Barcos en el Atlántico, rubia inglesa bien gorda.
Barcos en el Atlántico, rubia inglesa bien gorda.
Primero observo un mapa del Oceáno Atlántico.
Es un mapa antiguo pero bien conservado.
En el mapa hay varios barcos mercantes.
Unos barcos van , otros vienen.
Después voy en uno de los barcos.
El barco que viene se acerca. Los tripulantes me piden que les dé algo.
Entonces les arrojo balones de fut bol.
Los balones caen en su cubierta.
La gente los recoje y me los arroja de nuevo.
Me gritan que no quieren balones que quieren comida.
Bajo a la cocina. Hay un lugar en este repleta de panes largos.
Tomo unos veinte y subo de nuevo.
La gente está alborotada. Creo que no han comido en días.
Les arrojo los panes al igual que hice con los balones. Los atrapan ávidos. Ningún pan cae el suelo, todos son atrapados en el aire.
Este mismo barco me lleva a Inglaterra. Voy a conocer físicamente a una rubia.
Una vez en London busco la casa. Camino varios metros , pensando en la mujer. Llego a la dirección. Hay una cerca de madera. Toco el timbre. Sale una mujer pecosa. Le pregunto por la dama. Esta me dice que me está esperando.
Subo a una sala. Espero.
De pronto una mujer peliroja y con más de noventa kilos se acerca. Al verme le da gusto y me abraza. Me levanta en vilo.Miro su rostro y sí es la misma mujer solo que en la fotografías que recibía de ella estaba delgada, más bien flaca.
Muchas mujeres hacen esto, suben fotografías de cuando eran bonitas, otras aparentan ser moscas muertas la mar de candidez y la realidad de sus tristes vidas es que son unas putas cualquiera.
Se engaña mucho, se miente mucho.Todo es hipocresía y falsedad.
Me pregunta la roja que sí vine para casarme con ella. Le respondo que sí como hombre cabal que soy. La mujer sonríe. Nunca pierde la sonrisa. Me dice que sabía que yo no la iba a defraudar.
Como crees le digo. Lo que sucede es que ahora las mujeres son mamonas en extremo y si algo no les parece se encabritan y lanza patadas como yeguas moras.
Me voy a casar contigo le dije.
La mujer me aprieta más.
pero en cuanto me case contigo nada más para cumplir me divorcio de ti.
No me gustan las mentiras y menos las hipócritas.
Original de Alfredo Arrieta
Para el pueblodetierra
Nec spe, nec metu
12 de Octubre de 2015.
Estados Unidos Mexicanos.
Primero observo un mapa del Oceáno Atlántico.
Es un mapa antiguo pero bien conservado.
En el mapa hay varios barcos mercantes.
Unos barcos van , otros vienen.
Después voy en uno de los barcos.
El barco que viene se acerca. Los tripulantes me piden que les dé algo.
Entonces les arrojo balones de fut bol.
Los balones caen en su cubierta.
La gente los recoje y me los arroja de nuevo.
Me gritan que no quieren balones que quieren comida.
Bajo a la cocina. Hay un lugar en este repleta de panes largos.
Tomo unos veinte y subo de nuevo.
La gente está alborotada. Creo que no han comido en días.
Les arrojo los panes al igual que hice con los balones. Los atrapan ávidos. Ningún pan cae el suelo, todos son atrapados en el aire.
Este mismo barco me lleva a Inglaterra. Voy a conocer físicamente a una rubia.
Una vez en London busco la casa. Camino varios metros , pensando en la mujer. Llego a la dirección. Hay una cerca de madera. Toco el timbre. Sale una mujer pecosa. Le pregunto por la dama. Esta me dice que me está esperando.
Subo a una sala. Espero.
De pronto una mujer peliroja y con más de noventa kilos se acerca. Al verme le da gusto y me abraza. Me levanta en vilo.Miro su rostro y sí es la misma mujer solo que en la fotografías que recibía de ella estaba delgada, más bien flaca.
Muchas mujeres hacen esto, suben fotografías de cuando eran bonitas, otras aparentan ser moscas muertas la mar de candidez y la realidad de sus tristes vidas es que son unas putas cualquiera.
Se engaña mucho, se miente mucho.Todo es hipocresía y falsedad.
Me pregunta la roja que sí vine para casarme con ella. Le respondo que sí como hombre cabal que soy. La mujer sonríe. Nunca pierde la sonrisa. Me dice que sabía que yo no la iba a defraudar.
Como crees le digo. Lo que sucede es que ahora las mujeres son mamonas en extremo y si algo no les parece se encabritan y lanza patadas como yeguas moras.
Me voy a casar contigo le dije.
La mujer me aprieta más.
pero en cuanto me case contigo nada más para cumplir me divorcio de ti.
No me gustan las mentiras y menos las hipócritas.
Original de Alfredo Arrieta
Para el pueblodetierra
Nec spe, nec metu
12 de Octubre de 2015.
Estados Unidos Mexicanos.
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