FACHADA DE CASA CON ASPECTO DE IGLESIA,UN HOMBRE VESTIDO DE BLANCO MUESTRA UN GATO CAFÉ-VIOLETA QUE SE QUERÍA SUICIDAR,TIGRES Y LEONES QUE SE PELEAN FURIOSOS FORNICAN Y SE VUELVEN A PELEAR, LUEGO VAN A PARIR EN LA CAJUELA DE UN TAXI.






















Me detengo precisamente en la entrada de una casa. No es una entrada cualquiera. Los albañiles están por terminarla. En la parte de en medio se pretende hacer un púlpito. En Él voy a darles a pueblo una misa, palabras de aliento.


En el interior  su aspecto cambia por completo, no es iglesia, es una casa propiamente no voy a permitir que las personas penetren para escuchar mi palabra. Para eso precisamente construyo el púlpito , aunque les dé pálpito.


Ante mis ojo se puede ver un escenario de enormes dimensiones. Hay mucho público. Todos estamos a la espera de  un espectáculo diferente.

Nadie está impaciente, parece que disfrutan la espera.

Sale un individuo grandote, fornido, robusto. Lleva a un lado un gato café y violeta. El gato es jalado por una correa. Es un gato fuerte, musculoso.

El hombre vsite de blanco, todo blanco. Incluso su sombrero  es de tal color.

Se dirige al gato y le pide que explique al público el porqué se quería suicidar.
El gato solo se limita a gruñir.
Todos aplauden, saben que los gatos no hablan..
¿ Porqué te querías suicidar?. El gato muestra las garras..
¿Diles porqué te querías suicidar?. El gato vuelve a mostra las uñas.
El gato le dice: Porque ya no te soporto.. Todos estallan en carcajadas.
El gato finalmente sí habló..


Ahora nos encontramos en una especie de circo romano. Solo que este no es redondo o circular.
Este fue construido de manera rectangular.


 Abajo una banda toca música al estilo  de las grandes bandas Estadounidenses Hay bastoneras rubias que  al ritmo de la música marchan y muestran sus muslos blancos.

Además de ellos llegan varios leones. Leones de melenas cafés y melenas negras. Los leones corren hasta la pared más alta. Justamente en donde nos encontramos nosotros. Espero que el león no salte alto.
El león nos mira y lanza un gruñido feroz.


Llega el otro león en busca de pelea. Los dos se trenzan en una lucha a muerte. Se muerden, sacan polvo, giran y se muerden.


Usan sus dientes y se muerden. Luego uno de ellos se le monta por detrás y  se lo coge. El león sigue furioso.  ¿Quién  puede osar en cogerse a un león?: Sólo otro león.


Las cosas cambian. Ahora el léon primero le toca su turno. El león que coge ahora es cogido.


El primero  se sube  a la cajuela de un volkwagen.  Se acuesta. El público no sabe que va a suceder. El león gruñe de nuevo y todos vemos con asombro como  se dispone a parir. Le sale un leoncito bañado  en sangre. Así  manchado brinca del carro y se aleja.


El dueño del volk es un taxista que parece marroquí. Le reclama al león y le dice que ya  ensució su carro de sangre. Que le  debe de pagar. El león que acaba  de parir le responde: ¿ Quieres que te muerda?: No por supuesto que no. Pero Es que dejaste el carro oloroso a sangre. Y debes de pagarme. Es justo que me pagues. El león le vuelve a responder: ¿Quieres que te muerda?...¡Entonces cállate ¡.
Llega el alumbramiento del segundo león. También se sube  a la cajuela del volks wagen . Abre las patas y se asoma la cabeza de un leoncito. El marroquí se jala los pelos al ver más sangre.. Pero ya no dice nada..
El leóncito  se pone de pie. Mira para los dos lados, se dá una lamida y también se va.


Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
18 de abril de 2013
Nec spe, nec metu
Estados Unidos mexicanos.





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