VESTIDO DE TRAJE Y EN LA CARRETERA, ROPA POR LAVAR….
VESTIDO DE TRAJE Y EN LA CARRETERA, ROPA POR LAVAR….
Son exactamente las cuatro con tres de la tarde. Voy vestido con aquél traje azul marino que nunca compré. Y no lo compré porque no me hice el propósito. De haberme empecinado de seguro lo habría estrenado. Tengo que acudir por los rumbos de un aeropuerto a recibir a una persona que tampoco conozco. Dicen que ella me dará la oportunidad que siempre busqué. Pero para serte sincero yo soy casi casi como decía el señor Antonio que nunca persiguió la gloria.
Una mujer que es psicóloga y aparece a diario por la pantallas televisivas intentando dar un poco de ayuda a personas que en verdad están enfermas. No sé ni cómo se llama pero ella está ahí presente en mi sueño, con su cabello largo, su nariz respingada y con su cara de que es muy sapiente.
Me mira y le intuyo en una primera intención que pretende llevarme en su volws wagen. No es que no que guste que alguna fulana me lleve pero me hago como que estoy distraído y comienzo a caminar.
Presumiblemente no camino ni medio kilómetro cuando le veo a lo lejos; ahí viene en su carro azul verde. Por esa razón me introduzco de bajo de un puente y salgo por un recodo del camino. Voy sacudiendo las pajas cuando escucho el claxon. Ella se detiene y me dice que suba. Así lo hago. En el interior viaja una española cuarentona que por la cara que hace no le hace gracias que yo me instale en el asiento trasero.
La mujer vuelve a la carretera. Mira por el espejo y me pregunta cual es la causa por la que le huyo. A decir verdad le digo no tengo nada en contra tuya. Pero consideró que nadie en el mundo es mejor por tener un carro. Todos nos vamos a ir al panteón. De eso ya tengo la experiencia. Decía Doña Trini que hasta los imperios se los llevaba la chingada. Entonces no veo porque una persona no le pueda suceder. He visto poderosos que se dijeron. Y ahora están enterrados y con las hormigas corriendo y las hierbas poblando la fosa. Asi que tú dirás. Ella se queda muda. Me dice que la insitencia de seguirme es que le intereso. Ah¡. Le pido se detenga y no digo más…….
Al darle vuelta a mi sueño me encuentro metido en una azotehuela. En el piso hay un monte de ropa que se debe de lavar. Recuerdo que antes, hace muchos años le pedía a mi abuela su radio. Ella se dirigía a su ropero y me lo prestaba con la condición de que le lavara las ropa de las camas. Ahora ya no tengo abuela, ni radio..
Miró el montón de ropa sucia. Busco el detergente. Lo encuentro encima de una repisa. Acerco la bolsa a la entrada de la lavadora. Busco el programa y espero a que termine. Es la rutina.
ahora pasa cerca de mí una puta mosca maldita. Me ataca, zumba y me ataca.....
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu.
23 de noviembre de 2011.
Estados Unidos Mexicanos.
Son exactamente las cuatro con tres de la tarde. Voy vestido con aquél traje azul marino que nunca compré. Y no lo compré porque no me hice el propósito. De haberme empecinado de seguro lo habría estrenado. Tengo que acudir por los rumbos de un aeropuerto a recibir a una persona que tampoco conozco. Dicen que ella me dará la oportunidad que siempre busqué. Pero para serte sincero yo soy casi casi como decía el señor Antonio que nunca persiguió la gloria.
Una mujer que es psicóloga y aparece a diario por la pantallas televisivas intentando dar un poco de ayuda a personas que en verdad están enfermas. No sé ni cómo se llama pero ella está ahí presente en mi sueño, con su cabello largo, su nariz respingada y con su cara de que es muy sapiente.
Me mira y le intuyo en una primera intención que pretende llevarme en su volws wagen. No es que no que guste que alguna fulana me lleve pero me hago como que estoy distraído y comienzo a caminar.
Presumiblemente no camino ni medio kilómetro cuando le veo a lo lejos; ahí viene en su carro azul verde. Por esa razón me introduzco de bajo de un puente y salgo por un recodo del camino. Voy sacudiendo las pajas cuando escucho el claxon. Ella se detiene y me dice que suba. Así lo hago. En el interior viaja una española cuarentona que por la cara que hace no le hace gracias que yo me instale en el asiento trasero.
La mujer vuelve a la carretera. Mira por el espejo y me pregunta cual es la causa por la que le huyo. A decir verdad le digo no tengo nada en contra tuya. Pero consideró que nadie en el mundo es mejor por tener un carro. Todos nos vamos a ir al panteón. De eso ya tengo la experiencia. Decía Doña Trini que hasta los imperios se los llevaba la chingada. Entonces no veo porque una persona no le pueda suceder. He visto poderosos que se dijeron. Y ahora están enterrados y con las hormigas corriendo y las hierbas poblando la fosa. Asi que tú dirás. Ella se queda muda. Me dice que la insitencia de seguirme es que le intereso. Ah¡. Le pido se detenga y no digo más…….
Al darle vuelta a mi sueño me encuentro metido en una azotehuela. En el piso hay un monte de ropa que se debe de lavar. Recuerdo que antes, hace muchos años le pedía a mi abuela su radio. Ella se dirigía a su ropero y me lo prestaba con la condición de que le lavara las ropa de las camas. Ahora ya no tengo abuela, ni radio..
Miró el montón de ropa sucia. Busco el detergente. Lo encuentro encima de una repisa. Acerco la bolsa a la entrada de la lavadora. Busco el programa y espero a que termine. Es la rutina.
ahora pasa cerca de mí una puta mosca maldita. Me ataca, zumba y me ataca.....
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu.
23 de noviembre de 2011.
Estados Unidos Mexicanos.
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