QUE FALTA . Texto

QUE FALTA.


Hace unas horas desperté del sueño de los que nada tienen , y desperté para encontrarme con la realidad . Y no es que sea un necio pero la mera verdad que ya no hay para donde hacerse.

Buscó entre los productos del abasto y mientras me preparo un café intento tararear esa canción del Cacho Castaña : Por esa puta costumbre lalala.

Pero la verdad se asoma cuando en medio me mi cafecito caliente miro el matutino y una señora en San Antonio Texas, envuelta por los remolinos de la paranoia toma de los pies a su pequeño nene de seis meses , luego de acuchillarlo , procede a cortarle la cabeza con el filoso cuchillo de chef. Hay otros dos chiquillos que también son sus hijos . Ellos están detrás de una lavadora con un miedo absoluto que les provoca su mamá la esquizofrénica . Ella se asoma por las ventanas y les grita a los que pasan que vayan a verla . Estando el escándalo en toda su expresión llega la policía y entra a la casa . Lo que descubren los gendarmes es un cuadro de horror. Le preguntan: ¿ porqué lo mató ?. Ella con la mirada en otro sitio dice que el diablo se lo solicitó .

Luego con los pelos de punta por lo que leí me encuentro con otra perla del sistema político mexicano.

Aquí se implementó un programa que se llama Procampo . Este programa sirve para apoyar a la clase campesina de México . Sin embargo tras 15 años de actividad se descubre que este sólo ha servido para que se enriquezcan polítiquillos ladrones , narco traficantes , y demás raleas . Los campesinos como en todas la etapas de México solo que quedan mirando.

Busco una almohada y con el cansancio de los días caigo como muerto.

Voy en un camión por las calles de un pueblo en Ecuador. Los indígenas vagan por los mercados vendiendo sus mercancías . Por allá hay uno que se llama Ausencio, se encuentra sumido en la borrachera , balbucea palabras que yo no entiendo . Me acerco despacio y tomo de un jarro un trago de la bebida embriagante . Es chicha me digo yo .

En camión se detiene a las afueras del pueblo y suben unas monjas . Se nos quedan mirando a todos y nos dicen que más adelante hay unas personas atrapadas en un carro y sitiadas por unos osos y un león . La monja de más edad me mira para decirme que yo parezco un valiente. Y que si no tengo inconveniente puedo ir por ellos y salvarlos de una muerte segura.

Con el miedo en mi y con los huevos hasta las anginas les digo que sí . Me bajo una calle antes de llegar. Esto lo hago para darme valor. En esa vereda hay unos negros tocando un tambor. Son negros que se vinieron desde el Perú hasta acá , me dice la monja que para esos momentos sé que se llama Leonor .

A menos de cien metros descubro el vehículo y también a los osos . Busco protegerme pero la idea de que vi un documental donde unos osos se comen al de la película no me agrada.

Sacó un cuchillo de medio pelo pero de acero inoxidable.

Lo frotó contra una piedra de río. Uno de los pinches osos al ver el brillo del metal se acerca a mí y sin más me da un arañazo. La sangre comienza fluir como si de un río se tratara. Chupo mi propia sangre que hasta ese momento me doy cuenta que sabe buena. Posteriormente me entra un coraje contra el oso que me le voy encima y como si fuera Tarzán de los monos comienzo a pelear . El oso me da tantos chingadazos que cada que lo logra salgo a más de diez metros de distancia . Pero yo , incisivo vuelvo a la carga . En esos momentos miro que ya no me sale ni una gota de sangre . Craso error en el momento de voltear el oso me da una tremenda mordida que me arranca media cara y yo caigo fallecido.

Las monjas que me llevaron optan por recoger mis restos humanos, la que se llama Leonor tiras mis despojos a unos perritos hambrientos que andan buscando que comer por los barrios más pobres de Quito.

Original de Alfredo Arrieta

Para elpueblodetierra