Maestra de dos vestidos, antigua escuela convertida en bodega, Jorge Pineda, platos de plástico, asalto.

Maestra de dos vestidos, antigua escuela convertida en bodega, Jorge Pineda, platos de plástico, asalto.



























Por ese pasillo viene caminando una mujer. Es una mujer muy bella, el pelo negro le cae como cascada sobre la espalda, lleva un vestido gris arriba de la rodilla, zapatos de tacón rojos.

Yo me asomo por la puerta de este salón. Estamos a la espera de que llegue la maestra. Creo que la maestra es ella.

Se detiene enfrente de mí, me pide permiso y entra.

La mujer se mete a un baño que hay en el interior, casi enseguida y a manera de como sucede en las películas sale pero vestida de amarillo y con un vestido discreto, debajo de las rodillas.

Ella nos habla de la lengua española y no dice un verso que rima con Sonora. Quiero aprendérmelo pero lo dice tan rápido que yo no me atrevo a pedirle que lo diga de nuevo.

La maestra nos pide que saquemos cuaderno y pluma, debemos escribir. El caso es que no no traigo nada de nada.

A un lado mío hay un cuaderno cuadrícula, de primero pienso arrancarle una hoja sin que se dé cuenta el propietario pero después me arrepiento.

Llega, es una mujer. Le digo que sí me puede dar una hoja en blanco. Sí claro y arranca dos.

También me presta un plumón.

Le explico que pretendía robarme sus hojas pero mejor espere.

Ah sí?

Ay que lindo. La mujer se abre la blusa y me nuestra un seno. Eso es todo.

Ahora voy por una Avenida que se llama Bucareli. En este sueño el sentido es de sur a norte y no como es en realidad. Miro a la que fue mi escuela. Es un terreno abandonado ahora.

Paso veloz.

De regreso el sentido ya cambio y ahora es de norte a sur. Veo que la remodelaron de inmediato. Es decir nomás fui y vine y ya era otro el lugar. Me detengo , bajo y entro a la que fue mi escuela.

Es una bodega inmensa. Están por terminarla. Los techos son de acero y muy altos.

Veo que es Jorge Pineda. El mismo de siempre con su traje café. Le hablo para saludarlo:

Como estás maestro¡

Jorge me mira y me dice que tiene una enfermedad mortal.

Que tan mortal?

Muy mortal. En un rato ya no estoy con ustedes.

Me pierdo en la bodega. Veo unos platos de plástico, quiero robármelos pero no lo hago. Mi conciencia es muy limpia. Tomo los platos. En una de las salidas hay una caja. Me acerco y le pregunto a la fría que sí ya pagó? Ella me dice que eso hace. Toma ten que nos cobren estos platos.

La cajera los mira y comienza a marcar. Me regresa dos monedas de diez pesos. Las monedas caen al suelo. Me agacho para levantarlas. Una mujer se acerca y me dice hola¡ Soy azul ¡

Eres azul?.

Sí ese es mi nombre.

Mete las monedas por esa ranura, me dice.

Le obedezco. Meto las dos monedas, salen por otra cavidad ositos de goma. Los ositos caen al suelo. Azul me dice que los tome todos..

Por ultimo estoy en un parque provinciano.

Montserrat está al lado mío. Tiene diez años. Comemos los ositos de goma.

De pronto se acercan dos. Nos dicen que es un asalto. Uno de ellos toma a Montserrat por el cogote. Y me dice que le dé todo lo que traigo. Le doy los ositos de dulce.

Te estás burlando de mi?

No, es todo lo que traigo.

Le quito su calibre 22 al de menor edad y se la coloco en el pecho. Le digo que le voy a disparar.

Acciono la pistola y la pistola hace click en lugar de bang. Le digo que le voy a disparar para volarle los huevos. Le pongo la pistola nuevamente acciono y la pistola hace click en lugar de bang.


Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
19 de Febrero de 2015.
Estados Unidos Mexicanos.











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