Programa de radio, Vargas Llosa, perpetuidad, síganme.

Programa de radio, Vargas Llosa, perpetuidad, síganme.









Saco la llave  del candado Philips, la introduzco, el candado abre. Jalo la cadena de veinte eslabones, entro. Una mujer flacucha con muchas baratijas en las manos y los párpados pintados de violeta me recibe. La mujer me dice : Que bueno que llegaste. ¿Sí que pasa?. Ya está por comenzar el programa. Le pregunto: 
¿En dónde lo vamos a hacer?. Ella dice: Aquí en el pasillo.  Ya colocaron una mesa larga. ¿Le pusieron mantel verde?. Si tal y como lo pediste.¿ Bien raro que soy no ? La mujer ríe.

Busco  con la mirada a los dos que me acompañaran. ¿Al verlos le digo a la flacucha que sí no hay manera de que el programa lo pueda hacer con otras gentes?. Ella me dice que no hay tiempo. Es que la mera verdad estos dos no me caen nada bien. Anda es solo un rato.

Estos dos antes me caían bien pero descubrí que sus palabras no corresponden con sus hechos y a mí la gente mentirosa y falsa no me agrada. Que le voy a hacer.

Alguien da la señal. Entro al aire. Comienzo a hablar. Saludos a los escuchas amablemente tal y como me caracteriza. Les digo que les voy a enseñar a prepara unas ricas sabrosas y saludables goditas de harina de trigo. Lo primero que deben de tener son los ingredientes que son  a saber. Medio kilogramo de harina de trigo, una taza de azúcar, canela molida, tres huevos,escencia de vainilla, manteca de cerdo. A los escuchas les digo como deben de mezclar los ingredientes. Deben ustedes hacer  una masa uniforme posteriormente harán unas bolitas de harina que irán expandiendo con un rodillo, al tener  las tortillas con cierta consistencia las van a poner en el comal. Es importante señalar que sí usan un anafre las tortillas tendrán mejor cocción.

Sí llegases a notar que el calor es excesivo sólo bastará que saquen algunos carbones incadecentes y la temperatura  bajará.

Dicho esto  termino  mi participación. Los  otros dos me miran pero no dicen nada. Noto su envidia por la fluidez con la que hablo y expongo las cosas. Sí me dieran la posibilidad de hablar hasta les vengo dándo clases de ciencias políticas.

Me encuentro sentado sobre una cama, la cama no tiene ni sábanas ni cobijas, el colchón está pelón.

Alrededor de la cama hay varias señoras de la tercera edad estoy conversando con ellas. En eso estamos cuando de pronto llega Mario Vargas Llosa, extiende la mano y saluda a todos. A mí me deja para el último. Me dice: Como estás. Bien ando por acá de lengua larga. Mario se sonríe, me da una palmada y se despide. 

Una de las señoras dice que no se va a lavar la mano por muchos días. Ver a un hombre tan importante no se dá todos los días. Tú eres importante. No te disminuyas. Todos somos importantes. De no serlo no estaríamos aquí. Ni yo estaría hablando contigo. Tú eres importante. La mujer baja la vista y ya no me dice nada pero noto que queda agradecida por lo que le dije..

Un señor gordo más bien voluminoso se sube a mi carro Rambler aquél que le compré a un español. Me explica que  va a depositar unas monedas para que las tumbas que tiene reservadas sigan conservándose a perpetuidad. Su esposa  le dá instrucciones . ¿Le pregunto sí tiene que acudir al panteón a hacer el trámite?. No es aquí cerca en la Comercial Mexicana. En una máquina deposita dinero y mete una tarjeta así queda registrado y las tumbas quedan a perpetuidad.. Ah¡.

 Voy caminando de prisa, voy vestido de pantalón de casimir, camisa blanca, cinturón de fina manufactura, zapatos de Italia, corbata de seda. Pero no llevo saco. Hace años que no me visto de traje. Creo que ya me chocan.

Camino de prisa a toda la gente que veo a mi paso les pido que me acompañen no tengo tiempo de explicarles pero les invito a que me sigan. Algunos me hacen caso, otros me ignoran. A mi ritmo voy librándo obstáculos, subo por una pila de libros. Parece que mi capacidad de convocar ha surtido efecto. Me acompañan muchos. Nos detenemos en una montaña de ropa. Les miro a todos y les digo que tenemos que escalarla. Una chica me pregunta que sí   se nos cae la ropa que nos va a suceder. Lo más seguro es que mueras. Pero no te preocupes esto es un sueño. Tu en realidad no eres nada vámos ni siquiera una ilusión. 

La chica me mira  con una cara de tristeza. No pongas esa cara las ilusiones ni en la vida real funcionan. ¿Y sabes porque?
¿ No porque? 
Porque todos o casi todos nunca son legales.

Dicho esto la tomo de la mano y comenzamos a trepar por la montaña de ropa, veo claramente como algunas prendas se van resbalando, la chica se aferra a mi mano, le digo que no se suelte si lo haces te esfumas. Ella se decide y me aprieta . Les grito a todos que suban. Sí nosotros lo pudimos hacer ustedes cuanti más. Todos suben.

Llegamos a la cúspide del sueño. Hay una puerta. Le digo a la chica que debemos entrar para ver que nos depara el destino…

Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra
Nec spe, nec metu
24 de enero de 2014.
Estados Unidos Mexicanos.




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