AGUACERO Y DROGO.
AGUACERO Y DROGO.
Pocas veces he visto caer tanta lluvia. Es una tormenta que azota la casa de mi abuela. Por momentos pienso que cederá y se la llevará el río. Pero esto no es así porque la casa fue construída con materiales sólidos. Me decía mi abuela que un general fue el responsable de su solidez.
La lluvia, la fuerte lluvia es acompañada por unos destellos de luz y rayos eléctricos.
Me dice Eduardo que apague la luz porque ya desea dormir y lo hará en medio de la tempestad después de que termine de subrayar el libro de Margarita Paz Paredes.
No se si a principios de 1900 los contactos de luz se colocaban casi al llegar al techo. Así que para poder apagar la corriente debo de brincar saltos grandes.
Veo a Eduardo dormir, se coloca un pañuelo en los ojos, las manías de los viejos. Pá que chingaos se tapa los ojos. La luz pasa a través del pañuelo, pero en fin.
Salgo a la calle después de cerrar la puerta, debo decirle que la tormenta se ha ido. Ahora sí miras al cielo solo verás azul y nubes. Además la noche también se fue.
Apenas salgo y me topo con un drogo, pienso que este guei ha de ser de la Mara Salvatrucha, lleva tantos tatuajes por el cuerpo que no hay sitio para unos más. Le digo a Valdemar que este se debe de haber tatuado hasta el último pliegue del culo.
El drogo balbucea alguna frase. Me mira y pretende sacárme dinero. Me amenaza con un cuchillo curvo. Lo ignoro pero estoy alerta. El hombre que quizá se llame Sergio intenta hacerme un hoyo. No lo logra porque no es capaz de controlar su movimiento, su propio cuerpo. Valdemar me pide con la mirada que no le haga nada.Le digo que no le hará nada salvo un agujero en el mero ombligo.
Lo tomo del cogote y sin decir más le entierro el fierro que siempre traigo dispuesto. No sé porque le llaman a los cuchillos arma blanca sí mi daga es negra y lleva inscrita la frase que utilizó Caravaggio: Sin esperanza y sin miedo………
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
19 de septiembre de 2011.
Estados Unidos Mexicanos.
Pocas veces he visto caer tanta lluvia. Es una tormenta que azota la casa de mi abuela. Por momentos pienso que cederá y se la llevará el río. Pero esto no es así porque la casa fue construída con materiales sólidos. Me decía mi abuela que un general fue el responsable de su solidez.
La lluvia, la fuerte lluvia es acompañada por unos destellos de luz y rayos eléctricos.
Me dice Eduardo que apague la luz porque ya desea dormir y lo hará en medio de la tempestad después de que termine de subrayar el libro de Margarita Paz Paredes.
No se si a principios de 1900 los contactos de luz se colocaban casi al llegar al techo. Así que para poder apagar la corriente debo de brincar saltos grandes.
Veo a Eduardo dormir, se coloca un pañuelo en los ojos, las manías de los viejos. Pá que chingaos se tapa los ojos. La luz pasa a través del pañuelo, pero en fin.
Salgo a la calle después de cerrar la puerta, debo decirle que la tormenta se ha ido. Ahora sí miras al cielo solo verás azul y nubes. Además la noche también se fue.
Apenas salgo y me topo con un drogo, pienso que este guei ha de ser de la Mara Salvatrucha, lleva tantos tatuajes por el cuerpo que no hay sitio para unos más. Le digo a Valdemar que este se debe de haber tatuado hasta el último pliegue del culo.
El drogo balbucea alguna frase. Me mira y pretende sacárme dinero. Me amenaza con un cuchillo curvo. Lo ignoro pero estoy alerta. El hombre que quizá se llame Sergio intenta hacerme un hoyo. No lo logra porque no es capaz de controlar su movimiento, su propio cuerpo. Valdemar me pide con la mirada que no le haga nada.Le digo que no le hará nada salvo un agujero en el mero ombligo.
Lo tomo del cogote y sin decir más le entierro el fierro que siempre traigo dispuesto. No sé porque le llaman a los cuchillos arma blanca sí mi daga es negra y lleva inscrita la frase que utilizó Caravaggio: Sin esperanza y sin miedo………
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
19 de septiembre de 2011.
Estados Unidos Mexicanos.
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