CATACUMBAS, UNA CASA, ADELAS MICHAS, POLLOS FRITOS, GRITOS EN EL TEATRO.
CATACUMBAS, UNA CASA, ADELAS MICHAS, POLLOS FRITOS, GRITOS EN EL TEATRO.
Sin explicación alguna usted aparece en el interior de unas cavernas. Por sus misterios corren aguas acompañadas siempre de un rumor constante. Por su cabeza pasan y pasan cientos de murciélagos, huele a guano. No se decide a adentrarse mas. Quizá sus aguas lo lleven o desemboquen en el Amazonas y al salir lo estén esperando una tribu que se lo comerán con mucho gusto.
Pasan unas personas que abordan una lancha de hule. Ellos agitan sus manos para que usted suba. Al hacer el intento resbala y cae a lo profundo. Los de la lancha se van.
Allá vá rápido en un intento por salvarse saca los brazos y recuerda que si nada de perrito puede librarla.
Llega a un montículo de piedras y se pepena de la más prominente. Descansa y busca una salida. Trepa y ahora está en una loma. Abre una puerta y casualmente es la misma que en el sueño de anoche usted pinto.
Una escalera de esas que se llaman caracol se encuentra desprendida, unos soportes que detienen penden al aire. Estoy en el compromiso de avisarle que el suelo se encuentra a más de cuarenta metros , así que si cae lo más seguro es que quede despanzurrado. Por suerte sus manos no están averiadas y se agarra como si fuera gato. Casi al llegar pasa una señora que tiene el aspecto de israelita. Se tira y cae parado ya que la distancia que lo separa de la superficie es menor.
Entra a la casa y le pide a la mujer disculpas por haber llegado y sin que le conocieran. La mujer comenta que si es natural de Palestina y le contesta que nó. La mujer que se llama Golda queda complacida.
Le solicita se siente en un sofá tapizado con colores neutros. Se recuesta y enfrente de usted hay dos mujeres delgadas. Son idénticas. Le miran como preguntando, les dice su nombre y ellas responden el suyo. Las dos se llaman Adelas. La primera tiene un ojo azul y el otro blanco, La segunda los tiene normales, es decir cafés.
Les dice que acudió a un teatro en donde se llevó a cabo una representación o farsa de un grupo de politicuchos que daban su informe de gobierno. Lo traían en blanco y decían las primeras pendejadas que se les ocurrían.
El que se sentía más sacalepunta hablaba con su vocecita de pato jabao. Al lado de este se encontraba sentado el presidente. Les dijo a las Adelas que en un momento determinado alguien inconforme grito: ¡ Cállate homo sexual ¡, usted se animó y voz en cuello dijo: ¡ pinche maricón ¡….. El mismo mandamás estalló en risa quizá porque sabía de las mañas de ese señorcito de costumbres raras.
Con un hambre de aquellas, se encaminó al único lugar en la tierra en donde encuentra abrigo. En el patio trasero el mayor, prende un horno a gas. Se ven las llaman que se expanden uniformemente alrededor de un plato. Luego coloca un gran recipiente de cobre. En una lata compró varios kilogramos de manteca. Con una pala de madera le vertió doscientos gramos. Como el calor era alto la manteca se derritió. Luego fue depositando una a unas nueve kilos de alitas que ya había preparado o sazonado. También le puso una carne que dijo era de venado. A usted le toco un gran pedazo de costillar. Su abuela entró con su típica salsa de Durango. Todos comieron, todos estaban satisfechos y todos cantaron.
La reunión llegó a su fin y el sueño terminó…..
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
11 de diciembre de 2010.
Estados Unidos Mexicanos.
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