Aviso a los
navegantes
Tenía la piel
sabor mamey y voz azul de violonchello,
Los ojos color
cenizas y algunos malos recuerdos.
Impaciente la
cintura por no guardarse secretos
La nostalgia de
los nuncas se le estaba haciendo miedo…
Conoció el amor ya
tarde
En una ciudad sin
puertos,
Era su nombre Marina
y él su primer marinero.
No se prometieron
nada ni la espera ni el regreso
Pero él de noche
volvía en las voces del silencio…
Tornasoladas palomas
rondadoras de misterio
Llegaron una
mañana triste como sus recuerdos.
Con un mensaje
lejano del naufragio a siete vientos
Un atardecer
Marina entró al mar como a una calle
Y allí se quedó a
vivir en un coral de saudades…
Cuando la mar
está baja sí miras bien navegante,
Verás que emergen
del agua torres de antiguas ciudades
Hace dos siglos
Marina vive en ellas con su amante…
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