CENTAVOS, BARBACOA, PERROS.






CENTAVOS, BARBACOA, PERROS.





La ciudad se encuentra metida en un frío de dos grados que hace que el cerebro se convierta en una caja de ideas que no dejan nada. Es probable que las neuronas estén en hielo y la cabecitas van de aquí para allá sin sustento. Mira los individuos que aspiran a gobernar México y no son más que remedos de títeres de Rosete Aranda.




Y mira sus rostros congelados , de enfermos casi mentales que están dispuestos a saquear tus bolsillos y los de los demás.


Un anciano que en sus tiempos fue asesino serial y es el protagonista de Mentes criminales, le dice a su hijo que para matar, para enseñar a matar se debe de hacer perfectamente. Si no no lo intentes, al mismo tiempo que tortura a una mujer y le da toques eléctricos.


Por acá a la población la matan de hambre y nadie dice nada. Esto se da paulatinamente, imponiéndoles salarios de miseria, luego sus cuerpos no alcanzan nutrirse, se enferman, y los mismos que les dieron su salario, les venden los ataúdes.



La fría entre que quiere y no , le echa de pedos. Ella quiere ser rica. Pero para eso se necesita tener en primera instancia un culo de aquellos y la verdad es que no lo posee.


Usa la gorra y se trepa en un intento de evasión al carro del sueño, del letargo profundo que le llevará a olvidar el hambre propia y la de aquellos mexicanos pobres.


¡ Ah¡. Antes de que se le olvide le aviso que los tortilleros subieron el precio de las tortillas a doce pesos. Cuanta infamia¡….


Se encuentra sentado en un sillón de dos plazas. Ayuda a una mujer senil a contar 80 monedas. Al término las deposita en un costado del mueble. A un descuido de la senecta, usted toma tres o cuatro y se las echa en la bolsa . La mujer le ofrece un café y comienza a contarle sus tiempos de virgen hasta que la violaron.




Esas platicas le cansan y decide levantarse, se da una frotada en su pelo y lo mismo hace con su pantalón. Le da la mano y la mujer me mira. Luego le dice. Que si usted tomó centavos sin su permiso. Niega con una expresión y se hace el ofendido. Pausadamente le explica que su madre siempre lo educó bajo estrictas normas, por eso es lo que es. Ella contesta y dice que si falta algún centavo lo buscará. Se vuelve a ofender y le dice que si sigue en ese tenor procederá a demandarla por daño moral.



Sale y su rostro ofrece una mueca de Ya te chingué……


Ahora quiere entrar en unos terrenos arbolados. Afuera hay unos perros que ladran y mueven la cola. Intentan meterse por debajo de los alambres. En su interior, hay árboles de fresno que lucen erguidos y sus hojas caen y sopla un aire que le hacen recordar el lindo Buenos Aires.



Con un artefacto eléctrico alguien abre el portón y el sitio se transforma en un mercado. Un hombre joven le indica el procedimiento para elaborar una barbacoa así como sus caldos. Le dice que la cebolla, y los cilantros deben de picarse finamente, esto le dará al comensal una sensación de agrado y al terminar le pedirá comida para llevar. Le sirve un plato hirviente. Se acerca un niño y le pide de comer. Le dice al instructor le sirva al chiquillo que come voraz y el calor del caldo y la carne cocinada le causan un bienestar temporáneo.


Por uno de los locales aparece otro niño. El le dice que lo manda una señora anciana a cobrarle unas monedas que usted le robó. ¿ Eso te dijo la vieja cabrona ?. Ve y dile que digo yo que la voy a demandar. Eso dile. Y luego que la demande la voy a matar perfectamente…

El niño se le queda viendo mientras usted saca las monedas que le robó y se las entrega diciéndole que se compre unos dulces y si le alcanza chocolates….


Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu.
13 de diciembre de 2010.
Estados Unidos Mexicanos.

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