Cuatro dictadoras, desalmados que intentan matarme.
Cuatro dictadoras, desalmados que intentan matarme.
Me encuentro en una multitud. Entre este mar de personas veo a una mujer acompañada de sus tres hijas. Las tres hijas son idénticas.
Comienzo a gritar que necesito seis soldados.
Grito más fuerte.
Los soldados llegan.
Les doy la orden para que lleven presas a estas mujeres.
Los soldados las toman de los brazos. Estas mujeres se resisten.
Son del tipo de mujeres que se sienten muy rudas. Y vaya que sí lo son. Pero no hay cárcel que no las ablande.
Y estas se la merecen.
Las llevan a un cuarto con húmedad. Los soldados les dicen bruscamente que se quiten los zapatos y toda la ropa.
Las mujeres se resisten.
Los soldados como perros les desgarran las ropas. A todas las violan.
Las mujeres quedan en el suelo llorando..
Me dirijo a la entrada de esta casa. Es una casa bien grande.
Para llegar hay un jardín como de unos veinte metros.
Veo que sobre la barda hay tres individuos.
Los miro de reojo.
Estos se dejan caer al interior ocultándose entre las hierbas.
Ellos viene a matarme.
Algún enemigo los mando.
Camino dentro de la casa. Veo varios refrigeradores con comida.
Pienso que se echará a perder. Es mucha y yo estoy solo.
Voy a mi recámara, abro un cajón. Saco una pistola.
Reviso que tenga tiros.
En la cocina estas estos tres. Ellos desayunan.
Les digo que si gustan agua fresca?
Ellos me dicen que sí y hasta ponen los vasos para que les sirva.
Les pregunto sí ellos viene a matarme?
Sí los tres.
Y quien los mando?
La persona que nos mandó¡
Y como se llama esa persona?
No sabemos su nombre.
Pués tómense su agua y que les aproveche.
Dicho esto saco el arma y a los tres los mato.
La jarra con agua estalla. Veo la sangre en los cuerpos de los tres. Quedan sentados..
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
14 de Junio de 2015.
Estados Unidos Mexicanos.
Me encuentro en una multitud. Entre este mar de personas veo a una mujer acompañada de sus tres hijas. Las tres hijas son idénticas.
Comienzo a gritar que necesito seis soldados.
Grito más fuerte.
Los soldados llegan.
Les doy la orden para que lleven presas a estas mujeres.
Los soldados las toman de los brazos. Estas mujeres se resisten.
Son del tipo de mujeres que se sienten muy rudas. Y vaya que sí lo son. Pero no hay cárcel que no las ablande.
Y estas se la merecen.
Las llevan a un cuarto con húmedad. Los soldados les dicen bruscamente que se quiten los zapatos y toda la ropa.
Las mujeres se resisten.
Los soldados como perros les desgarran las ropas. A todas las violan.
Las mujeres quedan en el suelo llorando..
Me dirijo a la entrada de esta casa. Es una casa bien grande.
Para llegar hay un jardín como de unos veinte metros.
Veo que sobre la barda hay tres individuos.
Los miro de reojo.
Estos se dejan caer al interior ocultándose entre las hierbas.
Ellos viene a matarme.
Algún enemigo los mando.
Camino dentro de la casa. Veo varios refrigeradores con comida.
Pienso que se echará a perder. Es mucha y yo estoy solo.
Voy a mi recámara, abro un cajón. Saco una pistola.
Reviso que tenga tiros.
En la cocina estas estos tres. Ellos desayunan.
Les digo que si gustan agua fresca?
Ellos me dicen que sí y hasta ponen los vasos para que les sirva.
Les pregunto sí ellos viene a matarme?
Sí los tres.
Y quien los mando?
La persona que nos mandó¡
Y como se llama esa persona?
No sabemos su nombre.
Pués tómense su agua y que les aproveche.
Dicho esto saco el arma y a los tres los mato.
La jarra con agua estalla. Veo la sangre en los cuerpos de los tres. Quedan sentados..
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
14 de Junio de 2015.
Estados Unidos Mexicanos.
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