Unidos Mexicanos.
18 de Agosto de 2015.
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