Una mujer recién bañada, necesito unas llaves, charros cantando a caballo, tomándo fotografías.

Una mujer recién bañada, necesito unas llaves, charros cantando a caballo, tomándo fotografías.

































Estoy en el cuarto que para mí es desconocido. Es la primera vez que vengo aquí.

La fría se acaba de bañar, tiene una toalla en la cabeza. Está desnuda.

Me pide que le ponga crema en la espalda. Así que me acerco con un frasco azul que dice Nivea.

Le unto la crema blanca. Esta crema tiene poca grasa, la piel de la fría la absorbe rápidamente.

De pronto bajo mis manos y le acaricio las tetas.

La fría se levanta. Me dice que no le gusta que le acaricien las tetas tan temprano.

Ni modo.

La fría camina hacia un ropero. A un lado un tipo prieto como de cien kilos abre las puertas del mueble y saca algunas blusas como de los años setentas.

La fría toma todas las que le ofrecen. El tipo prieto también está encuerado, tiene una barriga prominente, es peludo y al ver a la fría en cueros se le para el chile.


La fría regresa, arroja las blusas a la cama, la cama está sin tender. Abre las piernas lo más que puede y me dice que está bien. Me subo en ella y le doy para sus tunas. El prieto se acerca. La fría le dice con la mano que se vaya. El prieto desaparece.

Ahora me dirijo a una tienda de artefactos que tiene que ver con cerraduras.

Un hombre de bata blanca me pregunta amablemente que es lo que quiero?

Necesito unas llaves y una cerradura.

Le muestro la que traigo, mi llave está chueca.

El hombre busca en un libro y pone el dedo. Ah ja, aquí está¡

Va a un mueble y saca varias llaves que parecen brocas.

Este hombre es bien amable.

Me dice que la llave cuesta dos mil pesos y además me pregunta que si necesito factura?

No está bien. Lo que sucede es que no traigo tanto dinero encima. Quizá mañana regrese.

Me voy.



Una multitud me mira. Ellos están en círculo. Me miran desde abajo. Un individuo me dice que sí sé cantar que les cante a estos para que se entretengan. Pués que se entretengan ellos solos y como puedan.

Me llevan una guitarra bien grande.

La pulso, les digo que está afinada como a mí me gusta.

Les digo que sí que está bien que les cantaré unas cuatro canciones.

Para esto me siento en una pila de arena. Sobre de ella hay un muñeco, lo quito para no sentarme en él.

Cuando me dispongo a cantar escucho fuertes trompetas . Dejo la guitarra y salgo para ver que pasa?

Un grupo de charros montados a caballo tocan sus trompetas, violines y guitarrones.

Me voy para no escucharlos.

Hay una Plaza. En medio de esta una estatua en bronce, bien hecha la figura de un líder Azteca. Le tomo algunas fotografías. Llega uno. Este me dice que tomará las fotos con su cámara. Como quieras. Yo tomo las mías y tú toma las tuyas..



Eso fue todo. Luego abrí los ojos. Y vi que no era cierto. Los sueños son mentiras que imagina tu coco, nada más.



Original de A.A.O
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
26 de Noviembre de 2015.
Estados Unidos Mexicanos


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