Pc, libros, tuneles, cables, vagos, mujeres, familiares que ya no están, amigos..
Pc, libros, tuneles, cables, vagos, mujeres, familiares que ya no están, amigos..
Acudo presuroso a una oficina. Tal parece que aquí trabajo. Quien sabe.
Entro.
Un hombre camisa blanca limpia un mueble. Le pregunto sí me puede decir en dónde está mi PC?
Las computadoras ya están en otro lado. Si quieres puede ir buscarla. Creo que van a despedir a algunos.
Si está bien gracias. Salgo. Estoy en un primer piso hay un ventanal. Miró para abajo , son cuatro metros, me lanzo al vacío. Caigo de pie no me rompí ningún hueso. Toco mis rodillas están es su sitio.
Camino rumbo a un centro cultural. Entro . En la puerta me topo con Gilda. Ella hizo la prepa conmigo. Hace mucho que no sabía de su paradero. Ahora la encuentro en este sueño de julio. A ella le decíamos Gilda Cruz Romo como la cantante de ópera, pero en realidad no se apellidaba así pero sí se llamaba Gilda. Le pego un grito, Gilda voltea y me mira. Luego se introduce, creo que no me recuerda. La voy a alcanzar para refrescarle la memoria. Entro.
Busco en los anaqueles un libro. El libro debe de decir: Como recuperar mi PC. Revuelvo todos los ejemplares y no localizo el que necesito. Frustrado salgo. En la salida veo un carro de los años del caldo. Le hago la parada. El carro se detiene. Abro la puerta delantera, me subo, saco la cabeza y le llamo a Gilda, Gilda va acompañada de una mujer de pelo chino.
Las dos se suben , le digo al conductor que nos lleve a donde quiera pero que se asegure de poner el taxímetro. No me gusta ser robado. El hombre chasquea los dedos y avanza. Le miro, descubro que es mi tío. Quibo tío ¿ Onde andas?.
Aquí que no me ves? .
Sí te veo pero según yo sabía tú estabas morongas.
Y que los muertos no podemos trabajar?.
Si claro.
Llegamos a un solar. Debajo de nosotros un enorme puente. Nos detenemos. Bajamos todos. Mirando de reojo veo a infinidad de drogadictos, y vagos de todos tipos. Los malvivientes se acercan al carro, acercan sus caras a los vidrios del auto como para saber que hay dentro. Le digo a mi tío que lo mejor será regresar. Sí está bien. Uno de los vagos tiene los dientes afilados, parece iguana. Además de esto tiene los pelos de punta, fierros en la lengua , muchos tatuajes y un perro de los que a mí no me gustan. El perro nos gruñe amenzador. Me dice el tipo que le caigo mal al dog. Y que sí me descuido en una de esas me arranca los huevos.
Como no quiero ni es mi deseo perder los huevos lo hago a un lado, les digo a todos que nos vamos. El carro lanza a la caterva de antisociales y salimos a toda prisa.
Ahora camino por una calle que sí reconozco. Hay una zanja larga. Un hombre en su bicicleta extiende un cable negro, creo que van a poner televisiones por todas partes. No lo sé debo ir a preguntarle pero veo que no le podré alcanzar. Va muy rápido.
Estoy en un túnel. Traigo a dos niños pequeñitos que según sé son hijos míos. Y debe de ser porque se parecen a mí. Les digo que debemos de salir. Estamos en una cornisa. Para abajo se mira negro negro.
Les digo a los niños que se deben de agarra de mis manos. Que en cuanto yo les diga caminaremos de lado para intentar salir de este problema. A un lado veo a Gustavo. El está sentado fumando un cigarro. Parece que no nos ve o no quiere vernos.
Ahora es cuando, jalo a los chiquillos y caminamos despacio para no caer. Gustavo se lanza al vacío con el cigarrilo encendido y en la boca.
Subimos por un puente peatonal. Hay una multitud agarrados de una malla, todos miran para abajo. Una mujer me dice que uno se aventó. Hace cuando le pregunto?
Hace un rato . Lo encontraron muerto con un cigarro en la boca.
Yo le conocía le digo, la mujer escucha pero no me cree.
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
14 de julio de 2014.
Estados Unidos Mexicanos.
Acudo presuroso a una oficina. Tal parece que aquí trabajo. Quien sabe.
Entro.
Un hombre camisa blanca limpia un mueble. Le pregunto sí me puede decir en dónde está mi PC?
Las computadoras ya están en otro lado. Si quieres puede ir buscarla. Creo que van a despedir a algunos.
Si está bien gracias. Salgo. Estoy en un primer piso hay un ventanal. Miró para abajo , son cuatro metros, me lanzo al vacío. Caigo de pie no me rompí ningún hueso. Toco mis rodillas están es su sitio.
Camino rumbo a un centro cultural. Entro . En la puerta me topo con Gilda. Ella hizo la prepa conmigo. Hace mucho que no sabía de su paradero. Ahora la encuentro en este sueño de julio. A ella le decíamos Gilda Cruz Romo como la cantante de ópera, pero en realidad no se apellidaba así pero sí se llamaba Gilda. Le pego un grito, Gilda voltea y me mira. Luego se introduce, creo que no me recuerda. La voy a alcanzar para refrescarle la memoria. Entro.
Busco en los anaqueles un libro. El libro debe de decir: Como recuperar mi PC. Revuelvo todos los ejemplares y no localizo el que necesito. Frustrado salgo. En la salida veo un carro de los años del caldo. Le hago la parada. El carro se detiene. Abro la puerta delantera, me subo, saco la cabeza y le llamo a Gilda, Gilda va acompañada de una mujer de pelo chino.
Las dos se suben , le digo al conductor que nos lleve a donde quiera pero que se asegure de poner el taxímetro. No me gusta ser robado. El hombre chasquea los dedos y avanza. Le miro, descubro que es mi tío. Quibo tío ¿ Onde andas?.
Aquí que no me ves? .
Sí te veo pero según yo sabía tú estabas morongas.
Y que los muertos no podemos trabajar?.
Si claro.
Llegamos a un solar. Debajo de nosotros un enorme puente. Nos detenemos. Bajamos todos. Mirando de reojo veo a infinidad de drogadictos, y vagos de todos tipos. Los malvivientes se acercan al carro, acercan sus caras a los vidrios del auto como para saber que hay dentro. Le digo a mi tío que lo mejor será regresar. Sí está bien. Uno de los vagos tiene los dientes afilados, parece iguana. Además de esto tiene los pelos de punta, fierros en la lengua , muchos tatuajes y un perro de los que a mí no me gustan. El perro nos gruñe amenzador. Me dice el tipo que le caigo mal al dog. Y que sí me descuido en una de esas me arranca los huevos.
Como no quiero ni es mi deseo perder los huevos lo hago a un lado, les digo a todos que nos vamos. El carro lanza a la caterva de antisociales y salimos a toda prisa.
Ahora camino por una calle que sí reconozco. Hay una zanja larga. Un hombre en su bicicleta extiende un cable negro, creo que van a poner televisiones por todas partes. No lo sé debo ir a preguntarle pero veo que no le podré alcanzar. Va muy rápido.
Estoy en un túnel. Traigo a dos niños pequeñitos que según sé son hijos míos. Y debe de ser porque se parecen a mí. Les digo que debemos de salir. Estamos en una cornisa. Para abajo se mira negro negro.
Les digo a los niños que se deben de agarra de mis manos. Que en cuanto yo les diga caminaremos de lado para intentar salir de este problema. A un lado veo a Gustavo. El está sentado fumando un cigarro. Parece que no nos ve o no quiere vernos.
Ahora es cuando, jalo a los chiquillos y caminamos despacio para no caer. Gustavo se lanza al vacío con el cigarrilo encendido y en la boca.
Subimos por un puente peatonal. Hay una multitud agarrados de una malla, todos miran para abajo. Una mujer me dice que uno se aventó. Hace cuando le pregunto?
Hace un rato . Lo encontraron muerto con un cigarro en la boca.
Yo le conocía le digo, la mujer escucha pero no me cree.
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
14 de julio de 2014.
Estados Unidos Mexicanos.
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