LEON, RESTAURANTE,MALETA,CAFETERA.

























Enfrente de mí hay una jaula. En la jaula un león. Me detengo porque me llama la atención la expresión del animal. Es una fiera digo yo. El león clava en mí su mirada profunda. Su cara  que impone.

Saco una libreta para anotar sobre sus expresiones. El león no despega su mirada. Escribo.
El león aprovecha que bajo un poco el rostro y de un  manotazo logra arrancraéme el brazo derecho. Lo jala para el extremo opuesto de la jaula. Mi brazo todavía lleva la manga  de la camisa…


El león comienza por despedazar el trapo, y devora  mi brazo.


Se acerca un hombre de pantalón corto. Este me toca el hombro y me pregunta ¿ que qué me paso? Le muestro. Me dice que no es gran cosa. Que no debo de preocuparme aunque la sangre me mana. En la actualidad hay brazos de plástico que pasan por originales. ¿ Y yo para qué quiero un brazo de Plastimarx?.  Me dice que sí por la tarde quiero rescatar algo de mis huesos. Creo que ya no es necesario. Sí con esto el león se llena.


La fría esta sentada en la mesa de un restaurante de marca conocida. Ella hace cuentas en un papel. Me mira para decirme que las cuentas no le salen. La fría les paga por adelantado cada mes. Ella hace sumas y restas. Pero al final me dice que le faltan mil pesos.  Le pregunta al camarero  por  esta situación. El camarero dice que  debe de acudir el domingo para que haga sus aclaraciones. Por supuesto le dice. El domingo regresamos.


Llega el domingo. Entramos por una puerta de vidrio. En el interior hay luces a pesar de que son las doce del día. Recargado sobre una barra dos rusos hablan. La fría les saluda. Después de esto le dice que  quiere que por favor le aclaren el porque o la razón de  que le falten mil pesos. El ruso mira con atención las sumas y restas. Luego mira a la fría y le dice que las cuentas están bien. La fría le dice que no reconoce . Y que debe de ser un error No hay error le responde el ruso bien vestido. ¿A poco usted pensó que las cogidas que le meto son gratis?. El otro ruso y yo nos quedamos estupefactos. La fría comienza a tartamudear.  Como haciéndose pendeja.

El ruso la toma  de la mano. La coloca sobre una mesa y ahí de pie y con el culo al aire le mete una cogida de aquellas.

Luego el ruso saca un peine y lo pasa por sus cabellos. Le dice a la fría que sí con esto queda todo arreglado y a satisfacción..


Nos despedimos. La fría todavía aturdida me dice que no tiene  claro sí también le cobró por los vasos de agua.

Para mi satisfacción vivo en una casa de lujo. Nada más al entrar se pueden ver los acabados más finos.

Para ingresar tienes que pasar por una jardín y una fuente. El jardín es enorme.

Intento dormir a pesar de que son las cuatro de la tarde. Escucho que tocan . Hasta el sonido es elegante. Ding dong…

Me asomo. Una mujer vestida con pantalones verde perico me hace un guiño que le abra la puerta. Le digo  con los dedos cerrados que me espere. Ando en calzones y ni modo que reciba así a una dama.


Entro a la recámara. En la cama la fría mira la televisión. ¿ Me pregunta que quíen es?: Es una chica. Pero no le he abierto porque ando en calzones. Me dice que me ponga una cobija. Así que la tomo y me la amarro. La cobija arrastra y limpia el suelo. Cosa que no me preocupa el suelo está impecable..

Le abro la puerta. La mujer me dice que me viene a entregar una maleta. Es una  maleta flaquita. ¿Le pregunto que sí tengo que firmar algún papel?: Ella me dice que no y se aleja. Camina por el jardín en busca de la puerta. Yo la miro quedando admirado de su bello culo…

Más tarde al regresar  al camastro vuelven a tocar.¿ Y ahora quién será?. Sal a ver me dice la fría. Vuelvo a tomar la cobija y vuelvo a caminar.



Es de nuevo la mujer. La mujer  viene acompañada de un hombre gordo. Les hago entrar. Les pido que pasen a la cocina. Ella habla y le dice al hombre obeso que regresó porque tiene que entregarme un cobertor. El hombre le explica que el cobertor no viene en la compra de la maleta. Yo los miro hasta que terminen. Les ofrezco un café. Los dos aceptan.


Regreso  a la cama. La fría me dice que está pensándo en comprar una cafetera Gerber. Me habla sobre las maravillas de este artefacto. Que utiliza al máximo el café que le pongas. Y siempre te sabrá a café. Me pregunta que sí me interesa. Claro compra lo que quieras. Este mundo es de comprar y vender cosas.







Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra
Nec spe, nec metu
27 de abril de 2013.
Estados Unidos Mexicanos.



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