Leones en Claudio Arciniega, policías indiferentes, personas que cantan canta en inglés, casa de los años cuarenta, puerta que me lleva a otra casa, Elvis en el Zócalo, un señor importante, escribiendo en un muro de ladrillo, viajo en un tráiler,fotografía de una mujer que vuela en el aire.
Leones en Claudio Arciniega, policías indiferentes, personas que cantan canta en inglés, casa de los años cuarenta, puerta que me lleva a otra casa, Elvis en el Zócalo, un señor importante, escribiendo en un muro de ladrillo, viajo en un tráiler,fotografía de una mujer que vuela en el aire.
Estoy en Claudio Arcinienga en Mixcoac. Quiero llegar a Insurgentes, En este sueño la calle no cambia de nombre continúa del mismo modo.
Al ir a medio camino descubro a tres leones. Dos de ellos están acostados y el otro deambula. No quiero ni pensar lo que me sucedería sí estos deciden morderme.
Paso con cuidado. Los leones ni caso me hacen.
Ahora ando en esta reunión. Hay un grupo de policías indiferentes. Quiero decirles que vayan y retiren a los leones pero a estos les preocupa otra cosa.
En esta mesa hay varias personas que tiene micrófonos en las manos. Ellos intentan cantar en inglés. Me siento en esta acera y los escucho. Ninguno tiene aptitudes de cantantes, más bien deben de dedicarse a los trabajos administrativos. A lo mejor para eso sirven.
Esta casa construída en los años cuarenta tiene hermosos acabados. Se nota que la han conservado, que todo los originales los han procurado. Hay una puerta. Más bien es el hueco de una puerta. Entro y hay un resbaladilla. Me trepo.
Llegó a un patio.
En medio de este un señor vestido de manera elegante, con trapos finos diría yo.
Le pregunto por el lugar. Este me dice que viene ocasionalmente a encontrar la paz. Si es un sitio tranquilo. Solo le falta una fuente con agua verdad?
Estoy en el Zócalo de la ciudad de México. Justamente en el centro de esta plaza hay un hombre sentado en una silla. El hombre va vestido de negro. Tiene en la solapa un azahar.
Me acerco. Traigo las manos llenas de grasa. Debo de platicar con este señor. El señor se apellida Presley, este antes de morir cantaba.
Cuando me acerco a su silla este se levanta en un movimiento rápido, el pantalón se le ensucia con mi grasa. El señor Presley se echa a correr y me grita que le consiga un pedazo de estopa empapado en gasolina blanca..
Después se pierde por 16 de Septiembre.
Estamos a la espera de que llegue un señor importante.
Eso dicen.
Para mí nadie es importante, y menos con esas infúlas.
Llega el señor…
Todos le aplauden como si de changos se tratara. Yo no lo hago.Me doy la vuelta y salgo.
Esta si que es una proeza¡
Estoy escribiendo en este muro de ladrillo. Es un texto largo pero creo que quién lo lea encontrará alguna satisfacción. Esa es la idea.
La pared está completa.
Ahora paso en un tráiler vacío por la calle de Mariano Escobedo.
En el interior se aparece una señora que vende dulces.
Me pregunta que sí ya conozco a Alicia?
Sí la veo a cada rato en la oficina.
Pero las has visto desnuda?
No encuerada no..
Bueno pués aquí te la muestro.
La mujer tiene en sus manos una fotografía que arroja al viento.
La fotografía sube como sí de un globo con gas se tratara.
Luego por otra corriente de aire la fotografía baja lentamente para convertirse en Alicia. Alicia baja despacio tal y como lo hace Supermán cuando se posa en tierra con la patita por delante.
La miro sí que esta perfecta¡
Que te parece me pregunta la mujer que vende dulces?
Muy guapa la mujer..
Pués cógetela¡
Que yo me la coja?
Sí tú¡
Que no puedes?
Pués sí sí puedo pero Alicia ya se va.
Alicia camina por Mariano Escobedo, se sube a una bicicleta y se va…
Eso fue todo.
Hubo un sueño, el primero. Soñe con Martha Alicia pero cuando quise documentarlo ya no pude. El sueño se diluyo. Para otra vez será…..
Original de A.A.O
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
16 de Noviembre de 2015.
Estados Unidos mexicanos.
Estoy en Claudio Arcinienga en Mixcoac. Quiero llegar a Insurgentes, En este sueño la calle no cambia de nombre continúa del mismo modo.
Al ir a medio camino descubro a tres leones. Dos de ellos están acostados y el otro deambula. No quiero ni pensar lo que me sucedería sí estos deciden morderme.
Paso con cuidado. Los leones ni caso me hacen.
Ahora ando en esta reunión. Hay un grupo de policías indiferentes. Quiero decirles que vayan y retiren a los leones pero a estos les preocupa otra cosa.
En esta mesa hay varias personas que tiene micrófonos en las manos. Ellos intentan cantar en inglés. Me siento en esta acera y los escucho. Ninguno tiene aptitudes de cantantes, más bien deben de dedicarse a los trabajos administrativos. A lo mejor para eso sirven.
Esta casa construída en los años cuarenta tiene hermosos acabados. Se nota que la han conservado, que todo los originales los han procurado. Hay una puerta. Más bien es el hueco de una puerta. Entro y hay un resbaladilla. Me trepo.
Llegó a un patio.
En medio de este un señor vestido de manera elegante, con trapos finos diría yo.
Le pregunto por el lugar. Este me dice que viene ocasionalmente a encontrar la paz. Si es un sitio tranquilo. Solo le falta una fuente con agua verdad?
Estoy en el Zócalo de la ciudad de México. Justamente en el centro de esta plaza hay un hombre sentado en una silla. El hombre va vestido de negro. Tiene en la solapa un azahar.
Me acerco. Traigo las manos llenas de grasa. Debo de platicar con este señor. El señor se apellida Presley, este antes de morir cantaba.
Cuando me acerco a su silla este se levanta en un movimiento rápido, el pantalón se le ensucia con mi grasa. El señor Presley se echa a correr y me grita que le consiga un pedazo de estopa empapado en gasolina blanca..
Después se pierde por 16 de Septiembre.
Estamos a la espera de que llegue un señor importante.
Eso dicen.
Para mí nadie es importante, y menos con esas infúlas.
Llega el señor…
Todos le aplauden como si de changos se tratara. Yo no lo hago.Me doy la vuelta y salgo.
Esta si que es una proeza¡
Estoy escribiendo en este muro de ladrillo. Es un texto largo pero creo que quién lo lea encontrará alguna satisfacción. Esa es la idea.
La pared está completa.
Ahora paso en un tráiler vacío por la calle de Mariano Escobedo.
En el interior se aparece una señora que vende dulces.
Me pregunta que sí ya conozco a Alicia?
Sí la veo a cada rato en la oficina.
Pero las has visto desnuda?
No encuerada no..
Bueno pués aquí te la muestro.
La mujer tiene en sus manos una fotografía que arroja al viento.
La fotografía sube como sí de un globo con gas se tratara.
Luego por otra corriente de aire la fotografía baja lentamente para convertirse en Alicia. Alicia baja despacio tal y como lo hace Supermán cuando se posa en tierra con la patita por delante.
La miro sí que esta perfecta¡
Que te parece me pregunta la mujer que vende dulces?
Muy guapa la mujer..
Pués cógetela¡
Que yo me la coja?
Sí tú¡
Que no puedes?
Pués sí sí puedo pero Alicia ya se va.
Alicia camina por Mariano Escobedo, se sube a una bicicleta y se va…
Eso fue todo.
Hubo un sueño, el primero. Soñe con Martha Alicia pero cuando quise documentarlo ya no pude. El sueño se diluyo. Para otra vez será…..
Original de A.A.O
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
16 de Noviembre de 2015.
Estados Unidos mexicanos.
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