MONEDAS TIRADAS EN UN TREN, HECTOR EL MUERTO, LLAMADA Y GATOS EN LA OFICINA.
MONEDAS TIRADAS EN UN TREN, HECTOR EL MUERTO, LLAMADA Y GATOS EN LA OFICINA.
Viajo en un tren pintado de naranja, es un tren urbano en donde puedes ver cientos de rostros patibularios, rostros de fastidio y enojo. Y cómo nó. Esta vida esta metida en un laberinto que no da maneras para resolver. La mierda es de tal cantidad que si te haces para el lado izquierdo de seguro sales embarrado. No me queda más que transformarme en un señor anónimo para tratar de librarla. En el mejor de los caso adoptar las máscaras de los cínicos y ya está.
La fría viaja al lado mío. Lleva en las manos una bolsa de plástico repleta de dinero morralla. Intenta sacar algunas y todas las demás caen al piso. Se esparcen en todo el tren. La gente va hundida en sus pensamientos y nadie, como sí estuvieran muertos hace el menor intento por levantar alguna.
Le digo a la fría que las deje, hay cosas más importantes en la vida que andar recogiendo dinero barato. Ella no me hace caso y se inclina. Le digo que si toma esa actitud de limosna me bajo del tren. Ella murmura entre dientes , púes bájate.
Esta palabra hace que me entre un enojo y sin más desciendo del tren que va hacia el norte. En un instante pasó el que va en dirección contraria y me subo. Un conductor callado no da cuenta de mi presencia.
Veo a la fría que se sube por todos los trenes en movimiento. Parece que me busca, Yo la descubro entre la gente, bajo la cabeza y me oculto tras mi sombrero.
Ahora voy entrando a un departamento, su piso es verde marino. El material es de un linóleum que se usaba en los años 60. Una familia que conozco de vista come. La mujer les pasa la ensalada. Yo lo veo, no soy un muerto , parezco convidado de piedra, los puedo ver, escuchar. En eso entra Héctor. Se disculpa porque llegó tarde. Luego se voltea a mi persona y me dice como si me viera. Es que me morí la semana pasada. Y ya sabrás, trámites para todo. No te preocupes Héctor, entrále con fé al bailazo. Hectór es un muerto reciente, lo acaban de enterra el miércoles pasado. Para esta hora debe de estar podrido.
En medio ambiente sigue verde, solo que su tonalidad es más cercana al mar. Hay dos bocinas telefónicas, de esos teléfonos viejos. Las dos suenan al mismo tiempo. En la derecha hay dos escritorios, también dos señores elegantiosos, se sienten la mamá de los pollitos o de la gallina y quién los puso. Me miran y descubren a mis dos cats . Como yo tengo un lenguaje que va de lo florido al me vale madres, les pregunto sí mis gatos les causan alguna alergia. Ellos se miran y con cara de pendejos me dicen que no. Ah bueno…..
Original de Alfredo Arrieta.
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
Estados Unidos Mexicanos.
22 de Junio de 2011.
Viajo en un tren pintado de naranja, es un tren urbano en donde puedes ver cientos de rostros patibularios, rostros de fastidio y enojo. Y cómo nó. Esta vida esta metida en un laberinto que no da maneras para resolver. La mierda es de tal cantidad que si te haces para el lado izquierdo de seguro sales embarrado. No me queda más que transformarme en un señor anónimo para tratar de librarla. En el mejor de los caso adoptar las máscaras de los cínicos y ya está.
La fría viaja al lado mío. Lleva en las manos una bolsa de plástico repleta de dinero morralla. Intenta sacar algunas y todas las demás caen al piso. Se esparcen en todo el tren. La gente va hundida en sus pensamientos y nadie, como sí estuvieran muertos hace el menor intento por levantar alguna.
Le digo a la fría que las deje, hay cosas más importantes en la vida que andar recogiendo dinero barato. Ella no me hace caso y se inclina. Le digo que si toma esa actitud de limosna me bajo del tren. Ella murmura entre dientes , púes bájate.
Esta palabra hace que me entre un enojo y sin más desciendo del tren que va hacia el norte. En un instante pasó el que va en dirección contraria y me subo. Un conductor callado no da cuenta de mi presencia.
Veo a la fría que se sube por todos los trenes en movimiento. Parece que me busca, Yo la descubro entre la gente, bajo la cabeza y me oculto tras mi sombrero.
Ahora voy entrando a un departamento, su piso es verde marino. El material es de un linóleum que se usaba en los años 60. Una familia que conozco de vista come. La mujer les pasa la ensalada. Yo lo veo, no soy un muerto , parezco convidado de piedra, los puedo ver, escuchar. En eso entra Héctor. Se disculpa porque llegó tarde. Luego se voltea a mi persona y me dice como si me viera. Es que me morí la semana pasada. Y ya sabrás, trámites para todo. No te preocupes Héctor, entrále con fé al bailazo. Hectór es un muerto reciente, lo acaban de enterra el miércoles pasado. Para esta hora debe de estar podrido.
En medio ambiente sigue verde, solo que su tonalidad es más cercana al mar. Hay dos bocinas telefónicas, de esos teléfonos viejos. Las dos suenan al mismo tiempo. En la derecha hay dos escritorios, también dos señores elegantiosos, se sienten la mamá de los pollitos o de la gallina y quién los puso. Me miran y descubren a mis dos cats . Como yo tengo un lenguaje que va de lo florido al me vale madres, les pregunto sí mis gatos les causan alguna alergia. Ellos se miran y con cara de pendejos me dicen que no. Ah bueno…..
Original de Alfredo Arrieta.
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
Estados Unidos Mexicanos.
22 de Junio de 2011.
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