Anciana con bastón, le corté las piernas a un ladrón.
Anciana con bastón, le corté las piernas a un ladrón.
Me encuentro en una vereda a la salida a Toluca.
Una anciana se aproxima. Ella viene vestida en andrajos.
Se detiene con dificultad, dá dos pasos y vuelve a caminar.
Cuando llega a mi presencia me pide que la acompañe.
Así que nos dirigimos de norte a sur.
La mujer voltea y me dice que el camión no aparece.
No no se ve..
En el camino me plática que su madre alguna vez la baño Atahualpa.
Como fue esa historia le pregunto?
Mi mamá tenía once años. Ella estaba metida en una tina con agua tibia.
Grito que no se podía quitar el jabón de la cabeza¡
Entonces entro Atahualpa , tomo la jícara, la lleno con el agua de la tina y se la virtió sobre la cabeza.
Mi mamá se quito el jabón.
Atahualpa que era su papá le entregó una toalla y le dijo: Sécate..
Eso fue lo que mi mamá me platico.
Como el camión nunca llegó la anciana quiere que la siga acompañado.
Así que nos vamos a una consulta.
Es que todo se me olvida.
Eso mismo les decía yo señora.
No quiero llegar a final de mis días siendo un viejo decrépito y sin lucidez¡
Con arrugas pero lúcido.
Para decirles que la vida tiene sus asegunes.
Un flacucho de bata blanca se aproxima librando a la gente que puede a su paso.
La anciana le pregunta sobre la ficha que tiene en sus manos.
El hombre no la mira siquiera.
Creo que la ficha tiene validez hasta el lunes me explica.
Ahora salgo de la recepción y los elevadores de este edificio que anteriormente fue la Secretaría de Comercio.
Este sitio quedó destrozado por el terremoto.
En este sueño está intacto.
Voy a cruzar la Avenida Cuauthémoc.
Un autobús viene a contraflujo.
Una mujer intenta cruzar también pero no se percata del autobús.
La tomo del abrigo y la jalo hacía mí.
Señorita por poco y la hacen pinole¡
Ay gracias joven no lo ví¡
A media calle me encuentro.
Un hombre largo, al verme se dirige presto.
Me pide que le entregue dinero.
Y sí no qué?
Pués te mato¡
Eso lo veremos..
Forcejeamos.
Saco mi pistola.
La pistola es una que le perteneció al Llanero Solitario.
La pistola dispara chinampinas.
El hombre se carcajea¡
Y este sí saca un arma de a deveras.
Me dice que me va a matar.
Seguimos forcejeando.
La gente pasa y ni se inmuta.
Nadie dice nada, nadie ve, nadie nadie.
Caemos al suelo. Intento cubrirme. No quiero recibir ningún balazo.
Forcejeamos.
Me acuerdo que llevo la navaja sí. La navaja que uso para destripar cerdos en el rastro.
Y este es un cerdo más.
Con la navaja en las manos, le meto una tasajeada en sus dos piernas.
Le brota la sangre.
El tipo llora. Me pide que no lo deje morir.
Me levanto.
limpio la navaja en su traje y me voy.
La señorita sigue ahí.
Me dice que me esperó para darme las gracias de que no la haya atropellado el autobús.
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
21 de Junio de 2015.
Estados Unidos Mexicanos.
Me encuentro en una vereda a la salida a Toluca.
Una anciana se aproxima. Ella viene vestida en andrajos.
Se detiene con dificultad, dá dos pasos y vuelve a caminar.
Cuando llega a mi presencia me pide que la acompañe.
Así que nos dirigimos de norte a sur.
La mujer voltea y me dice que el camión no aparece.
No no se ve..
En el camino me plática que su madre alguna vez la baño Atahualpa.
Como fue esa historia le pregunto?
Mi mamá tenía once años. Ella estaba metida en una tina con agua tibia.
Grito que no se podía quitar el jabón de la cabeza¡
Entonces entro Atahualpa , tomo la jícara, la lleno con el agua de la tina y se la virtió sobre la cabeza.
Mi mamá se quito el jabón.
Atahualpa que era su papá le entregó una toalla y le dijo: Sécate..
Eso fue lo que mi mamá me platico.
Como el camión nunca llegó la anciana quiere que la siga acompañado.
Así que nos vamos a una consulta.
Es que todo se me olvida.
Eso mismo les decía yo señora.
No quiero llegar a final de mis días siendo un viejo decrépito y sin lucidez¡
Con arrugas pero lúcido.
Para decirles que la vida tiene sus asegunes.
Un flacucho de bata blanca se aproxima librando a la gente que puede a su paso.
La anciana le pregunta sobre la ficha que tiene en sus manos.
El hombre no la mira siquiera.
Creo que la ficha tiene validez hasta el lunes me explica.
Ahora salgo de la recepción y los elevadores de este edificio que anteriormente fue la Secretaría de Comercio.
Este sitio quedó destrozado por el terremoto.
En este sueño está intacto.
Voy a cruzar la Avenida Cuauthémoc.
Un autobús viene a contraflujo.
Una mujer intenta cruzar también pero no se percata del autobús.
La tomo del abrigo y la jalo hacía mí.
Señorita por poco y la hacen pinole¡
Ay gracias joven no lo ví¡
A media calle me encuentro.
Un hombre largo, al verme se dirige presto.
Me pide que le entregue dinero.
Y sí no qué?
Pués te mato¡
Eso lo veremos..
Forcejeamos.
Saco mi pistola.
La pistola es una que le perteneció al Llanero Solitario.
La pistola dispara chinampinas.
El hombre se carcajea¡
Y este sí saca un arma de a deveras.
Me dice que me va a matar.
Seguimos forcejeando.
La gente pasa y ni se inmuta.
Nadie dice nada, nadie ve, nadie nadie.
Caemos al suelo. Intento cubrirme. No quiero recibir ningún balazo.
Forcejeamos.
Me acuerdo que llevo la navaja sí. La navaja que uso para destripar cerdos en el rastro.
Y este es un cerdo más.
Con la navaja en las manos, le meto una tasajeada en sus dos piernas.
Le brota la sangre.
El tipo llora. Me pide que no lo deje morir.
Me levanto.
limpio la navaja en su traje y me voy.
La señorita sigue ahí.
Me dice que me esperó para darme las gracias de que no la haya atropellado el autobús.
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
21 de Junio de 2015.
Estados Unidos Mexicanos.
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