Haciendo malabares, hablo con Bety, Las Choapas Veracruz.
Haciendo malabares, hablo con
Bety, Las Choapas Veracruz.
Este es un cuarto de diez metros
por diez el lugar esta medio oscuro apenas
declina la tarde yo estoy acostado junto con otras personas estamos
distribuídos o desparramados todos tenemos los brazos extendidos y las piernas
abiertas así pasamos dos horas entro en un estado de aburrimiento necesito hacer algo nunca me ha gustado estar
entelerido así me decía mi abuela recuerdo que una vez me encontraba echado
en el camastro que me designó para pasar
la tarde decidí agenciarme una pila de
revistas e historietas las revistas eran
unas para hombres llamada Caballero en dónde salían mujer encueradas esas
fueron las primeras mujeres que vi desnudas también me llevé cuentos de Rius
así me pasaba las tardes hasta que mi abuela me llamaba para cenar ah que rico
cocinaba mi abuela ella acostumbraba por la tarde noche tomar un café con leche
y unos cuernitos yo por mi parte me gustaban los frijoles refritos con queso un
huevo estrellado y un bolillo calientito
Entonces les dije a todos oigan
que les parece si hacemos algo que no sé alguna cosa miren por allá hay una
pelota si quieren podemos jugar si sí
está bien tome la pelota la coloqué en
mis manos y luego en la planta de mis pies comencé a girarla como sí fuera un
gato después de este malabar la aventé con los pies la pelota saltó dió un bote
y fue a caer en los pies de otro y otro y otro
Entro un señor con ropajes de rachero nos dijo que sí no pensábamos
levantarnos del suelo yo le contesté que en el suelo estamos bien que ninguno quiere levantarse bueno sí eso
quieren cansados de tanto juego descubrí que había una cama bajita en la cama
recostada de lado estaba Lizbeth Carolina ella tenía puesta una bata de esas de tela de
toalla Lizbeth era rubia con un cepillo
de cerdas finas se cepillaba su cabello me incline un poco y le pregunté que
sí podía cepillarla y eso porque porque
me gusta es terapéutico además a mí me gusta cepillar a mi caballo tordillo
Lizbeth me miro fijamente y me dijo ándale pués me puse de rodillas y comencé a
cepillarla de arriba para abajo una y otra vez
a veces refunfuñaba y decía Ay me
estás jalando las greñas así que me iba despacio así sí así el pelo le quedó espléndido de blondo ella buscó un espejo me dijo que debería de
meterme de estilista peinas bien rico te
digo
Dicho esto
me recosté para verme vestido con un hábito de monja todos me miraron sorprendidos los malabaristas y Lizbeth y porque te
vestiste de esa forma es que yo soy un
ser espiritual y muchas veces represento en el teatro a Sor Juana acto seguido me
levante y le dije este soneto :
Rosa divina que en gentil cultura
eres con tu fragante sutileza magisterio purpúreo en la belleza enseña nevada a la hermosura Amago de la humana
arquitectura ejemplo de la vana gentileza e cuyo ser unió la naturaleza la cuna
alegre y triste sepultura Cuán altiva en tu pompa presumida soberbía el riesgo
de morir desdeñas y luego desmayada y encogida de tu caduco ser das mustias
señas con que con docta muerte y necia vida viviendo engañas y muriendo enseñas
Todos se quedaron perplejos cuando
terminé Lizbeth emitió una lagrimita
discreta quedó conmovida no sé sí fue
por la intención que puse, la manera de decirlo el caso fue que lloro Anda ten no chilles le dí un kleenex y se limpió las gotitas de agua
Entré a otro
cuarto todavía vestido de hermana había una mujer sentada pintándose una uña le
dije seco marquele a Bety a Ciudad Juárez claro a Ciudad Juárez si Bety
estuviera enfrente de mí para que necesitaría llamarle por teléfono sí señor me
dijo casi al instante estaba Bety Bety
le hablo porque soy una persona educada que sí no usted se enteraría por las
noticias porque me pregunto quiero que le avise a Gustavo que ya no estoy
dispuesto a tolerar más ya me hizo muchas y yo no soy santo dígale que los agravios cometidos en mi
contra los va a pagar muy caro dígale que se cuide de mí porque en cuanto le vea
le voy a meter dos balazos en la cabeza Bety estalló en llanto disculpe Bety la
cosa no es con usted si ya sé pero es que Gustavo es mi hijo pues entonces le
hubiera enseñado a distinguir lo que es el bien y lo que es el mal no dije más y colgué
Ahora voy entrando al Metro Tacubaya me
encuentro en un tumulto a lo lejos
distingo a Gustavo este se mete rápido creo que Bety ya le aviso intento quitar a las gentes que estorban mi paso Gustavo se mete rápido al tren el tren se va
pasa a un lado mío le muestro el arma y le hago señas de que le voy a meter dos
balazos este pone cara de susto
En este sueño no lo liquidé quizá en
otro es posible
Viajo en un camión en el asiento
trasverso van dos personas uno con greñas negras la otra una mujer de turgentes pechos ah que buena está esta
vieja me digo será su esposa quien sabe la mujer me mira me dice que si voy a
las Choapas Veracruz sí y a qué si se
puede saber voy a retratar la naturaleza
ah que bien paisajes y esas cosas si
me dicen que hay una gran
variedad de pájaros sí hay muchos pájaros el camión baja por una ladera hay
bruma mucha bruma después de dos horas
le pido al conductor que me baje en este lugar todavía falta mucho para las Choapas no importa bájeme por favor
el hombre mete el pie en el freno y se
detiene le doy las gracias veo como se
alejan
la mujer se asoma por la ventana de atrás y me
grita que es posible que encuentre changos
levanto la mano para decir que sí
y como voy a encontrar changos los
changos están en Catemaco
Luego el rastro de polvo me
recuerda que es un sueño lo que me esta
ocurriendo….
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra
Nec spe, nec metu
5 de noviembre de 2013
Estados Unidos mexicanos.
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