Mujer de traje gris que llora y canta sombras nada más, masturbando a Martha, rama que cae sobre una mesa,en la azotea con lluvia,María Félix en el quicio de una puerta ,ratas en bolsas de canicas, departamentos de lujo, soldados jeringas y mujer con celulitis.

Mujer de traje gris que llora y canta sombras nada más, masturbando a Martha, rama que cae sobre una mesa,en la azotea con lluvia,María Félix en el quicio de una puerta ,ratas en bolsas de canicas, departamentos de lujo, soldados jeringas y mujer con celulitis.







































Esta mujer de quién no sé el nombre se encuentra sentada sobre la acera.

Pasaba yo y la descubrí.

La mujer saca un cigarro. Ella viste un traje gris.

Nunca me ha gustado ver que una mujer llore.

Así que me siento a su lado y le pregunto.

Ella me mira. No me dice nada. Pero después le dá una chupada a su cigarro, expele el humo formando una voluta. Y me responde con una canción:

Sombras nada más entre tu vida y mi vida, sombras nada más entre tu amor y mi amor….

Acto seguido de los ojos de esta mujer brotan dos lágrimas que se confunden con el rímel de sus pestañas.

A veces el amor es una verdadera chingadera.

Me transporto en la nebulosa de los sueños y miro a Martha.

Martha está en cuatro patas sobre una cama.

Yo que soy precavido primero la miro. Martha me llama con la mirada. Acudo a su llamado. No la beso porque está como les digo en posición de caballito. Me concreto a acariciarle el sexo, le meto los dedos entre sus piernas y su vestido despacio, suave. Martha se retuerce y yo continuo con esto.

Minutos más tarde Martha baja la cabeza y se retuerce. Agacha la cabeza , la menea para todas partes luego emite una serie de pujidos y ayes de placer, Martha se viene.

Ahora estoy en este solar.

En este costado tenemos una gran mesa. La mesa tiene un mantel blanco. Encima de este hay platos, y platones, copas, charolas con guisos exquisitos.

Un árbol monumental lo tenemos enfrente.

Una de sus ramas se desprende y va a caer precisamente sobre la mesa. La mesa se rompe.

Yo hubiera querido evitarlo pero no pude, en este sueño sólo soy espectador.

Al caer la gran rama sobre la mesa saltan miles de hojas verdes, luego las hojas se transforman en pájaros. Los pajaros en bandada se alejan hechos la chingada para perderse en el horizonte.

Subo a una azotea.
Llueve a cántaros. El gato Kioto está por aquella esquina. Le llamo, el gato hace un intento por venir conmigo pero un perro se lo impide.

Un grupo de personas hablan. No quiero ni verlas así que me trepo por las jaulas. Escucho decir a una de estas que el corte de pelo tipo chonguito de chino que le hicieron a César se le ve ridículo.

Bajo por la parte trasera, mi tío Eduardo habla con estas personas.

Al salir por esta escalera veo a María Félix. Ella está recargada en el quicio de esta puerta.

María tiene unos treinta y cinco años en este sueño. Porta un vestido con escote y cola larga.


No entiendo como esta mujer puede andar vestida de gala en este edifico de barrio, donde las mujeres a lo más que llegan es a ponerse calcetas largas suéter y chanclas.

No es que me guste o me excite María pero me le acerco con las debidas precauciones.

Le meto un rozón en la zona glútea. No me dice nada. Enseguida me llama, me dice en voz baja que entre a su cuarto.

Le hago caso y la obedezco. Solo nos damos besos con babas. No está tan mal esta mujer.


De donde carajos salieron tantas ratas?

Es lo que me pregunto porque son muchas¡

Intento atrapar a todas.

Las ratas corren por todas las direcciones posibles.

En bolsas de canicas meto a una . Luego cierro en nudo.

Las rata intenta escapar pero ya es imposible.

Así quedan atrapadas más de veinte. Sólo me faltan por atrapar a las del PRI y PRD.

Una de las pinches roedoras no se doblega y me mete una mordida en la mano.

Me mira con sus ojos rojos.

A esta la voy a matar primero ya lo veras.

Pretenden que entre con ellos al negocio de construir edificios.

No les digo que no pero tampoco les digo que sí.

Cada departamento costará varios millones de dólares. Los edificios serán edificados por el sur y solo los opulentos podrán comprarlos.

Me dicen que tendré alguna ventaja porque me puedo hacer de uno de ellos y con facilidades.

Creo que no necesito ninguno estos lujos , en verdad no necesito tanto.

Les digo que un hombre solo necesita para vivir tres camisas, tres pantalones,tres calzones, ,tres suéteres,tres pares de zapatos,una regadera con agua caliente,tres comidas, tres mujeres,y una cama pá dormir calientito.
Lo demás es ostentación.

Mi padre se molesta al ver mis intenciones.

Se sube a un carro y me vuelve a abandonar..

Me quedo en una avenida.

Luego voy a mi casa.

Entra un venezolano.

Me pilla tendiendo mi cama.

Le digo que le vendo departamentos en Venezuela.

El hombre sonríe y me dice que en Venezuela no tenemos ni para un ladrillo.

Dejo todo como esta.

Ahora soy el portero de una entrada.

Parece que soy nuevo.

Un grupo pequeño de soldados intenta ponerme una inyección para que quede como nembutal.

Forcejeamos.Les quito las jeringas y yo mismo les inyecto la droga en sus patas.

Otro que mira la escena me dice que debo de pararme en la puerta y que disimule.

Llegan una mujer acompañada de unas niñas.

La mujer me muestra una invitación a una fiesta.

No tengo ni la menor idea de donde es la fiesta.

Tomo el papel y hago como que leo atentamente.

Le digo a la mujer que tiene que ir por aquél lado.

La mujer de nalgas enormes se aleja. Ella porta un vestido que le deja ver piel de más. Esta tiene la piel con celulits.

Después dejo todo y me voy. Subo entre unas mesas. Incluso le tiro a un señor su plato con sopa.
Eso fue todo.



Original de Alfredo Arrieta
Para el pueblodetierra.
Nec spe, nec metu.
Contepec Michoacán.
12 de Agosto de 2016.






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