Me acusan de que les arrojé polvo, Rafael.
Me acusan de que les arrojé polvo, Rafael.
Camino por una de las calles en curva. En esa curva hay una miscelánea. Sale un hombre que de inmediato me reclama. Me dice a gritos que porque les arrojé polvo?
No sé de qué me hablas?
De que las señoras estaban desayunando y pasaste tú y nos echaste polvo.
Miro al suelo. Veo que el suelo está mojado debido a una reciente lluvia.
Me regreso y le digo al señor que lo que me dijo no es cierto¡
El piso está mojado y entonces cual polvo?
Me voy molesto.
Un hombre descomunal hace algún arreglo en la ventana de enseguida.
Me dice: No le hagas caso ese cabrón a mí me dejó colgado de la brocha allá en Tijuana.
Me dijo que nos iba a ir bien y me dejó sin que comer siquiera. Yo me regresé como pude.
Sigo caminando.
Otro se acerca y me dice que sí no reconozco a Rafael.
Cual Rafael?
Rafael tu amigo , el que trabajaba contigo en la SECOFI.
Pero no es el?
No se parece.
Este cuate está muy alto, muy fuerte. Y en ese tiempo Rafael no se tatuaba los brazos.
Es el mismo me asegura.
Caminando por la calle de la derecha llevo una maleta.
Rafael va acompañado de una mujer.
Le digo calle a calle que le quiero mostrar algo.
Llevo en la manos una enorme maleta.
Rafael cruza y me dice que no quiere que le muestre nada.
Le insisto. También le pregunto sí no se acuerda de que alguna ocasión me hizo una caricatura?
No que yo me acuerde?
No sé ni dibujar.
Rafael me dice en este solar que lo que yo necesito es una dosis de droga.
Yo no me drogo.
Esto te va a caer muy bien.
Forcejeamos. El puto de Rafael me clavo una jeringa en la pierna .
Caigo en un sillón.
Vas a ver Rafael, cabrón, tengo los ojos semi cerrados.
Entro al mundo de los sueños…..
Nunca me habían inyectado drogas. Lo único que me han inyectado eran antibióticos para la calentura y ese era Don Poncho. De lo demás no sé.
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
15 de Marzo de 2016.
Camino por una de las calles en curva. En esa curva hay una miscelánea. Sale un hombre que de inmediato me reclama. Me dice a gritos que porque les arrojé polvo?
No sé de qué me hablas?
De que las señoras estaban desayunando y pasaste tú y nos echaste polvo.
Miro al suelo. Veo que el suelo está mojado debido a una reciente lluvia.
Me regreso y le digo al señor que lo que me dijo no es cierto¡
El piso está mojado y entonces cual polvo?
Me voy molesto.
Un hombre descomunal hace algún arreglo en la ventana de enseguida.
Me dice: No le hagas caso ese cabrón a mí me dejó colgado de la brocha allá en Tijuana.
Me dijo que nos iba a ir bien y me dejó sin que comer siquiera. Yo me regresé como pude.
Sigo caminando.
Otro se acerca y me dice que sí no reconozco a Rafael.
Cual Rafael?
Rafael tu amigo , el que trabajaba contigo en la SECOFI.
Pero no es el?
No se parece.
Este cuate está muy alto, muy fuerte. Y en ese tiempo Rafael no se tatuaba los brazos.
Es el mismo me asegura.
Caminando por la calle de la derecha llevo una maleta.
Rafael va acompañado de una mujer.
Le digo calle a calle que le quiero mostrar algo.
Llevo en la manos una enorme maleta.
Rafael cruza y me dice que no quiere que le muestre nada.
Le insisto. También le pregunto sí no se acuerda de que alguna ocasión me hizo una caricatura?
No que yo me acuerde?
No sé ni dibujar.
Rafael me dice en este solar que lo que yo necesito es una dosis de droga.
Yo no me drogo.
Esto te va a caer muy bien.
Forcejeamos. El puto de Rafael me clavo una jeringa en la pierna .
Caigo en un sillón.
Vas a ver Rafael, cabrón, tengo los ojos semi cerrados.
Entro al mundo de los sueños…..
Nunca me habían inyectado drogas. Lo único que me han inyectado eran antibióticos para la calentura y ese era Don Poncho. De lo demás no sé.
Original de Alfredo Arrieta
Para elpueblodetierra.
Nec spe, nec metu
15 de Marzo de 2016.
Comentarios