NARCO SUEÑO NUMERO DOS...
NARCO SUEÑO NUMERO DOS.
Dan las cinco de la tarde cuando descubre en esta populosa ciudad de la caca y la avaricia que aborda el convoy un individuo que es parte de la estadística de que en la República de México hay más gente pasada en carnes que personas flacas.
Este señor cacarizo, feo y gordo , trabajando en la clandestinidad, porque ese es un modo de vida, extrae de su bolsa un manojo de discos compactos y les dice a todas las orejas, a grito pelao : “ Lleve el CD de narcotráfico, es un trabajo de la BBC de Londres en donde nos explica a detalle que son los carteles de la droga. Quienes son los jefes que mandan en esta organizaciones. Descubra porque no caen nunca en la cárcel El Chapo Guzmán ni el Mayo Zambada.
Este DVD Esta prohibido por el gobierno Federal. En este trabajo se explica las ramificaciones que tiene por todo el país, nos habla de la impunidad de todos los gobiernos , en todos los niveles. Lllévelo usted solamente diez pesitos”.
Las almas que viajan se hacen los indiferentes, parece que ninguno comprará el producto. Solamente una o dos manos buscan las monedas y pagan. Usted piensa que para que adquirir una noticia que todos saben…
Usted no necesito que nadie contactara con su persona para hablar con el narco traficante de moda. Ni que lo llevaran de aquí para allá como le hicieron a Julio y después de recorrer trayectos por doquier le pusieran enfrente de su mirada al más actual.
No, lo único que necesitó fue colocar su cabeza sobre la almohada y dejarse llevar. Así , sin más que el narcótico del sueño:
En primer lugar van unos nativos que parecen indígenas de Nuevo México, pero no. Ellos habitantes de algún pueblo en el Norte del de esta república ahí donde uno parece que se encuentra en el culo del burro, como le dijo un narco a uno con cara de ser muy malo. Y vieran que sí. Su cara alargada demostraba que no era ningún dulce y que para matar a cualquiera el se las pintaba sólo.
Afuera , por las calles polvorientas unos hombres como le digo, se arrastraban por el sueño como si fueran víboras. Es una de aquellas imágenes que impresionan. ¿ Porque haber, pa qué se arrastran estos hombres?. Luego al cabo de los minutos, llegan dos pelones con sus sombreros texanos y calzando botas como las que usan los narcos, además de que en la punta llevan incrustada una calavera.
Ellos se unen a los otros que se arrastran y conforman un grupo. Debe de ser una de esas tarde de calor sofocante. Luego llegan a un altar dedicado a la muerte. Ahí se pueden ver los diferentes rostros del mal. Los pelones le depositan dólares y los dejan bajo una veladora que emite su luz con debilidad.
Después esos mismos pelones los puede usted ver metido en un camión que simula llevar paja. En su interior viajan algunos indocumentados. Uno de estos identifica que los pelones son narcos. Le entra el miedo y en unos momentos se escuchan disparos. Todos son ejecutados, los pelones bajan del carro. El conductor baja apresurado y es asesinado de un certero balazo.
Los mismos pelones llegan a una hacienda sitiada en los apartados lugares de Chihuahua, puede ser Ciudad Camargo o incluso Delicias, quién lo sabe, y menos los que acaban de morir.
En la planta alta de la casa principal un hombre acciona su ametralladora de las que dicen los periodistas a cada rato la AK 47, mejor conocida como cuernos de chivo. Esta arma escupe tal cantidad de fuego que no hay mejor forma de describir la violencia.
Aunque usted alguna vez me comentó que el mejor tipo de violencia es cuando se enfrentan dos sujetos y cada uno con su cuchillo. Porque ahí se puede ver el fluido de la sangre, las cortadas, los gestos de dolor y el gozo de cuando uno de los dos cae muerto con el puñal enterrado en el estómago.
El hombre dispara para todos lados. Por su parte los pelones acostumbrados también a la muerte hacen lo propio. Usted los mira discretamente, saca su cuaderno y comienza a escribir su sueño. Esto lo hace porque de unos días para acá ya se le están olvidando algunos.
Los pelones más cabrones que bonitos, le dan al que dispara desde arriba. Se ve como cae, con la mirada al vacío.
Azota el bulto de su cuerpo. Uno de los calvos, lo voltea con la bota, mira al otro sin pelo y con los ojos le dice Alea Jalta est….
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
Estados Unidos mexicanos.
11 de abril de 2010.
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