Tuerto que maneja un viejo camión,muela tornillos tuercas chinos,robando trenes,carro descompuesto en Bucareli,operación a Esperanza,proyecto de canciones veinte mil pesos vitrales, jugo de naranja, botellas de plástico,lavando trastes, señora que me muestra unos murales y se convierte en gato.
Tuerto que maneja un viejo camión,muela tornillos tuercas chinos,robando trenes,carro descompuesto en Bucareli,operación a Esperanza,proyecto de canciones veinte mil pesos vitrales, jugo de naranja, botellas de plástico,lavando trastes, señora que me muestra unos murales y se convierte en gato.
Este pinche tuerto quién sabe pá dónde me lleva.
Acerca su único ojo por el vidrio estrellado. Además a quién se le ocurre cubrirlo con un cartón y dejar sólo un agujero?
Sólo a este tuerto.
Me encuentro conversando con un grupo de chinos. Al hablar siento que se me desprende una muela que me están arreglando. Es una inscrustación que me está saliendo bien cara. Estos judíos ya ni chingan te cobran los dientes como sí fueran de oro.
La muela se desprende cae en la mesa. Todos se acercan y la miran. De la muela también se desprendieron tornillos, rondanas y municiones. Es raro porque yo ya no había visto municiones desde aquél rifle Mendoza. Bien raro.
Camino por esta estación de trenes. Miro el patio. Rieles y rieles.
Me dirijo a la cabina del maquinista.
El maquinista es un señor güero que era carpintero a finales de los años sesenta. Este hacía puertas en Villa Coapa. Sí la misma que construyeron para los atletas de las olimpiadas. Este güero tenía una bicicleta de las grandotas, la tenía arreglada. Le puso luces y el asiento trasero lo cubrió con un forro. La bicicleta tenía su ring ring. A veces se la pedía prestada para darme unas vueltitas.
Pues este señor era el maquinista. Aunque ya debe de estar muerto porque cuando lo conocí yo tendría como trece años y él ya tenía más de treinta y cinco.
Al verme como que me reconoció. Le dije que enfilara por esas vías. De principio se turbo y me pregunto sí yo era el mismo Alfredo el que llevaba agua en los botes? Sí soy el mismo sólo que ahora robo trenes.
No tuvo más remedio que obedecerme. Y me robé tres trenes al mismo tiempo.
La fría me preguntó que como le había hecho para robarme tres trenes al mismo tiempo?
No lo sé. Pero de que lo hice lo hice.
Me bajé en este andén oscuro. Solo deambulaban sombras. Aun con la pistola en la mano caminé en busca de una salida. A un lado mío pasó Serrat que sólo se limitó a verme y no me dijo ni me preguntó nada de nada.
Estoy en Bucareli. Son las cuatro de la tarde. Hace un calor insoportable. Gustavo está medio acostado y con los pies de fuera. Llegué en mi carro rojo. Despierta cabrón¡ le grito. Gustavo abre los ojos y busca los cables de la corriente eléctrica.
Le digo que los coloqué bien no sea que vayan a hacer chiras.
Se regresa a la grúa y enciende el motor. Le digo que su batería ya no sirve. Que necesita comprar otra. Me dice que sí pero no me dice cuando.
Recibo una llamada celular. Es Fernando. Este me dice que no han podido operar a Esperanza. Y porque no lo han hecho?
Porque el seguro médico aduce que la operación no la requiere.
Y como no la va a requerir. Que le pregunten al doctor, que les mande una carta y que les diga que es indispensable que la metan al quirófano.
Ellos argumentan que Esperanza murió hace más de cuarenta años y que les resulta imposible.
Pués a ver como le haces y que la operen¡ Le cuelgo.
Más tardo en colgar que en recibir otra llamada. Es Eduardo. Este me dice: Escucha Alfredo.
Y escucho.
Es la voz de Pedro Infante que canta: pasastes a mi lado con gran indiferencia etece.
Y luego otro cantante y otro, canciones y canciones.
Que te parece eh?
Está bien.
Es un proyecto. Vamos a escoger un catálogo de canciones interesantes y además les vamos a a agregar imágenes.
Está bien.
Entonces ve buscando en que nos puedes ayudar.
Sí claro.
Hasta luego.
Voy con Eduardo. Este al verme me pregunta que novedades le tengo?
Muchas. Oh que bien¡
Se dirige a un aparato.Aprieta botones. Del aparato salen billetes y flores amarillas. Eduardo los toma en su manos y me los entrega.
Por ahora me encuentro en esta casa. Se abre la puerta. Entra una señora con lentes. No la conozco pero parece que vive aquí o es la dueña.
De una puerta lateral bajan muchas personas. La mujer cierra la puerta.
Estoy con los codos recargados en esta mesa. Una niña hace un jugo de naranja. Tiene un frasco. Coloca la naranja al revés y le saca el jugo. Otra persona desconocida para mí toma agua de limón de un envase partido a la mitad. Le pregunto que quién lo rompió. Parecen mordidas de tiburón.
Si quien sabe.
Salen todos.
Para complacer a la señora entro a la cocina. Veo una montaña de trastes sin lavar. Me arremango la camisa y comienzo a lavarlos.
La señora se asoma me mira pero no me dice nada.
Debo salir.
Al cruzar veo a Hugo. Está sentado . Le platico del proyecto. Y además le pregunto que de donde sacaron esos vitrales?
Los mandaron a hacer. Tienen movimiento.
Me los puedes enviar a mi correo?
Sí.
Los usaré como imágenes.
Imaginate tú a Dios cantando canciones de Pedro Infante?
Sí?
Por último voy trepado en un carrito de juguete. Atrás viene una señora de esas que se les denomina gordibuenas.
La señora con su dedo me dirige. Cruzamos por varias habitaciones.
La casa está siendo reparada.
En las paredes hay escritos versos amorosos. Los leo. Le digo que quién los escribió. Me dice que su mente y sus uñas.
Te felicito, eres una artista¡
La mujer sonrié. Me dá una palmadita en el hombro para que continúe.
Pasamos por la sala hay un enorme mural. Es una plantación, hay palmeras y café. La mujer me pide me detenga. Se baja del carro, pega un salto y me mete al mural. Se incrusta. La mujer se pasea, se recuesta por el pasto, me muestra el culo de manera sugerente. Me mira de lado, tiene una especie de máscara, la mujer se convierte en gato.
Original de Alfredo Arrieta
Nec spe, nec metu
28 de Febrero de 2016.
Para el pueblodetierra.
Estados Unidos Mexicanos.
Este pinche tuerto quién sabe pá dónde me lleva.
Acerca su único ojo por el vidrio estrellado. Además a quién se le ocurre cubrirlo con un cartón y dejar sólo un agujero?
Sólo a este tuerto.
Me encuentro conversando con un grupo de chinos. Al hablar siento que se me desprende una muela que me están arreglando. Es una inscrustación que me está saliendo bien cara. Estos judíos ya ni chingan te cobran los dientes como sí fueran de oro.
La muela se desprende cae en la mesa. Todos se acercan y la miran. De la muela también se desprendieron tornillos, rondanas y municiones. Es raro porque yo ya no había visto municiones desde aquél rifle Mendoza. Bien raro.
Camino por esta estación de trenes. Miro el patio. Rieles y rieles.
Me dirijo a la cabina del maquinista.
El maquinista es un señor güero que era carpintero a finales de los años sesenta. Este hacía puertas en Villa Coapa. Sí la misma que construyeron para los atletas de las olimpiadas. Este güero tenía una bicicleta de las grandotas, la tenía arreglada. Le puso luces y el asiento trasero lo cubrió con un forro. La bicicleta tenía su ring ring. A veces se la pedía prestada para darme unas vueltitas.
Pues este señor era el maquinista. Aunque ya debe de estar muerto porque cuando lo conocí yo tendría como trece años y él ya tenía más de treinta y cinco.
Al verme como que me reconoció. Le dije que enfilara por esas vías. De principio se turbo y me pregunto sí yo era el mismo Alfredo el que llevaba agua en los botes? Sí soy el mismo sólo que ahora robo trenes.
No tuvo más remedio que obedecerme. Y me robé tres trenes al mismo tiempo.
La fría me preguntó que como le había hecho para robarme tres trenes al mismo tiempo?
No lo sé. Pero de que lo hice lo hice.
Me bajé en este andén oscuro. Solo deambulaban sombras. Aun con la pistola en la mano caminé en busca de una salida. A un lado mío pasó Serrat que sólo se limitó a verme y no me dijo ni me preguntó nada de nada.
Estoy en Bucareli. Son las cuatro de la tarde. Hace un calor insoportable. Gustavo está medio acostado y con los pies de fuera. Llegué en mi carro rojo. Despierta cabrón¡ le grito. Gustavo abre los ojos y busca los cables de la corriente eléctrica.
Le digo que los coloqué bien no sea que vayan a hacer chiras.
Se regresa a la grúa y enciende el motor. Le digo que su batería ya no sirve. Que necesita comprar otra. Me dice que sí pero no me dice cuando.
Recibo una llamada celular. Es Fernando. Este me dice que no han podido operar a Esperanza. Y porque no lo han hecho?
Porque el seguro médico aduce que la operación no la requiere.
Y como no la va a requerir. Que le pregunten al doctor, que les mande una carta y que les diga que es indispensable que la metan al quirófano.
Ellos argumentan que Esperanza murió hace más de cuarenta años y que les resulta imposible.
Pués a ver como le haces y que la operen¡ Le cuelgo.
Más tardo en colgar que en recibir otra llamada. Es Eduardo. Este me dice: Escucha Alfredo.
Y escucho.
Es la voz de Pedro Infante que canta: pasastes a mi lado con gran indiferencia etece.
Y luego otro cantante y otro, canciones y canciones.
Que te parece eh?
Está bien.
Es un proyecto. Vamos a escoger un catálogo de canciones interesantes y además les vamos a a agregar imágenes.
Está bien.
Entonces ve buscando en que nos puedes ayudar.
Sí claro.
Hasta luego.
Voy con Eduardo. Este al verme me pregunta que novedades le tengo?
Muchas. Oh que bien¡
Se dirige a un aparato.Aprieta botones. Del aparato salen billetes y flores amarillas. Eduardo los toma en su manos y me los entrega.
Por ahora me encuentro en esta casa. Se abre la puerta. Entra una señora con lentes. No la conozco pero parece que vive aquí o es la dueña.
De una puerta lateral bajan muchas personas. La mujer cierra la puerta.
Estoy con los codos recargados en esta mesa. Una niña hace un jugo de naranja. Tiene un frasco. Coloca la naranja al revés y le saca el jugo. Otra persona desconocida para mí toma agua de limón de un envase partido a la mitad. Le pregunto que quién lo rompió. Parecen mordidas de tiburón.
Si quien sabe.
Salen todos.
Para complacer a la señora entro a la cocina. Veo una montaña de trastes sin lavar. Me arremango la camisa y comienzo a lavarlos.
La señora se asoma me mira pero no me dice nada.
Debo salir.
Al cruzar veo a Hugo. Está sentado . Le platico del proyecto. Y además le pregunto que de donde sacaron esos vitrales?
Los mandaron a hacer. Tienen movimiento.
Me los puedes enviar a mi correo?
Sí.
Los usaré como imágenes.
Imaginate tú a Dios cantando canciones de Pedro Infante?
Sí?
Por último voy trepado en un carrito de juguete. Atrás viene una señora de esas que se les denomina gordibuenas.
La señora con su dedo me dirige. Cruzamos por varias habitaciones.
La casa está siendo reparada.
En las paredes hay escritos versos amorosos. Los leo. Le digo que quién los escribió. Me dice que su mente y sus uñas.
Te felicito, eres una artista¡
La mujer sonrié. Me dá una palmadita en el hombro para que continúe.
Pasamos por la sala hay un enorme mural. Es una plantación, hay palmeras y café. La mujer me pide me detenga. Se baja del carro, pega un salto y me mete al mural. Se incrusta. La mujer se pasea, se recuesta por el pasto, me muestra el culo de manera sugerente. Me mira de lado, tiene una especie de máscara, la mujer se convierte en gato.
Original de Alfredo Arrieta
Nec spe, nec metu
28 de Febrero de 2016.
Para el pueblodetierra.
Estados Unidos Mexicanos.
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