Pintando un coche de color crema, me pinté el pelo de negro, llegué a la Navidad.

Pintando un coche de color crema, me pinté el pelo de negro, llegué a la Navidad.



























Ora sí se lució Alfredo me dijo el ñero de la calle Wagner.

¿Y eso porque le pregunte?

¿Cómo qué porqué?

Mire nomás que bien dejó este carro. Mejor que en la agencia.

¿Le parece que lo dejé bien?

Huy sí…

Sí nos ponemos vergas lo podemos vender.

Creo aquí entre nos que este cuate está medio ceguetas. Ni lo dejé tan bien como él dice ni quedó de agencia.

Es un carro de los años cuarenta. Estaba bien puteado y decidí que lo tendría que reparar.

Primero le saqué los golpes. Fui a comprar un martillito de esos chatos y con un pico en la punta.

Así me la pase días y días. Creo que fueron como dos meses.

Luego lo embadurné con una pasta y esperé a que se secara. La chinga viene después.

Eso porque debes de estar talle y talle con una lija de agua hasta que la lámina quede como nalga de princesa.

¿Bueno tú me dirás qué como sé que las nalgas de las princesas están suaves?. Pués a ciencia cierta no lo sé pero las que sí conozco son las de una reina.. Y sí están tersas. Has de cuenta que tienes en las manos terciopelo.

Bueno. Luego tienes que ir a comprar la pintura y algunos disolventes. Estopa.

La pintura la puedes preparar tú o puedes pedirle al ñero que él lo haga.

Más tarde con un aspersor lo vas pintando paulatinamente.

El sol te ayuda porque le sale brillo.

¿ Que de quién es el carro?

No lo sé.

El carro estaba estacionado en Wagner y me gustó la idea de pintarlo.




Me encuentro sentado en el patio de la casa de mi abuela. Si el mismo en dónde por las tardes solía sentarme para tocar la guitarra.

Esta vez no llevo la guitarra.

Hay un espejo colgado de un muro. Me miro y tengo los ojos negros. Negros como aceitunas negras.

El rostro que tengo en este sueño es el de una mujer maquillada excesivamente. Traigo las cejas pintadas, los labios pintados y el pelo pintado de negro azabache.

Una mujer que en sus tiempos fue modelo pasa a mi lado. Me dice que porque me pinté el pelo de negro?.

Tuve la idea le dije.

Pués te ves bien gacho Alfredo.

Ella se metió al comedor y yo me quedé pensando.

Tomé un algodón y comencé a despintarme la cara, me quite lo negro de las cejas, lo rojo de los labios. Me levanté y con agua y jabón intenté quitarme el negro color.

Regresé al espejo y de nuevo tenía mi cara.

El pelo seguía negro.

Busqué en un mueble y me encontré una rasuradora. La conecté y comencé a raparme.

Ahora resultó peor el remedio que la enfermedad. Ya no tengo el pelo negro pero estoy pelón.

La mujer que anteriormente fue modelo sale y me vuelve a mirar.

No puede contenerse y se ríe a carcajadas de mí.

¡ Ahora pareces loco Alfredo ¡

Ja, ja, ja..

Hija de puta eso es lo que es. Me digo.

Ganas no me faltaron para gritarle.

Pero ella tiene sólidos argumentos.

Me miro de nuevo al espejo.

Tiene razón …




Estoy en la época navideña.

Hay en esta casa varios árboles con luces. Este que es verde tiene luces verdes y es el que más me gusta.

Me dice una persona que debería estar contento porque llegué a otra Navidad.

Dá lo mismo..



Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra
6 de abril de 2014.
Estados Unidos Mexicanos.

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