MONTE DE DOS METROS, MONEDAS, AMIGO LEJANO Y JARDIN DE ROSAS……
MONTE DE DOS METROS, MONEDAS, AMIGO LEJANO Y JARDIN DE ROSAS……
En ese sitio precisamente ahí se encuentra un monte de dos metros de altura. Extrañado le miro, doy vueltas a su alrededor. Y sí es un monte de dos metros, natural. Comienzo a escarbar. En ese momento me acuerdo de un pasaje de mi vida en que me encontraba en un redondel que protegía a un árbol. Me trepé como chango. Al bajar me dieron ganas de mear. Me saqué el pito y comencé a regar el pasto de encima. Cada vez que lanzaba un chorro limpiaba la tierra y aparecían monedas de a peso, de esas grandotas que traían la imagen de un prócer de la patria.
No sé si mi papá las colocó para que yo me llevara la sorpresa, el caso es que me hinche de dinero; diez pesos en total….
Al escarbar el monte me ocurrió lo mismo. Sin saber que era un sueño por el que estaba pasando, rasqué y rasqué. Ví muchas monedas de las mismas del año 60. Me las fui colocando en mis bolsillos, inclusive había cilindros de papel con ese dinero. Me sentí protegido ya ve usted que dicen que dinero en la bolsa es el mejor amigo… Puedes ver como las gentes que lo consiguen le sale la avaricia por los ojos. Yo solamente lo veo como una herramienta.
Dejé el monte y en una calle polvosa me encontré con el Mandril. Le dije que hice varios intentos por buscarle pero fue inútil. Ahora le vengo a encontrar. Estaba hablando con un joven panzón. Esperé a que terminaran su conversación. Se despidió de mano del otro y su rostro cambió de expresión. Me dijo que le daba gusto el haberme encontrado. Yo creí que ya te habías muerto, lo mismo pensé, le dije. Rivas Meléndez me solicitó que fuéramos a tomar un café.
Al rato nos hallábamos en la cafetería de una escuela. Me habló de que tuvo un perro pero el perro se murió. Algún pendejo le dio veneno. Es que ahora la solución le dije es matar a los seres vivos y por motivos que rayan en lo idiota.
Me levanté porque me llamó la atención un jardín de rosas lindas. Un jardinero de manos expertas cortaba las hojas muertas, tomaba agua con sus manos y les arrojaba una lluvia momentánea..
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu.
20 de septiembre de 2011.
Estados Unidos Mexicanos.
En ese sitio precisamente ahí se encuentra un monte de dos metros de altura. Extrañado le miro, doy vueltas a su alrededor. Y sí es un monte de dos metros, natural. Comienzo a escarbar. En ese momento me acuerdo de un pasaje de mi vida en que me encontraba en un redondel que protegía a un árbol. Me trepé como chango. Al bajar me dieron ganas de mear. Me saqué el pito y comencé a regar el pasto de encima. Cada vez que lanzaba un chorro limpiaba la tierra y aparecían monedas de a peso, de esas grandotas que traían la imagen de un prócer de la patria.
No sé si mi papá las colocó para que yo me llevara la sorpresa, el caso es que me hinche de dinero; diez pesos en total….
Al escarbar el monte me ocurrió lo mismo. Sin saber que era un sueño por el que estaba pasando, rasqué y rasqué. Ví muchas monedas de las mismas del año 60. Me las fui colocando en mis bolsillos, inclusive había cilindros de papel con ese dinero. Me sentí protegido ya ve usted que dicen que dinero en la bolsa es el mejor amigo… Puedes ver como las gentes que lo consiguen le sale la avaricia por los ojos. Yo solamente lo veo como una herramienta.
Dejé el monte y en una calle polvosa me encontré con el Mandril. Le dije que hice varios intentos por buscarle pero fue inútil. Ahora le vengo a encontrar. Estaba hablando con un joven panzón. Esperé a que terminaran su conversación. Se despidió de mano del otro y su rostro cambió de expresión. Me dijo que le daba gusto el haberme encontrado. Yo creí que ya te habías muerto, lo mismo pensé, le dije. Rivas Meléndez me solicitó que fuéramos a tomar un café.
Al rato nos hallábamos en la cafetería de una escuela. Me habló de que tuvo un perro pero el perro se murió. Algún pendejo le dio veneno. Es que ahora la solución le dije es matar a los seres vivos y por motivos que rayan en lo idiota.
Me levanté porque me llamó la atención un jardín de rosas lindas. Un jardinero de manos expertas cortaba las hojas muertas, tomaba agua con sus manos y les arrojaba una lluvia momentánea..
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu.
20 de septiembre de 2011.
Estados Unidos Mexicanos.
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